Es muy probable que en algún momento de tu vida hayas visto y muy probablemente utilizado la conocida crema Nivea, un producto muy popular de dicha marca que se comercializa enlatada en una característica caja metálica de color azul. Al igual que sucede con otras muchas cremas, está pensada para hidratar la piel.
Sin embargo, más allá de este uso, es muy recomendable para poder mantener un adecuado cuidado sobre distintas partes del cuerpo, como los codos, las rodillas, la cara o las manos, y también se puede usar para evitar rozaduras. Cuando llega el calor, más allá de utilizar la correspondiente crema solar para evitar las quemaduras, la crema de Nivea se puede aplicar sobre aquellas zonas en las que es probable que pueda haber roces, usándola tanto para prevenirlos como para hidratarlas y curarlas en el caso de que ya se hayan producido.
Por otro lado, puede ser la solución a las zonas que tienen tendencia a secarse, como sucede con pies y codos, evitando así que se lleguen a agrietar, pero también ayudan a la hora de enfrentarse a la sequedad de las manos en los días en los que hace más frío.
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Asimismo, desde la propia página web de Nivea se habla de otras muchas aplicaciones, como la posibilidad de usar la crema como mascarilla capilar sobre las puntas, o su uso antes de afeitarse o depilarse. Además, hay quienes la recomiendan para quemaduras, eczema y tatuajes, y las embarazadas suelen aplicarla sobre el vientre para prevenir y evitar la aparición de estrías.
Con ingredientes clave como pantenol, eucerit y glicerina, la crema Nivea es excepcionalmente efectiva para proporcionar una hidratación profunda, mejorando la suavidad y la elasticidad de la piel para usuarios de todas las edades y géneros. Sin embargo, a pesar de estos beneficios, es crucial ser consciente de que puede provocar reacciones alérgicas o irritaciones en individuos con sensibilidad a sus componentes. Se aconseja cesar su uso inmediatamente si se presentan reacciones adversas y buscar consejo médico.
Otros usos desconocidos de la crema Nivea de lata azul
Con más de un siglo de historia, la crema Nivea de azul es todo un clásico, un producto que ha logrado mantenerse en el ámbito de la cosmética y la belleza, a pesar de las numerosas alternativas que han ido surgiendo a lo largo del tiempo para el cuidado de la piel.
Además de los ya mencionados, existen otros beneficios y usos desconocidos de esta crema que debes conocer, entre los cuales se encuentran los siguientes:
- Desmaquillante: si te encuentras en alguna ocasión con que se te ha acabado el agua micelar o tu crema desmaquillante habitual, no tienes de qué preocuparte si tienes en tu casa esta crema Nivea, ya que puede ayudarte a retirar el maquillaje del rostro. Para ello solo tendrás que aplicar una gota de crema en pómulos, frente y mentón, aplicándola usando un disco desmaquillante.
- Nariz roja: si has estado resfriado/a y tu nariz está roja, con este producto podrás hacer que rápidamente recupere su aspecto habitual. Gracias a su gran poder hidratante y calmante podrás dejar de lado la sequedad, la irritación y el enrojecimiento de la piel.
- Masajes: gracias a su textura suave, es un producto que puedes utilizar para dar masajes relajantes en tu casa.
- Protección de la piel del bebé: hay padres que la usan como crema para pañales, de manera que ayuda a la protección de la piel del bebé contra la sequedad y la irritación.
- Ensanchar los zapatos: dejando de lado aspectos relacionados con la belleza o la salud de la piel, la crema Nivea de lata azul se puede aplicar en otros ámbitos, siendo uno de ellos el de lograr ensanchar los zapatos. Si tienes un calzado que te queda justo, podrás aplicar en ellos crema (sobre la parte que se desea ensanchar), para luego rellenar los zapatos con bolas de papel de periódico y dejarlos cerca de una fuente de calor como un radiador para que se ablande y la piel de los zapatos vaya cediendo. Una vez transcurridas unas horas, trata de meter más papel para que se vayan ensanchando.
La crema hidratante más famosa
La Nivea original fue creada y comenzó a ser comercializada en el año 1911 en una lata que tenía un diseño de color verde con inspiración Art Noeveau, que se mantuvo durante algo más de una década. A partir de 1925 llegó su ya icónica lata azul, por la que todo el mundo la conoce, y aunque ha sufrido pequeñas modificaciones, siempre ha conseguido mantener su esencia.
Aunque ya hemos visto que tiene muchos usos y aplicaciones, a lo largo de los años ha habido diferentes mitos que han rodeado a esta famosa crema, como el de que es adecuada para todo tipo de pieles. Aunque tiene una gran capacidad para hidratar, por su textura densa puede llegar a resultar demasiado pesada para personas propensas al acné o con piel grasa, por lo que en estos casos puede no ser la mejor opción.
Asimismo, tampoco es un producto antienvejecimiento al contrario de lo que algunos promulgan, ya que se basa en la hidratación y no cuenta con activos como el retinol o el ácido hialurónico que sí podemos encontrar en productos específicos para este fin. Relacionado con este mito, también hay que dejar claro que no sirve para eliminar arrugas y líneas finas de la piel, casos en los que habrá que usar productos específicos.
Además, hay que tener claro que no es un tratamiento para reducir las cicatrices de acné al no contar con los componentes apropiados para lograrlo y, por último, dejar claro que no es un protector solar y no debe usarse de esta manera. Aunque puede proteger frente a los rayos del sol, lo hace ligeramente, por lo que, en caso de exposición solar, se debe usar un protector solar apropiado.