Una semana después de bombardear el hospital materno infantil de Mariúpol, el Ejército de Putin decidió arremeter contra el teatro de Mariúpol que servía de refugio para cientos de civiles. El edificio quedó totalmente destruido. El vicealcalde de la ciudad, Serhiy Orlov, aseguró que en el teatro se escondían entre 1.000 y 1.200 personas, la mayoría menores y mujeres.
El resultado fatídico fue de unos 300 muertos, según informó el Ayuntamiento de la localidad. Es el ataque más mortífero de Rusia en lo que va de invasión. Al menos tres mujeres embarazadas murieron. Unas 150 personas fueron rescatadas.
Ante el temor de un bombardeo, sobre el suelo, en ambos lados del teatro, la palabra "niños" estaba escrita para avisar de que en el edificio se refugiaban civiles inocentes. La señal era totalmente visible desde el aire para que los aviones de combate rusos la leyeran.
No quisieron leerlo o no les importó. Y Moscú no tardó en justificar el ataque alegando que era un objetivo militar, la misma excusa que utilizó tras bombardear el hospital materno infantil. Los rusos "sabían dónde disparaban. Sabían cuáles iban a ser las consecuencias, y de todas formas las bombas cayeron sobre este lugar", lamentó el Ayuntamiento de Mariúpol.
Las autoridades ucranianas no han detallado si los servicios de emergencia han terminado de excavar entre los escombros del teatro o si el recuento de muertos en este ataque ha terminado, por lo que el número de víctimas podría ser incluso mayor.
Víctimas civiles
Desde que comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, la Organización de Naciones Unidas ha confirmado al menos 1.151 muertos y 1.824 heridos entre la población civil. Sin embargo, desde la propia ONU reconocen que estas cifras están lejos de los números reales, ya que tanto la situación dentro del país como la desinformación o la falta de transparencia en las cifras que ofrecen Ucrania y Rusia hacen muy compleja cualquier labor para constrastar la realidad.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh) ha contado entre los fallecidos 229 hombres, 171 mujeres, 34 niños y 15 niñas, así como 648 adultos y 54 menores cuyo sexo se desconoce. El documento publicado también detalla que de los heridos 203 son hombres, 152 mujeres, 34 niñas y 26 niños.
La Acnudh precisa que en el territorio controlado por las autoridades ucranianas –en particular, la capital y las regiones de Kiev, Cherkasy, Chernígov, Járkov, Jersón, Nikolaev, Odesa, Sumy, Zaporizhzhia, Dnipropetrovsk y Zhitómir– fallecieron 774 civiles, mientras otras 896 personas resultaron heridas.
En las regiones separatistas y rusoparlantes de Donetsk y de Lugansk 377 personas perdieron la vida y 928 resultaron heridas. De ellos, 60 muertos y 228 lesionados corresponden al territorio controlado por las repúblicas populares; y 317 fallecidos y 700 heridos, a las zonas bajo el control de Kiev.
También se indica que la mayoría de las víctimas registradas "se debieron al uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluidos los bombardeos de artillería pesada y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, ataques aéreos y con misiles".