Cuba inicia este domingo un nuevo ciclo electoral, con la elección de los delegados de barrio de todo el país. Los elegidos serán los responsables de la estructura administrativa más próxima a los ciudadanos. Este ciclo de elecciones acabará el año que viene, con la renovación de su parlamento y la elección del presidente de la República.
Unas elecciones caracterizadas por la prohibición de hacer campaña y el desinterés de una parte importante del pueblo (especialmente entre los jóvenes). Una sociedad centrada en resolver su día a día en medio de una grave crisis económica, energética y migratoria.
Las autoridades los han presentado como una "muestra genuina de la democracia participativa" de Cuba, según un reciente artículo del diario oficial Granma; mientras activistas y opositores abogan por la abstención y los consideran una herramienta de legitimación controlada por el Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal).
"La abstención es la forma en que se puede verificar más claramente la rebeldía ante el sistema", argumentó esta semana en un encuentro virtual sobre estas elecciones la activista cubana Carolina Barrero y recogido por EFE.
El Consejo Electoral Nacional (CEN), que declaró esta semana que todo está "listo" para la votación, aseguró en Twitter que el proceso electoral cubano se sustenta en la "participación popular" como expresión de la "democracia socialista" del país, algo que permea al conjunto del ciclo electoral.
En total se han registrado 26.746 candidatos para 12.427 puestos de delegado (uno por circunscripción). De ellos el 70% pertenecen al PCC o a sus juventudes, según el CEN, mientras que el 44% son mujeres y sólo el 7% son jóvenes.
Unos 8 millones de cubanos están convocados para estos comicios, para elegir mediante voto secreto y directo a los delegados. Deben tener al menos 16 años y votar en su lugar de residencia permanente. Debe haber entre dos y ocho candidatos por circunscripción. Se vota sólo a uno. Los delegados serán elegidos para los próximos cinco años. Los cubanos que residen en el extranjero no pueden votar.
Las candidaturas deben ser previamente aprobadas en una asamblea de nominación y coordinadas por organismos de la órbita del PCC , han sido criticadas por activistas y opositores.
Al menos tres candidatos independientes han asegurado a EFE que no les dejaron acudir a la reunión.
Función del delegado
Según la Constitución cubana, la función del delegado es similar al concejal de barrio. Deben intentar resolver los problemas que pueden tener los vecinos en su día a día. Son puestos de atención cercana y gestión directa.
Los delegados conforman asimismo la Asamblea Municipal del Poder Popular, el máximo órgano legislativo local. Entre ellos eligen a su presidente y al resto de cargos del organismo.
El ciclo electoral
Los cubanos tienen otra cita con las urnas a principios de 2023 las elecciones parlamentarias, segunda parte de este ciclo electoral. Los candidatos son seleccionados, casi a partes iguales, por asociaciones de la órbita del PCC y las Comisiones de Candidaturas de las Asambleas Municipales del Poder Popular.
La Asamblea Nacional cubana tiene entre sus principales atribuciones nombrar al presidente de la República, puesto al que puede presentarse para un segundo mandato el incumbente, Miguel Díaz-Canel.
[Miguel Díaz-Canel, elegido líder del Partido Comunista de Cuba para reemplazar a Raúl Castro]
Cuando se elija por un período de cinco años al presidente de la República, Cuba habrá renovado en menos de un año a los principales cargos de sus tres niveles administrativos (municipal, provincial y nacional), aunque el poder en las instituciones seguirá estando detentado por el PCC.
Según la Constitución de 2019, el "carácter socialista" del sistema político es "irrevocable".