Varios ministros del Ejecutivo francés habrían participado en fiestas clandestinas en lugares exclusivos de Paris sin respetar las medidas Covid. La crisis se ha desatado después de que la cadena M6 publicara esta semana una investigación con cámara oculta en la que un organizador de esas veladas admitía que en las mismas habían participado miembros del Ejecutivo. El Gobierno francés ha prometido este domingo que no habrá impunidad contra los ministros.
Este domingo, la etiqueta #OnVeutLesNoms (#QueremosLosNombres) se convirtió en tendencia en Twitter, con más de 16.000 mensajes de internautas que pedían conocer quiénes son y pedir su futura dimisión.
"He solicitado al prefecto de Policía de París que compruebe la veracidad de los hechos para que, si son ciertos, persiga a los organizadores y a los participantes de esas cenas clandestinas", dijo también en Twitter el ministro del Interior, Gérald Darmanin. La Policía contestó con otro mensaje donde señaló que se ha abierto una investigación.
Por su parte, la ministra delegada de la Ciudadanía, Marlène Schiappa, añadió que si se comprueba que algún integrante del Ejecutivo ha formado parte de esos encuentros no tendrá privilegio alguno.
"Si ministros o diputados se han saltado las reglas, es necesario que haya multas y que sean sancionados igual que cualquier otro ciudadano", recalcó en la emisora Europe 1, agregando además en Twitter que la dimisión se da por hecha si se confirman las acusaciones.
Sus palabras fueron en la misma línea que las del ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que aunque aseguró estar convencido de que sus colegas no han ido a esas veladas, instó a que el organizador dé los nombres.
Las imágenes difundidas por M6 muestran cómo en esas citas, con menús de entre los 160 y los 490 euros, no se respetan las restricciones sanitarias en vigor.
"Una vez que cruzas la puerta no hay Covid. Queremos que la gente se sienta cómoda. Esto es un club privado. Queremos que la gente se sienta como en casa", indica una de las personas interrogadas, que recalca que la mascarilla tampoco es obligatoria para el personal que trabaja en ellas.
Tercer confinamiento
La polémica empieza a crecer en pleno inicio del tercer confinamiento, durante el que se cerrarán las escuelas y los comercios considerados no esenciales.
Hasta esta semana había ya 19 departamentos, incluido el parisino, con restricciones que se sumaban al toque de queda generalizado desde las siete de la tarde hasta las seis de la mañana. Pero el país registra de media unos 37.000 nuevos contagios al día y ha superado el pico de la segunda ola con más de 5.200 pacientes de Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos, unas cifras ante las que el Ejecutivo ha reforzado su dispositivo.
Aunque este tercer confinamiento entró oficialmente en vigor el sábado por la tarde, coincidiendo con el inicio del toque de queda, este domingo es el primer día completo en el que todos los franceses se ven sometidos a esos mayores controles, que vetan los viajes internos salvo por motivo imperioso.