El controvertido viaje de Nancy Pelosi a Taiwán sigue dando lugar a preocupantes derivadas. Rusia está aprovechando esta crisis para aliviar su aislamiento y estrechar su relación con China, a la que apoya sin matices. Sus ministros de Exteriores, Serguéi Lavrov y Wang Yi, se han reunido en Nom Pen, Camboya, al margen de la reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), donde han exhibido gran sintonía, también para amenazar a Washington.
"Estados Unidos trata de imponer su dominio y viola el principio de soberanía de los estados por doquier. Ello demanda una reacción", ha dichi Lavrov a Yi. El canciller ruso se ha amparado en la Carta de las Naciones Unidas que recoge este principio, un organismo que de forma persistente y enérgica denuncia la invasión de Ucrania y exige al Kremlin que detenga la guerra y la matanza de inocentes.
[Así es Nanchang, el buque de guerra más poderoso del mundo: es chino y está desplegado en Taiwán]
En esta tesitura, la de obviar o bien justificar la acción de Vladímir Putin en Ucrania en sus declaraciones, Lavrov ha optado esta vez por la segunda, asegurando que "Estados Unidos decidió convertir ese país en una amenaza para Rusia" y que "durante años hizo caso omiso a la política racista del régimen de Kiev". Tendiendo un puente entre esto y el viaje de Pelosi, en un guiño a su colega chino, Lavrov ha zanjado: "Los estadounidenses han apostado por aplastar todo tipo de independencia".
Pekín ya avisó a Washington de las consecuencias de una hipotética visita de Pelosi a Taipéi y una vez hecha mantiene el pulso: "Quien juega con fuego no terminará bien y quien nos ofenda será castigado", manifestó Yi este miércoles, ya en Nom Pen, desde donde acusó a Joe Biden de "violar la soberanía de China bajo el disfraz de la democracia", palabras que este viernes ha prácticamente calcado Lavrov.
"Esto no beneficia a nadie"
Y Estados Unidos quiere quitar hierro, pero no es sencillo, más cuando otros actores de peso se ven salpicados, casos de Corea del Sur o Japón. En sus declaraciones más recientes, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo esperar que el régimen de Xi Jinping "no fabrique una crisis" a raíz de la gira de la presidenta de la Cámara de representantes "no busque un pretexto para incrementar su agresiva actividad militar".
[China amedrenta a Taiwán usando misiles balísticos en una maniobra militar "sin precedentes"]
El responsable de la diplomacia estadounidense, también en Nom Pen, insistió en que su país mantiene el interés por "mantener la paz y la estabilidad" en el estrecho de Taiwán y opina advirtió de que una escalada "no beneficia a nadie".
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, presente en la cumbre en Camboya, ha hecho este viernes un llamamiento a todas las partes implicadas en la crisis del estrecho de Taiwán "para evitar una escalada de tensión que pueda producir situaciones más graves".
En una entrevista con la agencia Efe, Borrell ha recalcado que "nadie puede modificar el statu quo de forma unilateral y menos aún recurriendo a la fuerza".