Nuestras vidas personales y profesionales son escenario de numerosos desafíos. Enfrentarse a las dificultades puede poner a prueba nuestra paciencia e incluso hacernos cuestionar nuestras habilidades.
[Qué es la psicología positiva: así puedes cultivar la felicidad en tu vida cotidiana]
Una de las soluciones es aplicar la llamada resiliencia. ¿Por qué puede resultar eficaz ante una fuerte adversidad? ¿En qué sentido puede mejorar nuestras vidas? Lo analizamos con expertos.
¿Qué significa ser resiliente?
"La resiliencia es la capacidad de una persona para adaptarse y recuperarse
frente a situaciones adversas o traumáticas. Implica la capacidad de sobreponerse, aprender y crecer a partir de ello", explican los expertos de Buencoco, servicio de psicología y psicoterapia 100% online que se encarga de encontrar al profesional más adecuado a las necesidades de cada persona entre una amplia variedad de psicólogos y psicólogas especialistas en el cuidado de la salud mental.
"La palabra 'resiliencia' tiene sus raíces en el latín, específicamente en el verbo 'resilio', que significa 'saltar hacia atrás' o 'rebotar', implicando un retorno a la normalidad. Esta noción está estrechamente ligada a la física, donde se refiere a la capacidad de los materiales para recuperar su forma original después de haber sido sometidos a altas presiones", añaden.
Tal y como subrayan los expertos de Deusto Salud, la inteligencia emocional "está muy ligada con la resiliencia, que permite a las personas enfrentarse a los problemas con una visión positiva y recuperarse de ciertas situaciones complicadas, como pueden ser algunos momentos de estrés o las adversidades".
¿Ya lo soy?
"Las características psicológicas y los comportamientos de una persona resiliente suelen incluir una actitud positiva, enfocándose en cómo hacer frente a una situación y no entrando en bucles de pensamientos negativos, flexibilidad mental y capacidad de adaptación, habilidad para resolver problemas, capacidad de regular sus emociones, autoestima sólida e inteligencia emocional, visión realista de la situación y del futuro, aprendiendo de las adversidades", añaden desde Buencoco.
"Se puede observar el nivel de resiliencia de una persona viendo cómo se enfrenta a desafíos y adversidades en su vida. Si tiende a adaptarse y recuperarse de manera efectiva, si mantiene una actitud positiva y si busca aprender y crecer de las experiencias difíciles, es probable que tenga un buen nivel de resiliencia", subrayan.
¿Cómo potenciarla?
"Desde la perspectiva de Buencoco (Unobravo), desarrollar la resiliencia implica trabajar en varias áreas. Estas incluyen el fortalecimiento de habilidades de afrontamiento de situaciones difíciles y dolorosas, como parte de la vida.
También la resolución de problemas y la gestión emocional, cultivar una red de apoyo social, mantener una actitud optimista, aprender de las experiencias pasadas y buscar el crecimiento personal y la autenticidad. La terapia cognitivo-conductual y otras formas de terapia junto a un psicólogo pueden ser útiles para aprender estrategias específicas y aumentar la resiliencia".
Ami Bondía Raga, periodista, conferenciante internacional y experta en inteligencia emocional, nuevas tendencias digitales y marca personal, que acaba de publicar el libro Energía Vitalista. Cómo impulsar tu resiliencia y determinación en tiempos inciertos, plantea el concepto de 'Energía Vitalista'. Permite impulsar la resiliencia y la determinación tanto a nivel individual como laboral, ya que la autora también habla en su libro de Profesionales Vitalistas, que son aquellas personas resilientes y líderes de sí mismas capaces de gestionar los cambios en el mundo laboral con éxito e incluso convertirlos en una oportunidad.
Además, la experta recomienda la aplicación de la Mentalidad BOOM que nace de la confianza en las capacidades de uno mismo para superar la adversidad y que hace referencia a: B-usca tu pasión, O-lvida el confort, O-mite límites y M-arca la diferencia.
¿Y en el trabajo?
"La resiliencia en el trabajo se refiere a la capacidad de los individuos para mantener un rendimiento efectivo y adaptarse de manera positiva frente a las demandas y desafíos laborales. Esto puede incluir técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda o la meditación, el establecimiento de límites saludables, la gestión del tiempo y la organización, el desarrollo de una mentalidad optimista y la práctica de la autocompasión".
Un buen líder es resiliente si tiene: capacidad de improvisación, para ser flexible y actuar fuera de lo planeado, resistencia ante la presión. Todos los profesionales sufren presión a diario en su puesto de trabajo. Sin embargo, suele suceder que cuanto más alto es el cargo, más responsabilidades acarrea. Los líderes o directivos deben absorber la presión y convertirla en algo natural, para intentar sacarle partido y convertirla en algo positivo, actitud resolutiva. Mantener la calma en momentos de crisis, - ninguna empresa se salva - y buscar soluciones sin dejarse llevar por el pesimismo, el estrés o la presión.
También tiene que tener previsión. Como decimos, a lo largo de una carrera profesional se viven crisis, cambios y mejoras. Si ve venir estos cambios le resultará mucho más sencillo actuar en consecuencia y adaptarse a ellos", recalcan los expertos de Buencoco.
Miguel Navarro, CEO de Productividad Feroz, y experto en productividad y hábitos con un gran foco en el asesoramiento a equipos directivos, añade: "Trabajar en el autoconocimiento y desarrollo personal puede ayudar a los directivos a manejar sus emociones y estrés. Es una forma de elevar la autoconciencia y la resiliencia que son claves para un liderazgo efectivo en periodos críticos. Autoconocerse va a permitir una rápida adaptación frente a desafíos, al mismo tiempo que promueve una delegación estratégica basada en un entendimiento claro de las propias capacidades y las del equipo".
Cuidado con la toxicidad
"La resiliencia tóxica, desde el punto de vista de la psicología, es cuando una persona utiliza mecanismos de afrontamiento poco saludables o destructivos para enfrentar el estrés o las adversidades. Aunque pueda parecer que están superando los desafíos, en realidad están ignorando o reprimiendo emociones importantes, sobrecargándose emocionalmente.
Pueden negar la gravedad de una situación o recurrir a comportamientos dañinos, como el abuso de sustancias o la evasión emocional, en lugar de abordar constructivamente el problema. Esto puede llevar a un deterioro de la salud mental y emocional a largo plazo. Algunas personas resilientes pueden sentirse obligadas a ser autosuficientes y a no pedir ayuda.
Aunque es importante tener la capacidad de hacer frente a los desafíos por sí mismos, la falta de apoyo social y emocional resulta perjudicial, y puede derivar en aislamiento y dificultar la recuperación de situaciones adversas", explican desde Buencoco.
[¿Estás con la persona adecuada para casarte? Descúbrelo con estas 15 claves]
Además del esfuerzo individual, "en un escenario en el que los trastornos mentales y el estrés se han vuelto más prevalentes, dedicar atención y recursos al cuidado de la salud mental se vuelve una prioridad ineludible para asegurar una sociedad equilibrada y resiliente", expresa Laura Almudena Zapardiel, psicóloga de BluaU de Sanitas.