En los entornos urbanos, los niveles de contaminación son cada vez más elevados, y es bien sabido que la fuerte contaminación tiene efectos negativos sobre nuestra salud. Pero ¿sabías que también afecta a nuestra piel?
[Trucos para que el cambio climático no afecte a nuestra piel]
Estrés, rayos solares, luz azul, contaminación, etc. Todos ellos son factores de riesgo que provocan problemas como el envejecimiento prematuro, las manchas y la flacidez.
La contaminación siempre ha sido un factor externo perjudicial para la salud, provocando el aumento de infecciones respiratorias y enfermedades cardíacas. Aún así, uno de los órganos que más sufre y del que menos se habla es la piel.
La piel está formada por varias capas. La epidermis es la capa superficial y es la más expuesta a las agresiones externas. Para que la piel pueda realizar correctamente sus funciones, es importante que todas sus capas estén sanas, y que pueda actuar como barrera para que cualquier daño no la afecte.
La más mínima herida puede convertirse en una puerta de entrada para microorganismos y sustancias tóxicas que dañan las capas más profundas de la piel. Las partículas de gases tóxicos y moléculas de contaminación se dispersan en el aire de las grandes ciudades. Son diminutas y, al estar en suspensión en el aire, penetran fácilmente en los poros de la piel. Por eso es tan importante protegerla y cuidarla.
Según la marca de cosméticos Sanoflore, "los primeros signos que aparecen cuando la piel está sensibilizada por la contaminación son la irritación e inflamación cutáneas. La piel se vuelve entonces muy sensible e intolerante. Los contaminantes dañan los lípidos de la superficie de la piel, alterando su función protectora".
El sebo, que normalmente desempeña una función protectora e hidratante, se acumula en las bocas de los poros, y como resultado, se dilatan y aparecen puntos negros e imperfecciones.
Según Aura Serras, directora de iS CLINICAL España, "las pieles que sufren a diario condiciones medioambientales extremas demuestran un tono menos radiante y uniforme, con mayor flacidez y presencia de líneas de expresión".
Además de dejar una sensación de suciedad en la superficie de la piel, ciertas sustancias químicas que se adhieren a las partículas contaminantes pueden penetrar a través de las capas de la piel y causar lo que se conoce como estrés oxidativo, que debilita la barrera cutánea y provoca inflamación. Como consecuencia, la piel puede sufrir un tono irregular y apagado, así como la formación de arrugas, dando lugar a un envejecimiento prematuro.
De esta forma, la polución disminuye la producción natural de colágeno, además de deteriorar las membranas de las células. Según la marca especializada en tratamiento para la piel, Uriage, algunas de las causas más comunes son "la flacidez en mejillas y párpados, la aparición de arrugas en el surco nasogeniano, y manchas y zonas oscuras en la piel".
Según Uriage, "quienes tienen la piel sensible y padecen enfermedades cutáneas inflamatorias como el eccema son aún más susceptibles a los efectos de la contaminación, ya que la barrera de su piel se encuentra ya de por sí deteriorada". Por lo tanto, es primordial la utilización de cremas adaptadas para luchar con los efectos de la contaminación y sus consecuencias.
Cada día, protege tu piel de las agresiones con el Dépiderm Sérum Booster Antimanchas (33.90 €) que reduce visiblemente las manchas además de potenciar la luminosidad de la piel. Con una fórmula a base de Vitamina C y Niacinamida, tiene una acción correctora y preventiva de las manchas.
Uriage propone también el Age Lift crema de día anti-arrugas SPF30 (40,00€) que alisa, reafirma y protege simultáneamente las arrugas, la firmeza y las agresiones cotidianas de la piel: luz azul, rayos UV, contaminación, estrés y cansancio.
iS CLINICAL propone un sérum antioxidante y protector de los agresores ambientales que mejora la apariencia de las líneas finas y las arrugas. El GenexC Sérum (146 €) está formulado con una combinación de enzimas, antioxidantes y ácidos de frutas de origen botánico provenientes tanto de la tierra como del mar.