Intensos ataques en el puente que conecta la península de Crimea; un incendio en el depósito de municiones de Belgorod; y una fuerte explosión cerca de una zona residencial en Jersón. Varios frentes se han abierto en la noche del jueves en territorios bajo dominio ruso. La guerra de Ucrania sigue su escalada bélica tras el endurecimiento de los sabotajes por parte de los soldados de Zelenski a las tropas de Putin durante las últimas horas.
"Los sistemas de defensa aérea han funcionado en Kerch (Crimea). No hay peligro para la ciudad ni para el puente (de Crimea)", ha asegurado en las redes sociales Oleg Kryuchkov, asesor del líder impuesto por Putin en esta región, Serguei Aksionov. Las defensas antiaéreas han protegido durante toda la madrugada el famoso puente de 18 kilómetros que conecta Rusia con la península de Crimea.
Durante esta madrugada, las autoridades rusas han comunicado el derribo a un UAV, un dron de reconocimiento ucraniano en Belbek (Crimea). Además, en territorio ruso, un incendio ha destruído el depósito de municiones de Timonovo, en la región de Belgorod, junto a la frontera ucraniana. Las autoridades han informado que actualmente investigan la causa del fuego. En esta misma región, parte del aeródromo de Stary Oskol también ha sido calcinado por las llamas.
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La noche también fue larga en otros territorios ocupados por las tropas rusas. En Nova Kakhovka (Jersón) también se ha producido una explosión. Según algunos medios rusos, los sistemas de defensa antiaérea de la región estuvieron trabajando durante la noche para protegerse de los bombardeos ucranianos.
Por otro lado, la ciudad de Krasnograd (Járkov) también fue otro de los objetivos de los misiles rusos durante estos días, en donde diez edificios residenciales fueron dañados y se registraron al menos 21 fallecidos. Esta última ofensiva rusa sobre la región de Járkov es una maniobra para intentar frenar las acciones del Ejército ucraniano en otros frentes, según el Ministerio de Defensa de Reino Unido.
Nueva estrategia de Ucrania
Estos ataques por parte de las fuerzas ucranianas se unen a los realizados durante los últimos días en las localidades de Dzhanoe y Saki, en la misma Crimea. Unos hechos que fueron calificados por las autoridades rusas como “sabotaje ucraniano”. Parece ser que Kiev ha recrudecido este tipo de ofensivas tras las líneas invasoras y que forman parte de su nueva estrategia militar para desestabilizar los planes de Rusia.
No obstante, Ucrania no ha reconocido la autoría de estos incendios y explosiones, aunque el propio Zelenski ha hecho un llamamiento en redes sociales a los ciudadanos de esta región -ocupada por Rusia-, para que "tengan mucho cuidado" porque es una zona “peligrosa” y de “baja seguridad”. Por ello, el presidente ha pedido encarecidamente a sus compatriotas que no se acerquen a las instalaciones militares rusas donde almacenan munición y equipamiento.
Esta situación ha sembrado el miedo y la incertidumbre en civiles rusos, que han tenido que abandonar la región y donde se han podido observar varios kilómetros de coches en las carreteras cercanas. Rusia busca ahora la fórmula para detener estos “sabotajes” sin que sus ciudadanos entren en un estado de pánico o de huída.
Planes terroristas en Zaporiyia
Rusia y Ucrania han mantenido un pulso acerca de la central nuclear de Zaporiyia ante las exigencias internacionales de una retirada del Ejército ruso de la instalación y la negativa rusa de abandonarla. Mientras tanto, ambas partes se acusan de planear atentados terroristas contra la planta.
"Hemos recibido una confirmación adicional de los servicios de información sobre la preparación por parte de los ocupantes de una provocación en la central nuclear de Zaporiyia el 19 de agosto", ha señalado la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania en un comunicado.
"Teniendo en cuenta la cantidad de armas que se encuentran ahora en el territorio de la central nuclear, así como los repetidos bombardeos a modo de provocación, existe una alta probabilidad de que se produzca un ataque terrorista a gran escala en la instalación nuclear", ha adevertido la entidad.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha respondido duramente a estas acusaciones, donde aseguran que el fin es "acusar a Rusia de causar una catástrofe en esa central", la mayor planta nuclear de Europa, al sur de Ucrania.
Asimismo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, han coincidido este viernes en su interés para acelerar los trámites de una visita de expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a la central. El objetivo es evaluar el impacto de los combates en sus alrededores entre Ucrania y Rusia, que han amenazado el funcionamiento y las medidas de contención de la instalación.