Para bajar de peso no hay fórmulas mágicas, y eso es algo que sabemos muy bien, aunque a veces tratemos de encontrar trucos que hagan más fácil y rápido el proceso. La clave para adelgazar de forma saludable pasa por combinar una alimentación equilibrada con el ejercicio habitual. Sin embargo, es cierto que también existen algunos alimentos que pueden aportar su granito −incluso de forma literal− para ayudarnos a lograr el objetivo deseado. Desde magasIN te presentamos uno de ellos:
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¿Qué es la linaza?
Reconocida desde la antigüedad por sus propiedades y componentes beneficiosos para el organismo, la linaza es una planta con flores azules procedente de las regiones mediterráneas, si bien en la actualidad puede encontrarse en otras muchas partes del mundo.
Flor de lino
Su semilla, caracterizada por tener un color similar al del café, está cargada de nutrientes que ofrecen múltiples beneficios para la salud. Gracias a su capacidad para combatir enfermedades y acelerar el metabolismo, no es de extrañar que en los últimos años se haya convertido en un ingrediente cada vez más popular en nuestras cocinas.
Propiedades y beneficios
El grano de la linaza es rico en fibra soluble e insoluble, lo que hace que este alimento sea muy valorado en el aspecto nutricional. Es una semilla tan versátil como rica en vitaminas que tiene múltiples beneficios para la salud.
La linaza nos crea sensación de saciedad y contribuye a reducir la ingesta de alimentos. Al tomarla, el cuerpo se siente satisfecho durante más tiempo, lo que permite evitar antojos y atracones entre horas.
Igualmente, la fibra se relaciona con un mejor funcionamiento digestivo, permitiéndonos mantener saludable el tránsito intestinal y combatir las molestias del estreñimiento.
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Su aporte de antioxidantes resulta ideal para mejorar nuestro metabolismo. La linaza promueve la liberación lenta y sostenida de energía, lo que permite mantener estables los niveles de azúcar en sangre, al disminuir la expulsión de glucosa en el torrente sanguíneo.
También destaca por su alto contenido en lignanos, un tipo de fitoestrógeno que se une a otros receptores en el intestino para impedir la absorción de grasa. Un estudio publicado en la revista Nutrients demostró que las mujeres que consumían más lignanos presentaban niveles más altos de adiponectina, la hormona encargada de estimular el metabolismo.
La linaza es un superalimento versátil y nutritivo
Pero no solo eso. Los expertos confirman que la linaza es una rica fuente de ácidos grasos omega-3, nuestros mejores aliados para combatir la inflamación y ayudar a que el cuerpo queme grasa de manera más eficiente.
Además de la pérdida de peso, esta curiosa semilla es rica en proteínas y en magnesio, mejora la sensibilidad a la insulina, alivia síntomas de la menopausia e incluso tiene efectos positivos a nivel psicológico, según informes elaborados por el Instituto Científico para el Estudio de la Linaza en Canadá.
Su ingesta frecuente puede reportarte grandes beneficios si la incluyes en tu dieta, aunque siempre desde un consumo moderado y tras consultar con un especialista, sobre todo si estás embarazada o en periodo de lactancia.
Cómo tomar la linaza
1. Agua de linaza
Una de las formas más efectivas de consumirla para sacar el máximo partido de sus propiedades es tomarla con agua. Elaborar esta bebida es muy fácil, y solo necesitarás 2 cucharadas de semilla de lino, 4 tazas de agua y, si quieres añadirle algo de sabor, un poquito de limón.
Comienza a preparar el agua de linaza llevando a ebullición el agua en una olla, añade los ingredientes y deja que hierva durante 3 o 4 minutos. A continuación, apaga el fuego y deja la mezcla reposar.
Cuando se enfríe, cuela el agua para extraer las semillas, y, si quieres, añade el jugo de limón para darle a tu bebida un toque cítrico (además de aprovechar los múltiples beneficios para la salud que te puede ofrecer esta fruta). ¡Et voilà! Fácil, ¿verdad?
2. Con otros preparados
Las semillas de lino también pueden servir como un excelente acompañamiento a otras bebidas que puedes tomar en tu día a día. Por ejemplo, puedes preparar un zumo natural y casero con tus frutas preferidas y añadir un par de cucharadas de linaza a la mezcla.
También puedes mezclarla con tus batidos e infusiones habituales para disfrutar de sus efectos antioxidantes y depurativos.
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