"Es difícil decir cuántas personas había hoy en la Plaza Bolotnaya de Moscú". Así comenzaba el reportaje que la periodista Julia Ioffe escribió sobre el terreno —cuando eso aún era posible— el 10 de diciembre de 2011, sin saber que sería uno de los testimonios más importantes de un momento que cambió la historia de Europa. La persona que provocó aquello, Vladímir Churov, presidente de la Comisión Electoral Central de entonces, ha muerto este viernes.
Cuatro días antes de las revueltas, Vladímir Putin había ganado las elecciones y volvía a ser presidente, algo que nadie pensaba que podía pasar cuando acabó su último mandato en 2008. Miles de personas se echaron a las calles protestando por el flagrante 'pucherazo' que había tenido lugar. Su responsable, un nombre casi desconocido en Occidente: Vladímir Churov. De aquellos polvos, estos lodos. El mismo día en que fallece Churov, Putin sigue en el poder y han fallecido siete civiles en Ucrania a causa de la guerra.
"Vladímir Churov, un profesional de primera clase, una persona honesta, de principios e infinitamente dedicada, ha fallecido este viernes", ha informado en una nota de prensa el Kremlin. A sus 70 años, Churov se acababa de jubilar y "había sufrido un derrame cerebral" la semana pasada, según las autoridades. Pero ¿quién fue este Vladímir Churov, al que llamaban el "brujo", y que dirigió el polémico recuento en las elecciones de 2011?
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"En la noche electoral, alguien puede convertirse en un mago y manipular los resultados", dijo Churov tras las informaciones que apuntaban a irregularidades en las votaciones. Unas declaraciones que adelantaron los resultados y que lo habrían convertido en un profeta si no fuera porque él mismo era el "mago" que podía hacer cumplir su predicción. Desde ese día, Churov fue conocido como el "brujo", una figura popular en la tradición del cuento maravilloso ruso.
Antes de aquello, Churov había sido un político y funcionario público que, desde 2007, se desempeñaba como presidente de la Comisión Electoral Central, cargo que mantuvo hasta 2016. Había supervisado, por tanto, los comicios de 2008 que ganó Dmitri Medvédev. Putin, que era presidente desde el año 2000, no podía ser reelegido al haber agotado los dos mandatos consecutivos.
Durante la presidencia de Medvédev se aprobó una enmienda constitucional que amplió el mandato presidencial de cuatro a seis años. Todo se fue preparando para un regreso de Putin en 2012 que fuera más duradero que el anterior, pero para eso había que asegurarse su victoria electoral en diciembre de 2011, algo que iba a estar más complicado que nunca gracias a la labor de opositores como Alekséi Navalni.
Churov y las elecciones
El 4 de diciembre se llevaron a cabo las elecciones parlamentarias. Rusia Unida, liderada por Putin, obtuvo el 53% de los votos. Sin embargo, esa misma noche se difundieron por internet varios informes que hablaban de fraude electoral.
El nombre de Churov ocupó entonces el centro de las críticas: observadores internacionales y políticos rusos lo señalaron como el responsable de las irregularidades. Las declaraciones de Churov sobre un "mago" manipulando los resultados se consideran aún hoy como la admisión implícita de su culpabilidad.
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Dos días después, el 6 de diciembre, Churov se reunió con Medvédev: "Creo que también tendrán lugar algunas sugerencias para mejorar nuestra legislación", resumió lo conversado Medvédev. Poco después, la ley cambió para que los siguientes mandatos de Putin fuesen más duraderos.
Existen informes y pruebas que sugieren que las elecciones, efectivamente, estuvieron amañadas. Además de la manipulación, funcionarios públicos confesaron que habían sufrido presiones de sus jefes para votar por Rusia Unida, y "testigos electorales alegaron que los funcionarios electorales rellenaron las urnas y contaron mal los votos a propósito", según el informe del Global Nonviolent Action Database.
Sin embargo, la Comisión Electoral Central de Rusia defendió que las elecciones habían sido justas y limpias. Putin también defendió la integridad de las elecciones. Como premio a Churov por su buen trabajo, tras dejar la Comisión en 2016 fue nombrado asesor personal de Putin.
Manifestaciones
Después de las elecciones y de la declaración del "brujo" Churov que confirmaba la operación que había orquestado, se produjeron las mayores manifestaciones y protestas en Rusia desde el colapso de la Unión Soviética. Los manifestantes exigían una investigación sobre las denuncias de fraude electoral y pidieron la anulación de los resultados, algo que nunca llegó a suceder.
Denis Volkov señaló que el 10 de diciembre, primera jornada de las manifestaciones, 50.000 personas salieron a protestar contra Putin, descontentas por "la recesión económica, el estado de corrupción y la tensión acumulada".
Las protestas continuaron hasta 2013 dando lugar al movimiento conocido internacionalmente como 'Snow Revolution', convocada principalmente a través de las redes sociales. Activistas y blogueros publicaron en sus cuentas denuncias sobre el fraude y la corrupción del Gobierno, lo que dio lugar a una oleada de censura, asesinatos y presos políticos, entre ellos Navalni.
"Vladímir Churov siempre trabajó con total dedicación. En las áreas de trabajo más difíciles, cuando ocupó el cargo responsable de presidente de la Comisión Electoral Central de Rusia, participando en importantes actividades sociales y legislativas, defendió con firmeza y constancia su posición cívica y sirvió honestamente a la Patria", ha concluido el comunicado del Kremlin de este viernes. Un agradecimiento a su gran servicio, un servicio esencial.