El café es una bebida internacional. No solo es la primera opción en España para las mañanas, sino que alrededor del mundo lo priorizan antes que cualquier cosa. Es considerado como la principal fuente para obtener energía y la que nos ayuda a pasar el día sin sufrir en el intento.
Aunque su sabor continúe siendo el mismo que hace años, se ha ido adaptando a las tendencias y gustos del momento, sobre todo de la mano de grandes firmas reconocidas por sus cafés como Nescafé, Nesspreso o Millstone. Desde añadir chocolate hasta batir la leche para que haga espuma, todos hemos probado las ideas que iban de la mano de la palabra café.
Una de las últimas es añadir una cucharada de aceite de oliva a nuestra bebida. A pesar de que parezca una locura, la primera cadena que la inició fue la compañía de comercialización de café más grande del mundo, Starbucks. Lo que en un principio se realizó como un potenciador de sabor, se ha convertido en una tendencia en todo el mundo.
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Todo comenzó cuando el fundador de Starbucks, Howard Schultz, conoció la costumbre mediterránea de tomar una cucharada de aceite de oliva. Mientras tomaba su café por la mañana, se inspiró en probar los dos juntos, lo que surgió en una bebida con más sabor y una textura muy diferente a todo lo que había comercializado.
Esta mezcla terminó convirtiéndose en una línea llamada Oleato, que incluye tres nuevas bebidas de café con infusión de aceite de oliva virgen extra. A pesar de que en España aún no esté disponible, miles de personas han comenzado a imitar la tendencia y a descubrir una nueva bebida que, además de tener más sabor, cuenta con múltiples beneficios.
Los beneficios del café con aceite de oliva
Se cree que la tendencia de añadir aceite de oliva al café se originó en Oriente Medio, donde se conoce como una mezcla 'a prueba de balas'. Ambos ingredientes tienen beneficios de manera individual, por lo que en la combinación no se suprime ninguno de ellos.
El aceite de oliva es rico en grasas monoinsaturadas, antioxidantes, vitamina E y compuestos antiinflamatorios que pueden favorecer la salud del corazón, la presión arterial, mejorar la función cognitiva, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y reducir la inflamación en el cuerpo.
Cuando el aceite de oliva entra en contacto con el café, el primero de ellos recubre el revestimiento del estómago, lo que puede retardar la absorción de la cafeína del café. Esto se traduce en que puede ayudarnos a evitar el bajón que a menudo surge cuando nos tomamos una taza, así como a neutralizar su acidez. A su vez, el contenido en grasas saludables ayuda a ralentizar la absorción de cafeína, por lo que eliminaremos los nervios o colapsos que pueden producirse.
El aceite de oliva está lleno de nutrientes, incluido compuestos vegetales y vitamina E. Mientras que esta última es un antioxidante que reduce la inflamación y estimula la función inmune, los compuestos ayudan a combatir los radicales libres que pueden causar diferentes enfermedades. Además, su propia grasa nos beneficia a la hora de controlar el hambre y promover la saciedad, por lo que se convierte en una excelente alternativa para cualquiera que busque controlar su peso.
En cuanto al cuidado de la piel, esta mezcla también interviene. El aceite de oliva promueve una piel radiante, siendo empleado en diferentes cremas antiedad y tratamientos para eliminar los signos de la edad.
Aunque ya muchas personas estén añadiéndolo a su rutina y una de las grandes empresas esté comercializándolo, todavía no hay evidencia científica que respalde los resultados positivos de esta mezcla. Por lo que siempre que se consuma se tiene que hacer con moderación.