La regla de oro cuando vas a hablar del aspecto físico de otra persona
Este sencillo sistema nos ayudará a convertir nuestros comentarios desafortunados en críticas constructivas.
28 enero, 2023 09:44¿Te ha pasado que has dicho algo y te has arrepentido inmediatamente de haberlo hecho? Una situación embarazosa que se puede evitar poniendo en funcionamiento la regla básica de los diez segundos. Una técnica muy sencilla que puede ayudarte a estar segura de lo que dices y que, seguro, evitarán que hagas daño a una persona a la que tienes aprecio.
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Porque, aunque hoy en día en España tenemos más conciencia sobre la importancia de no someter a las personas a críticas y juicios sobre sus cuerpos es algo que aún está arraigado con fuerza en nuestra sociedad, convirtiéndose en un tema que afecta más a las mujeres.
¿En qué consiste?
Una regla muy fácil que te ayuda a saber si debes hacer ese comentario que estás pensando sobre el aspecto físico de otra persona: "No digas nada que no se pueda cambiar en 10 segundos"
Esta técnica nos ayudará a convertir nuestros comentarios desafortunados en críticas constructivas. Así de sencillo, antes de lanzar nuestro comentario u opinión no solicitada sobre alguien solo debemos pensar si eso va a ayudar a la persona que tenemos delante y si lo puede hacer en menos de 10 segundos.
Si la persona a la que va dirigido nuestra crítica no puede cambiar lo que sugieres en este tiempo, entonces es preferible que buscar otra forma de decirlo o no decir nada. Una forma de proceder que nos ayudará a evitar esos mensajes que lanzamos algunas veces solo con el fin de ayudar o agradar pero con lo que solo hacemos sentir peor a la otra persona.
Por ejemplo, comentarios del tipo: "tienes algo entre los dientes", "te has despeinado, o "se te ha movido el maquillaje" pueden ayudar a la otra persona y ahorrarle llegar a casa y darse cuenta que lleva toda la tarde con una hoja de lechuga entre los dientes.
Esta regla es fundamental, sobre todo, cuando se trata de aquellos comentarios u opiniones sobre los cuerpos ajenos que no superarán esta regla y, por lo tanto, es mejor que, directamente, no hagamos.
Pueden ser palabras del tipo: "estás más gorda/delgada", "tienes mala cara", "ese vestido te queda raro" o "te han salido arrugas", no ayudan a la otra persona ni aportan una información de algo que se pueda cambiar en 10 segundos así que, mejor, nos los callamos si no nos han preguntado.
Comentarios y opiniones que se han hecho muy comunes en redes sociales y que, más allá de centrarse en el contenido de la publicación, lo hacen en el físico de la persona que aparece en esta y son en muchos de los casos destructivos. De hecho, si eres usuario habitual ya sabrás de qué tipo de comentarios estamos hablando.
¿Por qué es tan importante?
Vivimos en una sociedad que ensalza la belleza y la juventud, de hecho, la realidad de las redes sociales, tal y como hemos comentado, es un claro ejemplo de la presión y de la preocupación que existe por la apariencia física.
Crecemos desde niñas escuchando opiniones como: “Estás más delgada”, “Estabas más guapa con el pelo largo” o “Estás más gordita”. Frases que ejemplifican sobre cómo la conducta de juzgar la apariencia de los demás es una costumbre instalada en el ámbito familiar y social.
Un asunto que no se debe tomar a la ligera ya que, como aseguran desde la Sociedad Chilena de Desarrollo Emocional, "la imagen corporal es una materia relevante en el desarrollo de la identidad -sobre todo en la adolescencia- , donde los factores sociales son decisivos en la determinación de las expectativas individuales".
La importancia del concepto de imagen corporal radica en su gran relevancia en la autoestima y su implicación en la génesis de condiciones problemáticas que tienen que ver con la relación con el propio cuerpo y con la alimentación.
Por lo tanto, estos comentarios (hechos sin ningún tipo de maldad) puede afectar al desarrollo de la autoestima, "un término complejo y multidimensional, considerada como la valoración que se tiene de sí mismo, y que involucra emociones, pensamientos, sentimientos, experiencias y actitudes que la persona recoge en su vida" (Mejía, Pastrana, & Mejía, 2011).
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Cuando, además, estos comentarios someten a la otra persona a la humillación corporal (algo que se puede dar en varios contextos, incluido el familiar), parece que es un tema que podría ser un factor favorecedor para desembocar un Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA).
Un proceso complejo que afecta más a las mujeres, una hipótesis que varias investigaciones han verificado. Por ejemplo, una investigación desarrollada en Croacia sobre la relación entre la vergüenza corporal y la conducta alimentaria reveló que este tipo de comportamientos son significativamente más altos en las adolescentes en comparación con los hombres, lo que respalda que las mujeres son más propensas a los trastornos alimenticios y, por ende, a las críticas (Elena Mustapic, Petra Vargek & Darko Marcinko, 2017).
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