Este jueves se cumplen cinco semanas desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, lanzara su ofensiva contra Ucrania. Desde el 24 de febrero suman ya 35 días de una guerra sangrienta que no parece tocar su fin, con intensos bombardeos contra objetivos militares pero, sobre todo, contra la población civil. Hospitales, mercados, teatros, escuelas, universidades, edificios residenciales... los ataques indiscriminados contra los civiles no han cesado durante estos días.
Uno de los momentos más escalofriantes de la guerra emprendida por Rusia tuvo lugar el 6 de marzo, en el fracasado corredor humanitario de Irpin, a las afueras de Kiev. La ciudad fue escenario de duros combates entre las tropas rusas que trataban de alcanzar la capital y el ejército ucraniano.
Cientos de civiles estaban esperando cerca del puente de Irpin -que da nombre a la ciudad- para poder escapar, cuando de pronto la artillería rusa empezó a bombardear la zona. Los civiles quedaron atrapados en mitad del recorrido, con decenas de civiles muertos.
La imagen de una familia muerta junto a la maleta que habían preparado para huir de la guerra daba la vuelta al mundo como una muestra más de las terribles consecuencias de la guerra y el fracaso en el intento de establecer corredores humanitarios.
Los vídeos de aquel día tomados en Irpin muestran con crudeza la devastación causada por el bombardeo del ejército ruso en el punto de evacuación. Aquel día, Ucrania suspendió la evacuación de civiles en otros puntos, como Mariúpol, ante la ruptura del alto el fuego para abrir corredores humanitarios por parte de Rusia. Se trataba de "falsos corredores humanitarios".
Las Fuerzas Armadas de Ucrania denunciaron que las tropas rusas habían violado "las normas del Derecho Internacional humanitario, bombardeando a civiles". Según el ejército ucraniano, las fuerzas rusas privaron de luz y agua a los habitantes de Irpín durante días, y tampoco les dieron acceso a comida ni a agua porque prohibieron a los residentes salir de sus casas.
Sin embargo, y casi un mes después de resistencia heroica por parte de los civiles, el 28 de marzo el alcalde de Irpin anunciaba que la ciudad había sido "liberada del horror ruso". "Hoy tenemos buenas noticias. Nuestros defensores avanzan en la región de Kiev, recuperando el control del territorio ucraniano. Irpin fue liberado", corroboraba horas después el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Pese a la celebración, Zelenski avisaba: la situación en el país "sigue siendo tensa, muy difícil".
Víctimas civiles
Desde que comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, la Organización de Naciones Unidas ha confirmado al menos 1.151 muertos y 1.824 heridos entre la población civil. Sin embargo, desde la propia ONU reconocen que estas cifras están lejos de los números reales, ya que tanto la situación dentro del país como la desinformación o la falta de transparencia en las cifras que ofrecen Ucrania y Rusia hacen muy compleja cualquier labor para constrastar la realidad.
La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh) ha contado entre los fallecidos 229 hombres, 171 mujeres, 34 niños y 15 niñas, así como 648 adultos y 54 menores cuyo sexo se desconoce. El documento publicado también detalla que de los heridos 203 son hombres, 152 mujeres, 34 niñas y 26 niños.
La Acnudh precisa que en el territorio controlado por las autoridades ucranianas –en particular, la capital y las regiones de Kiev, Cherkasy, Chernígov, Járkov, Jersón, Nikolaev, Odesa, Sumy, Zaporizhzhia, Dnipropetrovsk y Zhitómir– fallecieron 774 civiles, mientras otras 896 personas resultaron heridas.
En las regiones separatistas y rusoparlantes de Donetsk y de Lugansk 377 personas perdieron la vida y 928 resultaron heridas, de ellos 60 muertos y 228 lesionados corresponden al territorio controlado por las repúblicas populares y 317 fallecidos y 700 heridos, a las zonas bajo el control de Kiev.
También se indica que la mayoría de las víctimas registradas "se debieron al uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluidos los bombardeos de artillería pesada y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, ataques aéreos y con misiles".