Adelgazar no siempre tiene que ir asociado a restringir ciertos alimentos de forma indefinida. De hecho, la pérdida de peso a largo plazo es un desafío y está asociada con un alto riesgo de fracaso. La dieta de la regla 80/20 se basa en que seguir una dieta estricta el 100% del tiempo es poco realista y casi imposible a largo plazo.

Este tipo de dieta defiende seguir una dieta sana y equilibrada diseñada para cumplir con los objetivos y necesidades nutricionales marcados por el nutricionista el 80% del tiempo, y permite disfrutar de algunos 'caprichos', con moderación, el 20% restante.

¿Cómo funciona la dieta del 80/20?

Las personas que adoptan un plan de alimentación saludable durante el 80% del tiempo se aseguran de que, de esta manera, cubren con las necesidades nutricionales. En un plan de adelgazamiento, siempre se han de seguir unas pautas marcadas por un médico o especialista en nutrición. 

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En cuanto a la regla 80/20, comer de esta manera promueve el equilibrio y la moderación el 80% del tiempo, mientras que el 20% da una flexibilidad a la dieta que permite disfrutar de la comida sin sentirse privados o llevados a los atracones.

Esta flexibilidad también asegura cierta tranquilidad porque reconoce el espacio para aquellos deslices que pueden ocurrir en cualquier dieta, ocurran y, por lo tanto, se tienen en cuenta en el plan.

Así, anticipando la posibilidad de 'salirse de lo marcado' y disfrutar de ciertos alimentos en algún momento del tiempo, este tipo de régimen alimenticio se asegura que serán menos las personas que abandonaran la dieta en comparación con otros planes más restrictivos.

¿Cómo se calcula el 80/20?

Una de las ventajas de esta dieta es que no se basa en un plan rígido e inflexible, lo que permite que sea fácil adaptarla al estilo de vida de cada una. Es decir, esto se puede traducir como la posibilidad de incluir alguna comida menos saludable a lo largo de la semana.

Por ejemplo, si se hacen tres comidas al día, el 80% de ellas o 17 durante la semana serían saludables y las cuatro restantes pueden incluir comidas libres, con productos que no se encuentran entre los permitidos, o pueden ser comidas fuera de casa.

En el día a día, esto significa que el 80% de la ingesta de alimentos es saludable, dejando un 20% para desayunar esa galleta que te encanta con el café de la mañana o para un postre después de la comida.

Independientemente de la forma en que adopte el plan, siempre se debe tener en cuenta que es necesario cumplir con el 80% más saludable para obtener los resultados que se ha propuesto conseguir y que el control de las porciones de la parte flexible de la dieta sigue siendo importante.

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¿Conseguirás perder peso?

El éxito de esta dieta dependerá de cómo se adapte esta 'regla de oro' a los patrones de alimentación existentes en la vida de cada una. Es importante tener en cuenta que este plan, de por sí, no es una dieta de pérdida de peso sino una estructura de alimentación saludable sostenida en el tiempo por lo que se puede experimentar cierta pérdida de peso al mantener patrones de alimentación saludable a largo plazo.

La regla del 80/20 es, sobre todo, una estrategia útil para las personas que ya han alcanzado su meta de pérdida de peso y necesitan ayuda con el mantenimiento. Esto se debe a que al adoptar un plan de alimentación estable que incluye una mayoría de opciones saludables pero que permite cierta flexibilidad, se estará siguiendo una estrategia realista y efectiva para mantener el peso.

Una de las principales ventajas de este enfoque es que permite un 20% de relajación disfrutando de algunas opciones menos saludables sin tener esos sentimientos de culpa y fracaso tan típicos de las dietas más restrictivas.

Beneficios de la regla 80/20

  • Fácil de hacer: no es un plan restrictivo. Lo único que cambia son sus proporciones relativas.

  • No hay que contar calorías.

  • No hay alimentos prohibidos: se puede disfrutar de todo aunque no todo el tiempo.

  • Sin privaciones: si se tiene una fiesta o una comida especial, se puede disfrutar.

  • Promueve hábitos saludables ya que el 80% del tiempo se basa en una alimentación sana.

  • Se adapta a cualquier necesidad dietética ya que no se exige ni se restringe por completo ningún alimento.