Daniel Ortega ha ganado las elecciones en Nicaragua, la única posibilidad tras apartar a la oposición y a una treintena de voces críticas, incluida la prensa. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se anticipó a los resultados para calificar el proceso de "pantomima" -en línea con el grueso de la comunidad internacional- y amenazar con el uso de "todas las herramientas diplomáticas y económicas" a su disposición para corregir o castigar esta flagrante ilegalidad.
El régimen, a través del Consejo Supremo Electoral (CSE), asegura que Ortega ha obtenido el 74,99% de los votos, superando al candidato del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el diputado Walter Martínez, con un 14,4%, y al también diputado y reverendo Guillermo Osorno, del Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), con el 3,44%.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban habilitados para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
El CSE ha informado de una participación del 65,34%, cifra que la oposición y las propias imágenes de la jornada ponen en duda. Los centros electorales cerraron este domingo con una visible baja asistencia. El observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas fija en un 81,5% la abstención.
Quinto mandato
Ortega tenía asegurada la reelección. Presidente desde 2007, será su quinto mandato consecutivo tras sus comicios más 'sencillos', también menos democráticos: los siete aspirantes alternativos al poder se encuentran en prisión acusados de "traición a la patria".
Eso no ha evitado que desde sus filas se haya llamado a no participar en la votación. La dirigente de la Unidad Nacional Marcela Guevara celebra que los nicaragüenses, "a través de quedarse en casa, dieron un nuevo mensaje al dictador y a la dictadora", en referencia a la mujer de Ortega, Rosario Murillo.
Pero ni siquiera en todos los casos la abstención ha sido un acto de libertad: el colectivo Urnas Abiertas denuncia el uso de recursos públicos como ambulancias o personal estatal para ayudar a ciudadanos a llegar a su lugar de votación, así como la coacción de militantes del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) casa por casa, barrio a barrio, para "indagar quién ha ido a votar".
Ni EEUU, ni OEA ni UE
Además de Estados Unidos, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) ponen en entredicho, la legitimidad de las elecciones de Nicaragua. No lo ven así socios habituales de Ortega, caso de Nicolás Maduro en Venezuela, que habla de este domingo como una "jornada de paz" y de "buena participación". A juicio de Maduro, votar a Ortega es hacerlo por "la paz, a la estabilidad, el progreso y la prosperidad".
"El imperialismo y sus aliados rastreros en Europa, apuntando a Nicaragua, pero Nicaragua tiene quien la quiera, quien la defienda y aquí estamos nosotros, los patriotas de América Latina de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de nuestra América, con el pueblo de Nicaragua", ha zanjado Maduro, a quien tampoco reconoce como presidente legítimo la comunidad internacional.
Tampoco España
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha rechazado las elecciones celebradas en Nicaragua por carecer de "ninguna garantía" y ha vuelto a reclamar una vez más al Gobierno de Daniel Ortega la liberación de los opositores detenidos.
"Aquellos líderes opositores que deseaban competir están en la cárcel en estos momentos y exigimos su inmediata liberación como venimos haciendo desde el mes de agosto", ha señalado Albares en declaraciones a la prensa antes de participar en un acto en Casa de América.
"No ha habido ningún tipo de verificación de esas elecciones y por lo tanto no tienen ninguna garantía para el Gobierno de España" como tampoco la tiene "para la mayoría de los países de la comunidad intercional y de la UE", ha recalcado.
Albares ha recordado que el Gobierno ha venido denunciando desde el pasado agosto la situación en Nicaragua, donde Ortega habría obtenido su reelección después de impedir que la mayoría de candidatos opositores concurrieran a las elecciones del domingo, y que incluso procedió a retirar su embajadora en Managua, la cual aún no ha regresado.