Salman Rushdie empieza a mostrar signos de mejoría tras la brutal agresión que sufrió el viernes. Al escritor británico de origen indio le han quitado el ventilador y ha podido hablar tras las puñaladas que recibió durante una presentación en el estado de Nueva York.
Su agente, Andrew Wylie, ha señalado en un comunicado que "el camino hacia la recuperación" ha comenzado, pero que "esta será larga" debido a las gravedad de las heridas. Por el momento, ni el hospital ni las autoridades han hecho oficiales estos avances. Previamente, fue el propio Wylie el que horas antes señaló que el escritor podría perder un ojo.
Quien sí se ha mostrado optimista por el estado de salud del escritor y autor de Los versos satánicos ha sido el presidente del Instituto Chautauqua, donde fue atacado Rushdie. "¡Salman Rushdie sin ventilador y hablando! Continuamos con las oraciones de parte de todos los miembros del Instituto Chautauqua", ha escrito Michael Hill, presidente de dicha institución en su cuenta de Twitter.
El agresor, sin lazos con Irán
El hombre acusado de apuñalarlo, Hadi Matar, de 24 años, se declaró inocente durante la jornada del sábado de los cargos de intento de asesinato y agresión. Lo que contrasta con lo que hizo uno de los abogados del presunto agresor, que se declaró culpable en su nombre durante una audiencia formal en un tribunal en el oeste de Nueva York.
Por el momento las autoridades encargadas de investigar el ataque señalan que Matar actuó solo, que no tenía lazos directos con Irán, y que desconocen oficialmente su motivación. Pero no han descartado que hubiera actuado por "convicciones religiosas, por venganza o por dinero", como recoge la CNN. Y aunque no consta un vínculo con los iraníes, su intento de asesinato ya ha sido alabado allí. El motivo es de que de allí salió la fetua en la que se instó a que se matara a Rushdie por blasfemia, promulgada por el ayatolá Jomeini.
Lo que sí saben es que Hadi Matar es alto y delgado, tiene 24 años, nació en California y desde hace poco reside en Fairview, New Jersey. También conocen que el viernes compró una de las 2.500 entradas que permitían el acceso a un acto literario que acogía la Institución Chautauqua, al oeste del estado de Nueva York.
Con ella, Hadi Matar entró al recinto y esperó hasta que el escritor subiese al escenario para cubrirse el rostro. Fue ahí cuando corrió para abalanzarse sobre él y asestarle las numerosas puñaladas que provocaron que Rushdie necesitara respiración asistida y fuera operado.
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El autor de Los versos satánicos, que lleva más de tres décadas amenazado por haber escrito ese libro, iba a dar una charla sobre cómo los Estados Unidos son un refugio seguro para los escritores exiliados. No alcanzó a pronunciar una sola palabra, ya que Matar no le dio tiempo con su agresión.
Según confirman los testigos a diversos medios, el acusado siguió intentando apuñalar al escritor incluso cuando un grupo de asistentes trató de neutralizarlo. "Estaba furioso, muy furioso. Se necesitaron cinco hombres para reducirlo mientras seguía apuñalando", sostiene una testigo entrevistada por The New York Times.