Biden y Macron presionan a Scholz para que deje de arrastrar los pies y envíe los Leopard a Ucrania

Nueve países de la OTAN, entre ellos Estonia, Reino Unido, Polonia, Letonia, Lituania, Dinamarca, República Checa, Países Bajos y Eslovaquia, ya se han comprometido en proporcionar a Zelenski un arsenal "sin precendetes" que incluye carros de combate. Alemania, creador de los tanques Leopard, se ha negado por el momento a autorizar su envío. La última vez, este viernes en la reunión de Ramstein. Esa negativa bloquea incluso la posibilidad de que España entregue a Ucrania los tanques que del modelo 2E, el más avanzado.

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha anunciado un nuevo paquete de ayudas valorado en 2.300 millones de euros, en el cual no estarían incluidos los tanques M1 Abrams requeridos por Ucrania. No obstante sí que contarían con 90 vehículos blindados de transporte de tropas Stryker y 59 vehículos de combate Bradley.

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El pasado viernes se celebró la cumbre en la base estadounidense de Ramstein, en Alemania, donde 50 países occidentales se reunieron para coordinar la entrega de armas a Ucrania y hacer frente a Rusia. Sin embargo la reunión terminó en fracaso. El Gobierno de Scholz se negó a levantar su bloqueo a la entrega de tanques Leopard 2 al Gobierno de Volodímir Zelenski, con el argumento de que no hay consenso entre los aliados.

Con el 'no' alemán la unanimidad del bloque aliado de Ucrania se pone por primera vez desde el inicio de la guerra en peligro. El asesor presidencial polaco Paweł Soloch estimó que con la negativa alemana se abribría "una grieta en el seno de la OTAN", además de informar de que a pesar de los ánimos polacos por envíar sus posesiones, sin el consentimiento desde Berlin, no será posible. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, consideró que no existe una opinión unánime y que ningún país en posesión de sus tanques les ha pedido permiso para enviarlos.

Scholz ha optado por la cautela, ya que considera que el envío de los Leopard 2 podría producir una "dramática expansión del conflicto", como ha revelado el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, que sí defiende y apoya el envío de sistemas de defensa antiaérea y vehículos de combate. Pistorius dejó claro que "lo prioritario es la defensa antiaérea de Ucrania y en eso nos concentramos".

Esta prudencia de Alemania, excesiva para miembros de la OTAN, contrasta con las declaraciones del presidente del Consejo europeo, Charles Michel, quien se ha mostrado abiertamente "a favor" del envío de tanques a Ucrania. "El momento es ahora: Necesitan urgentemente más equipamientos", ha advertido.

Joe Biden anunció el pasado viernes que Ucrania recibirá "toda la ayuda militar que necesite" al ser preguntado sobre si Washington apoya el envío de carros de combate de fabricación alemana a Kiev. El diario The New York Times cuenta que, después de meses de discusiones con altos funcionarios ucranianos, la Administración Biden empieza a convencerse de que quizás Kiev necesita contar con el armamento necesario para atacar el santuario ruso. Y eso a pesar de que una ofensiva de esta envergadura puede conllevar un aumento en la escalada de la tensión. 

En el entorno de la Casa Blanca consideran que el hecho de que los rusos puedan verse amenazados por los militares ucranianos en Crimea, puede fortalecer la posición de Kiev de cara a futuras negociaciones. Además, el miedo de que el Kremlin haga uso de la amenaza nuclear ha disminuido notablemente, según funcionarios estadounidenses citados por The New York Times, aunque en la Casa Blanca son conscientes de que ese riesgo nunca desaparece por completo.

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La 'tensión de los tanques' se suma a la generada por la defensa y por la energía entre Francia y Alemania, quienes se reunen en el día de hoy para solventar sus divergencias de 2022. El presidente francés y el canciller alemán han seleccionado el día del 60 aniversario del tratado de reconciliación entre ambos países y después de varios meses de aplazamiento por ciertos desacuerdos en "cuestiones clave" de política europea.

El encuentro comenzará por la mañana con una ceremonia del Tratado del Elíseo en la Universidad de la Sorbona, en el arranque del 23º Consejo de Ministros francoalemán, que congregará a los responsables de las principales carteras de ambos países, antes de una declaración conjunta que tendrá lugar por la tarde y en la que se espera un comentario francoalemán sobre sus perspectivas en relación al futuro de Europa.

Las consecuencias de la guerra en Ucrania abrieron las costuras en la relación entre París y Berlín, que entraron en desacuerdo en temas como la necesidad de una política europea de defensa; la relación con Estados Unidos; la manera de combatir la inflación en la UE; o el control de los precios de la energía en el continente.

París ha avanzado que no espera anuncios sustanciales en este sentido ni sobre la guerra de Ucrania, tema dominante en las conversaciones, y en particular el recelo alemán a la hora de suministrar tanques a Kiev.

Por otro lado, y en lo correspondiente al tema económico, ambos países lanzarán un mensaje de cooperación en relación a la cadena de suministros, la transición a una economía sostenible y una posible reacción a la ley de Reducción de la Inflación estadounidense que podría poner a Europa en desventaja competitiva.

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"Francia y Alemania están obligados a trabajar juntos, a llevarse bien", constató en declaraciones a EFE François Laval, especialista en política europea de la Sciences Po. Laval explicó que los tiras y afloja entre París y Berlín son comunes en la historia reciente y puso como ejemplo la relación entre el francés Jacques Chirac y el alemán Gerhard Schröder, que empezó con mal pie, pero luego se encauzó con su posición común en contra de la guerra de Irak (2003).

Ambas partes han enfatizado que las relaciones franco-alemanas se caracterizan por la búsqueda de un terreno común y por la estrecha cooperación bilateral en temas tan puntuales como la profesionalización juvenil, de ahí que serán presentados los primeros participantes de la recién creada red "Generación Europa" para jóvenes profesionales alemanes y franceses.