Hace 12 años, el régimen de Bashar al-Asad, próximo a Rusia e Irán, trató de aplastar una revolución ciudadana alentada por la llamada Primavera Árabe. El estallido pretendía derrocar a este mandatario, que cumple más de dos décadas en el poder, pero derivó en una guerra. Ahora, la contienda parece terminada y los lazos con el resto de países del mundo empiezan a reconstruirse: la Liga Árabe ha readmitido este domingo al país en su sede de El Cairo.
Los ministros de Exteriores árabes han levantado la suspensión en la capital egipcia, según ha anunciado el portavoz del ministerio de Exteriores iraquí, Ahme al Sahaf. La decisión, apoyada desde hace tiempo por Emiratos o Argelia, había sumado más recientemente el apoyo decisivo de Arabia Saudí o Egipto, superando eventualmente las reticencias de Catar o Marruecos.
Ahmed Abulgueit, secretario general de la Liga Árabe, explicó al respecto que no se trata de "una decisión para establecer relaciones normales entre los países árabes" y Damasco "ya que esa es una decisión soberana de cada país".
El secretario general ha asegurado que "el regreso de Siria a ocupar su asiento es el inicio de un movimiento, no el final de un camino". Mientras, Abulgueit indicó que esta readmisión tiene también el objetivo de "formar un comité de contacto con el Gobierno sirio".
La readmisión como "miembro de pleno derecho" de la organización implica "el levantamiento de la suspensión de la membresía de Siria", según indicó a Efe uno de los portavoces de la Liga Árabe, Gamal Roshdy. Este líder afirmó que el Gobierno sirio es ahora "un miembro como el resto de los países" de la organización y "tiene el derecho a participar en todas las actividades y actos".
En la misma línea que Abulgueit, Roshdy dijo que "la reintegración de Siria es una medida muy simbólica, pero no significa que la crisis haya terminado". El regreso de Siria al organismo, sin embargo, está sujeto al cumplimiento de una hoja de ruta con el objetivo de solucionar "la crisis" desatada tras las protestas contra Al Asad y la consiguiente guerra que azota al país desde 2011, de acuerdo con la resolución final.
Esa hoja de ruta incluye diversos puntos, como el regreso de los refugiados, la salida de fuerzas extranjeras "ilegales" de Siria, la lucha contra el narcotráfico o la reanudación del trabajo del Comité Constitucional para redactar una nueva Carta Magna, entre otros.
Diálogo y respeto mutuo
El Gobierno sirio pidió este domingo que la próxima etapa de la reconciliación regional esté basada en el "diálogo" y el "respeto mutuo", después de que el país fuese readmitido en la Liga Árabe tras doce años de suspensión por su brutal represión de las revueltas populares iniciadas en 2011.
"La siguiente fase requiere un enfoque árabe efectivo y constructivo a nivel bilateral y colectivo, cimentado en base al diálogo, el respeto mutuo y los intereses comunes de las naciones árabes", dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias siria SANA.
Poco después de que los ministros de Exteriores miembros de la entidad panárabe aprobasen su regreso durante una reunión de emergencia en El Cairo, el Gobierno sirio llamó a "fortalecer la acción conjunta árabe y la cooperación", de acuerdo con SANA.
Asimismo, desde Siria se aplaudieron las "tendencias positivas e interacciones" en marcha en Oriente Medio, en referencia a una serie de recientes acercamientos entre diversos países, entre ellos Irán y Arabia Saudí, que el pasado marzo decidieron restablecer sus relaciones diplomáticas después de ocho años. El Ministerio sirio consideró que estos cambios "van en el interés de todos los países árabes y en el interés de lograr la estabilidad, seguridad y prosperidad para sus poblaciones", de acuerdo con SANA.