La vida o parte de ella sigue en Ucrania bajo las bombas, entre la destrucción. En los campos de trigo del sur, territorio en buena medida controlado por el invasor, los agricultores recogen la cosecha sobre la que tiene puesta su atención el resto del planeta.
En las estampas de los pueblos en torno a Jersón, entre otras localidades, hay cosechadoras o almacenes con grano, pero también restos de misiles sobre la tierra o humo en el horizonte que recuerdan cada minuto que la guerra no ha terminado.
Trabajan amenazados por bombardeos, por un intercambio que puede acabar con su vida o con su sustento. Y lo hacen desbordados: "Toda la población en edad de trabajar se ha ido", lamenta un granjero entrevistado por la agencia Reuters.
Artillería y minas han matado ya a cientos en un campo plagado de cráteres y también han destrozado maquinaria. Paró en seco la exportación, pero antes que eso hay un serio problema en la producción.
Agricultores y soldados locales denuncian que el ejército ruso dispara contra trigo y cebada maduros para provocar incendios. "Ven cosechadoras y disparan", declara Yevhen Sytnychenko, jefe militar en Krivói Rog, a The New York Times. "Lo hacen para que no podamos comer y no podamos exportar".
Sin manos suficientes y con todas las dificultades descritas no tienen alternativa. Corren el riesgo o perderán la inversión de todo el año. Habitan uno de los países que más grano exporta y pertenecen al sector que es piedra angular de su economía. Supone el 11% del PIB y emplea -o empleaba- a un millón de personas.
Primer buque con cereal
Los puertos han estado bloqueados y Rusia, asegura Kiev, robando cereales. Este lunes hubo al fin una inflexión, o se espera que lo sea. Partió de Odesa el primer buque con cereal que ha logrado salir de Ucrania desde la invasión en febrero. 26.527 toneladas de maiz.
Varios países de Oriente Próximo y de África dependen en gran parte de que el 'Razoni' -así se llama el buque, con bandera de Sierra Leona- sea solo el primero de muchos y que el tráfico no se detenga. Es clave para evitar una crisis alimentaria.
En torno a 20 millones de toneladas de cereal permanecen en los puertos. El acuerdo alcanzado entre Ucrania, Rusia, Turquía y Naciones Unidas, con vigencia de 120 días prorrogables, prevé que zarpen entre uno y tres buques al día.
[Zelenski se prepara para lanzar su operación militar más arriesgada: la reconquista de Jersón]
El presidente Volodímir Zelenski acusa al enemigo de estar utilizando la amenaza de la crisis alimentaria como arma para conseguir concesiones políticas o el perdón de atrocidades, al igual que con el petróleo y el gas.
Zelenski considera fundamental para los agricultores de su país que las exportaciones no cesen: solo si venden podrán volver a sembrar. Si no lo hacen, no solo Ucrania y sus agricultores tendrán un serio problema.