Vladímir Putin volvió a defender este martes la invasión de Ucrania por parte de Rusia, asegurando que su "acción militar" persigue "objetivos nobles" y que el enfrentamiento con las fuerzas antirrusas de Ucrania era inevitable y sólo una cuestión de tiempo.
En declaraciones en una ceremonia de entrega de premios en el Cosmódromo de Vostochny, en el extremo oriente del país, el presidente ruso ha vuelto a remarcar que el objetivo principal de la intervención militar de Moscú en Ucrania era salvar a la gente en la región del Donbás, donde los separatistas respaldados por Rusia han estado luchando contra las fuerzas ucranianas desde 2014.
"Así será. No hay duda (de que las Fuerzas Armadas lograrán sus objetivos). Los objetivos son totalmente claros y nobles", señaló durante la visita, junto al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
"El objetivo principal es ayudar a la gente del Donbás, la gente del Donbás, que reconocimos y que nos vimos obligados a defender, porque las autoridades de Kiev, empujadas por Occidente, se negaron a cumplir con los Acuerdos de Minsk destinados a una solución pacífica de los problemas" en esta región del este de Ucrania, dijo.
Putin aseveró que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó públicamente que a Kiev "no le gusta" ninguna cláusula de los Acuerdos de Minsk, mientras que "otros funcionarios afirmaron que la implementación de los mismos es imposible". "Lo rechazaron públicamente. Bueno, simplemente era imposible seguir tolerando este genocidio que duró ocho años" desde el inicio del conflicto armado entre el Ejército ucraniano y los separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk, subrayó el mandatario.
Desde el extremo oriente del país, el jefe del Kremlin señaló además que el choque "con las fuerzas antirrusas" surgidas en Ucrania era "inevitable" y que solo era una cuestión de tiempo. "Comenzaron a convertir a Ucrania en una plaza de armas antirrusa comenzaron a cultivar los brotes de nacionalismo y neonazismo que había hace tiempo", afirmó.
Putin indicó que en el país vecino "se cultivó especialmente la mala hierba del neonazismo y el choque de Rusia contra estas fuerzas era inevitable, ellas solo esperaban el momento para atacar". El jefe de Estado sostuvo que lo ocurrido después mostró cuán profundamente habían crecido las ideas neonazis en Ucrania.
"Este es un hecho evidente. Lamentablemente, el neonazismo se ha convertido en un hecho de la vida en un país bastante grande cerca de nosotros. Esto es algo obvio: era inevitable, solo era cuestión de tiempo", agregó.
"No se puede aislar a Rusia"
Además, refiriéndose a las sanciones impuestas por la comunidad internacional como respuesta a la invasión de Ucrania, Putin aseguró que es "imposible" aislar en el mundo moderno a Rusia y que el país trabajará con aquellos socios que aún lo apoyan. "No nos vamos a aislar. En el mundo moderno no hay manera de aislar estrictamente a alguien y es completamente imposible aislar un país tan grande como Rusia", señaló durante una visita al cosmódromo ruso de Vostochni, en el extremo oriente del país.
"Así que trabajaremos con aquellos socios que quieran interactuar aún con nosotros", señaló el jefe del Kremlin, que viajó a la región de Amur acompañado del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
El jefe de Estado aseguró que, bajo las sanciones occidentales impuestas en 2014 por la anexión de Rusia de la península ucraniana de Crimea y su apoyo a los separatistas prorrusos del Donbás, por ejemplo la agricultura de Rusia se ha convertido en una industria de alta tecnología. "Incluso el volumen de las exportaciones superó el de las ventas de armas, y significativamente, en 10.000 millones de dólares", sostuvo.
Putin señaló que en 1961 la URSS estaba en completo aislamiento desde el punto de vista tecnológico, entonces las sanciones fueron totales, pero se lograron grandes hitos como el lanzamiento del primer satélite artificial de la Tierra y el primer cosmonauta en viajar al espacio exterior, entre otros logros espaciales. "Hicimos todo en condiciones de completo aislamiento tecnológico, logramos éxitos tan grandiosos", afirmó.
El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, estimó el viernes pasado en más de 6.000 las sanciones impuestas a su país, al que han puesto en la situación más complicada desde la caída de la URSS en 1991, con una inflación interanual que se disparó en abril al 16,6 % y un PIB que se contraerá en torno a un 10 %, según el exministro de Finanzas y presidente de la Cámara de Cuentas, Alexéi Kudrin.