El presidente de Kazajistán, Kasim Jomart Tokayev, ha anunciado este viernes que ha dado orden de disparar a matar sin advertencia previa a los "terroristas" implicados en las últimas protestas en el país, que tienen su epicentro en la ciudad de Almaty.
"He ordenado a los cuerpos de seguridad y al Ejército que disparen a matar sin advertencia", ha manifestado el mandatario durante un discurso a la nación, en la que ha descartado negociar con los manifestantes, tal y como ha recogido el portal kazajo de noticias Khabar 24.
Así, ha tildado de "estupidez" los llamamientos "desde el extranjero" para "una negociación entre los bandos para resolver los problemas políticamente". "¿Acaso es posible negociar con criminales y asesinos?", se ha preguntado, antes de incidir en que las autoridades hacen frente a "criminales armados y entrados, tanto nacionales como extranjeros".
En este sentido, ha hecho hincapié en que "la operación antiterrorista continúa en el país" y ha agregado que "hay un trabajo a gran escala y bien coordinado que está siendo llevado a cabo por la Policía, la Guardia Nacional y el Ejército para establecer la ley y el orden, en línea con la Constitución".
"La situación en Almaty, Aktobe y la región de Almaty se estabilizó ayer. La introducción del estado de emergencia está dando resultados. La legalidad constitucional está siendo restaurada en todo el país", ha asegurado. De esta forma, ha reiterado que "a criminales terroristas así es necesario eliminarlos cuanto antes", antes de dar las gracias al presidente ruso, Vladimir Putin, por responder a su petición para el envío de tropas al país para garantizar la seguridad ante las protestas.
Las fuerzas kazajas ya han abatido a 26 personas en la operación "antiterrorista" que efectúan sobre todo en la ciudad de Almaty para acabar con las violentas protestas. De acuerdo con el Ministerio del Interior, se han detenido a más de 3.000 "delincuentes" y hay 18 personas "armadas" heridas.
Las autoridades reconocieron previamente la muerte de al menos 18 agentes del orden, dos de los cuales fueron hallados decapitados, siempre según la versión oficial.
El presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, califica de terroristas a los manifestantes que salen desde el pasado día 2 a las calles del país, inicialmente por el alza del precio del gas licuado, y asegura que las protestas están siendo orquestadas por un grupo de instigadores, aunque no reveló su identidad.
Ante la "amenaza terrorista" pidió ayuda a la Organización de Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), un bloque militar en el espacio postsoviético que agrupa a seis países y está liderado por Rusia, parte de cuyas fuerzas de pacificación ya llegaron al país con el objetivo de "estabilizar la situación".
"Este contingente llegó para un periodo limitado de tiempo para proteger objetivos estratégicos", dijo hoy Tokáyev en una reunión en la sede antiterrorista, sin revelar el número de tropas extranjeras que apoyarán la operación kazaja, aunque se calcula que serán más de 3.000.
Según aseguró, el orden constitucional "ha sido básicamente restaurado en todas las regiones del país y las autoridades locales tienen bajo control la situación". Eso sí, añadió que las "acciones antiterroristas continuarán hasta la destrucción completa de los militantes" terroristas.
Según informa en su cuenta de Telegram el portal kazajo Tengrinews.kz, se ha introducido en todo el país el nivel "rojo" de amenaza terrorista, lo que da a las fuerzas especiales un amplio margen de maniobra en su operativo y permite restringir temporalmente el movimiento de ciudadanos.
De acuerdo con Interior, hay 70 puntos de control instalados en todo el país. El mandatario prevé dirigirse este viernes, día de la Navidad ortodoxa, a la población en una alocución televisada.