¿Debería cambiar mi dieta en verano? Las recomendaciones de los expertos para acertar
Mantenerse en forma no es cuestión de temporada. Aun así, cada etapa del año cuenta con especificidades.
7 julio, 2024 01:21La llegada del verano suele suponer un pequeño terremoto en nuestra dieta diaria. Las vacaciones, salidas y otras actividades no rutinarias nos pueden llevar a consumir más alimentos de lo habitual, que no siempre benefician nuestro organismo.
Aunque estos meses propicien estos caprichos culinarios (a los que no toca renunciar del todo), es posible cuidar nuestro cuerpo e incluso potenciarlo bajo las altas temperaturas. Descubre las recomendaciones de los expertos para exprimir el verano de forma saludable.
La dieta ideal
"Durante los meses de verano, es recomendable priorizar el consumo de alimentos frescos y ligeros, como frutas y verduras, que son ricos en agua y nutrientes esenciales. Estos alimentos ayudarán a mantenerse hidratado y a combatir el calor. También evitar las comidas pesadas y grasosas, ya que pueden hacer sentir más calor y contribuir a la sensación de malestar durante los días calurosos", destacan los expertos de Sanitas.
Los expertos de Juice Plus+ destacan cinco alimentos clave para la temporada:
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Los melocotones: jugosos y deliciosos, son una excelente fuente de vitaminas A y C, así como de fibra. Estas deliciosas frutas de temporada no solo ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, sino que también son beneficiosos para la piel y la vista.
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La sandía: con su alto contenido en agua, es la mejor opción para hidratarse y refrescarse este verano. Además de ser una excelente forma de mantenerse hidratado, la sandía proporciona nutrientes esenciales como el licopeno, que favorece la salud cardiovascular y el funcionamiento cognitivo.
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El calabacín: bajo en calorías, pero rico en fibra. Es el acompañante ideal para mantener una dieta equilibrada. Uno de sus beneficios menos conocidos es que es una fuente de antioxidantes, como la vitamina C y el manganeso, que ayudan a proteger al cuerpo contra el estrés oxidativo.
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Los higos: son una fuente natural de energía y contienen importantes minerales como el potasio, que contribuye al buen funcionamiento muscular y nervioso. También son ricos en magnesio, relacionado con la reducción del estrés y la ansiedad, lo que puede contribuir a una mejor salud mental.
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Los albaricoques: estos pequeños frutos son ricos en vitamina E, que favorece la salud de la piel y el cabello. También aportan una buena dosis de hierro, que ayuda en la producción de glóbulos rojos y mantiene los niveles de energía adecuados.
Los expertos de Nutritienda recomiendan a su vez:
- Priorizar las comidas frescas y ligeras: es preferible optar por comidas frescas y ligeras para evitar la sensación de pesadez en el estómago. Las ensaladas o sopas frías, como el gazpacho, son una excelente opción, ya que son una alternativa refrescante, a la par que nutritiva.
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Equilibrar las comidas: es importante realizar una combinación equilibrada de nutrientes. Alimentos como el pollo, pescado, tofu o legumbres brindan los aminoácidos necesarios para reparar y construir tejidos, mientras que granos integrales, frutas y verduras proporcionan energía. Las grasas saludables, como las procedentes del aguacate, nueces o aceite de oliva, son esenciales para la absorción de vitaminas, como la A, D, E y K y el buen funcionamiento del cuerpo.
- Sí a los electrolitos: desempeñan un papel importante en la alimentación, por lo que conviene incluir alimentos ricos en potasio, magnesio y sodio, como plátanos, aguacates, espinacas, frutos secos y semillas.
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Limitar los alimentos procesados: los alimentos procesados, como snacks, comidas rápidas y alimentos envasados, tienden a ser altos en grasas saturadas, azúcares añadidos y aditivos artificiales. Estos alimentos no proporcionan los nutrientes necesarios para mantenernos saludables y pueden afectar negativamente a nuestra salud. Mejor optar por alimentos frescos y preparados en casa.
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Controlar el consumo de sal: el exceso de sal en la dieta puede contribuir a la retención de líquidos y la deshidratación. Los alimentos ultraprocesados también contienen cantidades muy altas. Como sustitutos de la sal se pueden utilizar hierbas frescas, especias, zumo de limón o vinagre, alternativas mucho más saludables y sabrosas para potenciar el sabor de las comidas sin un consumo exceso de sal.
Otras recomendaciones
Otros hábitos también pueden contribuir a mejorar nuestro bienestar en verano. Los expertos de Nutritienda añaden:
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Planificar comidas y horarios: durante los días más calurosos es recomendable planificar los horarios para evitar comer copiosamente en las horas de mayor calor.
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Escuchar al propio cuerpo: cada persona es diferente y tiene necesidades nutricionales distintas. En verano hay que prestar atención a las señales que manda el cuerpo y comer solo cuando se tiene hambre.
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Consultar a profesionales: ante cualquier duda conviene consultar a un profesional de la salud, ya sea un médico, o un dietista o nutricionista, que son quienes pueden ofrecer un mejor asesoramiento personalizado.
Recuerdan, asimismo: "El calor y la sudoración pueden provocar una pérdida de líquidos, por lo que es importante asegurarse de beber suficiente líquido a lo largo del día. El agua es la mejor opción para hidratarse. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, aunque también se pueden incluir otras opciones para aumentar la ingesta de agua como infusiones, sin azúcar añadida, o agua de coco".
"El alcohol, además de otros efectos, produce deshidratación. Al ser una bebida perjudicial es recomendable limitar su consumo y tomar otras bebidas alternativas como infusiones, agua con gas, smoothies de frutas…", añaden.
La Asociación Española Contra el Cáncer destaca, en su Guía de Alimentación Saludable: ¿Cómo mantener unos buenos hábitos en verano para prevenir el cáncer?, "cuanto mejor comas, menos ansiedad por comida insana tendrás, ya que la microbiota se mantiene equilibrada cuando comemos saludable. Además, comer priorizando alimentos naturales hace que se generen menos picos glucémicos, lo que ayuda mucho a reducir las ganas de comer ultraprocesados".
La adopción de unos hábitos saludables y un estilo de vida activo constituye uno de los principales factores para la prevención de diferentes tipos de tumores. De hecho, según el Código Europeo Contra el Cáncer (CECC), todas aquellas personas que adoptan un estilo de vida saludable y activo tienen un 18% menos de probabilidad de desarrollar la enfermedad.