Así viven los presos de la cárcel contra las pandillas de El Salvador: 80 personas por celda sin poder hablar
Por primera vez, un grupo de periodistas han podido acceder al interior de la prisión para conocer de primera mano las condiciones en las que viven los presos que habitan en el centro construido por Nayib Bukele.
18 octubre, 2023 17:15A principios de febrero, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, visitó la nueva cárcel construida en el país y bautizada como "Centro de Confinamiento del Terrorismo". Desde entonces, este recinto penitenciario se ha convertido en la medida estrella del líder salvadoreño para tratar de acabar con las pandillas y el crimen organizado en la nación. "Tendrá espacio para 40.000 terroristas, quienes estarán incomunicados del mundo exterior", afirmó por aquel entonces el presidente.
Semanas después, el Gobierno de El Salvador trasladó a los primeros 2.000 pandilleros. "Hoy en la madrugada, en un solo operativo, trasladamos a los primeros 2.000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población", aseguró el mandatario a través de redes sociales.
Las imágenes del traslado de los encarcelados marcaron un antes y un después. Miles de presos tatuados, rapados y sin camiseta que llegaban al centro en autobuses vigilados por agentes penitenciarios. Desde entonces, han sido pocas las informaciones que han surgido en torno a las condiciones en las que viven los pandilleros. Sin embargo, ahora, un equipo de periodistas ha tenido la oportunidad de acceder al interior de la cárcel para conocer de primera mano como es la vida de los presos.
El "Centro de Confinamiento del Terrorismo" se ha convertido en una de las cárceles con peores condiciones del mundo para los presos. El recinto se diseñó para acoger hasta a 12.000 prisioneros. Sin embargo, a pesar de ser la prisión más grande del mundo, cada preso cuenta tan solo con un espacio de 0,6 metros cuadrados.
Tal y como pudieron comprobar los periodistas que accedieron al interior, los reclusos no tienen permitido hablar sin una autorización previa de los funcionarios. Además, no cuentan con ningún tipo de actividad de ocio o recreativa para poder entretenerse. El centro cuenta en su interior con una serie de celdas de castigo. Estas, como corroboraron los periodistas, están completamente a oscuras y no cuentan con ningún elemento en su interior. Tampoco están permitidas las visitas de familiares.
[Eran fans de Bukele, se mudaron a El Salvador y acabaron presos: el gran chasco de 3 colombianos]
El centro, que está ubicado a 74 kilómetros de El Salvador, está rodeado por una muralla de 11 metros de altura y más de dos kilómetros de extensión. Además, no hay señal telefónica y solo cuenta con una sola ruta para entrar y salir. Los presos están vigilados las 24 horas del día a través de unas cámaras de vigilancia que monitorean los siete días de la semana.
En cuanto al día a día, uno de los funcionarios de la prisión aseguró que los presos todas las mañanas están obligados a cumplir con una serie de rutinas para mantener el orden. Además, los conocidos como "guardiacárceles" se encargan de revisar también los candados y barrotes como parte del control diario.
Los presos tienen derecho a dos comidas diarias y no tienen ningún tipo de contacto con el exterior. El único motivo por el que pueden salir de la prisión es porque tengan que acudir a alguna sesión de los Juzgados. En estos casos, casi siempre se realizan por videollamada y desde un salón interno.
Además, unos 80 presos comparten la misma celda. Esta se caracteriza por tener un espacio reducido y por contar con una serie de literas que no tienen colchones ni almohadas.
Algunos de los testimonios
Los periodistas no solo pudieron comprobar las pésimas condiciones de vida de los presos en la cárcel, sino que también tuvieron la oportunidad de hablar con ellos. Martín Alejandro Sandoval, uno de los prisioneros, aseguró a uno de los periodistas que su actividad pandillera fue lo que le arruinó la vida. "Gracias a lo que fui perdí a mi familia", explicó.
Otra de las cuestiones que pudieron corroborar los periodistas fue el gran número de presos que se encuentran en la cárcel sin que haya una sentencia firme en su contra. Y es que, según los últimos datos publicados por diferentes organizaciones, el 90% de los presos permanecen en prisión sin sentencia firme. Varias ONGs han denunciado esta situación y han criticado el proceso por el que los prisioneros han sido recluidos.
Según un informe de Human Rights Watch y Cristóbal, el Gobierno de El Salvador ha reportado 90 muertes en sus prisiones. Desde que el presidente Nayib Bukele implementara las duras medidas para acabar con las pandillas y el crimen organizado, el número de presos ha aumentado en 100.000 personas. En concreto, El Salvador encarceló al 1,6% de sus 6,3 millones de habitantes.
Así es la cárcel por dentro
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) tiene una extensión de 23 hectáreas y está construido en una zona rural de Tecoluca. En total, cuenta con ocho pabellones perimetrados por un muro con 2,1 kilómetros de largo y de 11 metros de altura. Las cámaras vigilan el recinto durante las 24 horas del día. Para la gestión cotidiana de la cárcel, el centro cuenta con 600 miembros de la Fuerza Armada nacional. A ellos hay que sumarle los custodios de la Dirección General de Centros Penales, 200 miembros de la Policía Nacional Civil y 50 efectivos del Grupo de Intervención Penitenciaria.
Según el Gobierno de El Salvador, este centro penitenciario es el más grande del mundo. De hecho, así lo corroboran los datos. Hasta el momento, la prisión con más extensión era la de Marmara (Turquía), con capacidad oficial para 20.000 reos. También destacan otras como la de New Bilibid Prison de Manila (Filipinas), que alberga a casi 30.000 prisioneros.