La situación en Kazajistán se estabiliza, pero arroja un balance de 164 muertos y 1.300 heridos

Los violentos disturbios que se han desatado en Kazajistán por el momento se han cobrado al menos 164 muertos y 1.300 heridos, según han confirmado este domingo las autoridades del país, que también han señalado que la situación se estaba estabilizando y que las tropas rusas desplegadas estaban protegiendo instalaciones clave. 

Los responsables de seguridad han informado al presidente Kassym-Jomart Tokayev en una reunión que continuaban las operaciones de "limpieza" en todo el país, que comparte fronteras con Rusia y China. 

Miles de personas han sido detenidas y varios edificios públicos han acabado ardiendo durante las numerosas protestas antigubernamentales de la última semana. Tokayev dio la orden de disparar a matar para acabar con los disturbios, que ha atribuido a bandidos y terroristas. 

Tras una invitación de Tokayev, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva -la alianza de antiguos Estados soviéticos liderados por Rusia- ha enviado tropas para restaurar el orden, una intervención que se ha producido mientras las relaciones entre Moscú y Washington se han tensado antes de las negociaciones de esta semana sobre la crisis en Ucrania. 

"Una serie de instalaciones estratégicas están bajo la protección del contingente de mantenimiento de la paz de los estados miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva", dijo la oficina del presidente del país. 

El comandante ruso indicó que las fuerzas rusas habían concluido su despliegue en Kazajistán y continuarían en sus posiciones hasta que la situación se haya estabilizado completamente. 

Serdyukov indicó que las tropas protegían importantes instalaciones militares, estatales y sociales en la ciudad de Almatý y otras zonas cercanas, pero no indicó de cuáles se trataba. Videos sin confirmación oficial mostraron tropas llegando al Cosmódromo Baikonur, que ha sido clave para el programa espacial del aliado ruso durante décadas. 

El despliegue resalta la resolución del Kremlin de apoyar a las autoridades kazajas en una región que Moscú considera que es vital para su seguridad en el flanco sur. "La operación antiterrorista (...) continuará hasta la eliminación completa de terroristas", dijo el viceministro de Defensa Sultan Gamaletdinov. "La situación se ha estabilizado en todas las regiones del país", indicó la oficina del presidente, que añadió que las agencias de seguridad habían recuperado el control de los edificios administrativos.

Lo que comenzó hace semanas con las manifestaciones contra las subidas del precio de los combustibles explotó en una protesta mayor contar el Gobierno de Tokayev y el hombre al que sustituyó en el puesto, Nursultan Nazarbayev.

La violencia ha supuesto un revés para la imagen de Kazajistán como un país estable bajo un férreo control, que ha atraído miles de millones de dólares a sus industrias de crudo y minerales.