El Partido Conservador no ha tirado la toalla con Boris Johnson. Al menos no todavía. El primer ministro británico ha sobrevivido este lunes a la moción de confianza presentada por su propio partido tras conseguir 211 votos a favor frente a 148 en contra.
De esta manera, Johnson ha logrado esquivar uno de los muchos embates letales a los que se ha enfrentado desde que estalló el Partygate. El escándalo de las fiestas ilegales celebradas en Downing Street en lo peor del confinamiento que no ha logrado tumbar a Johnson.
"Los resultados significan que el Partido Conservador tiene confianza en Boris Johnson", decía Sir Graham Brady, presidente del Comité 1992, tras anunciar los resultados de una votación en la que no ha habido papeletas en blanco.
Superado este desafío, el líder del Partido Conservador no podrá ser sometido a otra moción en los próximos doce meses. Así, su continuidad en el cargo está garantizada en el corto plazo.
Salvado, pero tocado
A pesar de haber alcanzado los 180 votos que necesitaba para mantenerse en el poder, Johnson no ha salido del todo vencedor. Ha perdido el apoyo del 40% de los parlamentarios conservadores, lo que hace que su figura sea débil y su futuro, incierto.
Se trata de una cifra superior a la que en 2018 reflejaba los votos en contra de Theresa May. Por entonces, solo el 37% de los parlamentarios conservadores se rebelaron contra la líder de su partido, a quien criticaban por la gestión que estaba haciendo del Brexit.
"Aunque Johnson consiga superar la votación, es el principio del fin", señalaba Keir Starmer, líder del Partido Laborista antes de la moción. Y puede que no vaya desencaminado.
Históricamente, este tipo de votaciones han desembocado en la dimisión de varios mandatarios británicos. La más reciente fue la de Theresa May, quien tras sobrevivir a la moción de confianza, acabó renunciando como primera ministra seis meses después.
También Margaret Thatcher salió victoriosa de una votación sobre su liderazgo en 1990. Sin embargo, la "Dama de hierro" dejó el cargo como primera ministra y líder del partido seis días después.