La menopausia es un momento de importante cambio anunciado en la vida de las mujeres. Tras décadas viviendo con el ciclo menstrual, aproximadamente a partir de los cincuenta años, la regla empieza a desaparecer y surgen distintos síntomas. Los más conocidos son, por ejemplo, los sofocos, pero el climaterio provoca muchas más alteraciones que muchas veces son desconocidas.
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El tabú que todavía supone en algunas ocasiones y el rechazo a la vejez con la que se relaciona este momento vital, unido a este desconocimiento todavía generalizado sobre los síntomas de la menopausia, hace que muchas mujeres tengan dificultades para vivir esta etapa, tanto a nivel físico como mental.
Sobre estas situaciones sabe mucho el doctor Santiago Palacios, un ginecólogo que ha dedicado gran parte de su carrera a la investigación de la menopausia y hace más de 30 años fundó la primera Unidad de Menopausia de España en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
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Para él, la atención global a la paciente y la coordinación entre las distintas especialidades médicas es fundamental. Para ello, se ha unido a la Fundación HM Hospitales y Theramex para inaugurar la primera Cátedra Climaterio y Menopausia a nivel mundial.
Tendrá una duración de tres años y cuenta con la participación de más de un centenar de ginecólogos de distintos puntos de España para dar respuesta a todas las necesidades de las mujeres que pasan por la menopausia, así como fomentar la investigación y la formación en este ámbito.
Santiago Palacios, que también es miembro fundador de la Sociedad Europea de Menopausia y de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEMM), ejercerá como director de la Cátedra y admite que esta iniciativa "es una ambición personal de hace tiempo".
"Siempre he pensado que la menopausia es una época muy especial y crítica de la mujer. Es una edad en la que no solo se puede ver afectada la calidad de vida, sino que pueden aparecer otros factores de riesgo como el cardiovascular o problemas articulares. También es una época importante para la aparición de ciertos cánceres como el de mama y el de colon, y no hay nadie que orqueste todas estas problemáticas y dirija a la paciente", explica en conversación con MagasIN.
Informar a las pacientes
El doctor sostiene que estas alteraciones en la salud y en la calidad de vida se ven aumentadas por la falta de información con la que muchas veces cuentan las pacientes, y para las que supone una de las principales preocupaciones al tener la menopausia.
"Por ejemplo, a veces les pasa que tienen taquicardias y vuelcos al corazón y piensan que es un problema cardiovascular, cuando resulta que es una expresión del sofoco. A veces incluso se les receta ansiolíticos, mientras que otras no entienden por qué tienen esos cambios de humor", relata.
No obstante, el doctor añade que la preocupación que más le comentan las pacientes en consulta son los desórdenes del sueño. "Empiezan a dormir mal, lo que hace que se irriten, estén cansadas, muchas veces disminuye las ganas de tener relaciones... Así empieza el efecto dominó. Por eso, la información veraz para saber qué les pasa para poder dirigirse al médico, la unidad o, en este caso, la Cátedra apropiada, es fundamental".
La doctora Jimena Cantero, ginecóloga y una de las investigadoras de Fundación HM Hospitales, confirma que el acceso a esta información es algo cada vez más demandado por parte de las propias pacientes. "Cuando llegan a esa etapa de su vida, se encuentran con una situación en la que están incómodas, que nadie les ha explicado, y que piden ayuda".
Aunque todavía queda trabajo para que la menopausia deje de ser un tabú. "Hay muchas que al principio no se atreven a preguntar o no se quieren quejar demasiado. Pero cuando les ofreces ya no solo tratamientos para los síntomas vasomotores, sino de atrofia vulvovaginal, etc. Cambia, porque quieren vivir bien", añade la doctora Cantero.
Los pilares de la Cátedra
Una de las "tres patas" que conforman la Cátedra son concretamente las conferencias y cursos que se impartirán para los profesionales sanitarios, pero a las que podrán asistir también todas las mujeres que lo deseen, para así combatir esa falta de información. "Tienen derecho a estar informadas sobre la menopausia, a reconocer y conocer sus funciones, el autocuidado y dónde buscar apoyo", afirma Palacios.
Otro de los objetivos principales de la Cátedra es el de facilitar a las pacientes todas las pruebas que necesiten y optimizar recursos, así como crear guías que unifiquen la forma de actuación y que todos los profesionales puedan acceder a las técnicas diagnósticas. También, implementar las interconsultas con otros departamentos como el cardiovascular o reumatólogo.
"La pretensión es crear un centro neurálgico para la mujer climatérica o menopáusica, que además de la información exhaustiva, haga un buen chequeo y tenga la posibilidad de interconsulta para dar respuesta a todas las posibilidades de intervención y tratamiento", expone.
Investigación y tratamiento
El tercer pilar al que aspira el director de la Cátedra es estar a la vanguardia en investigación, que está en constante evolución. Por ejemplo, tratamientos como la temida terapia hormonal sustitutiva distan mucho de lo que eran hace unos años.
"Hoy está muy individualizada y se puede poner en spray, en gel, en comprimidos... No tiene nada que ver con lo que era antes y está muy bien planificada", asegura.
La doctora Cantero afirma que "hay muchísima evidencia de que la terapia hormonal sustitutiva es el mejor tratamiento para síntomas vasomotores (sofocos)", y añade que a las pacientes que lo necesitan también les ayuda a prevenir la osteoporosis y el riesgo cardiovascular.
"Lo que pasa es que todavía no se puede poner de manera preventiva, es decir, a mujeres que no tengan síntomas vasomotores, pese a que está demostrado que mejora en otros aspectos de la menopausia", lamenta Cantero.
Además, no solo existen multitud de fármacos, sino que actualmente hay distintas formas de tratar las patologías asociadas a la menopausia. Por ejemplo, están las medidas higienicodietéticas que, como recuerda la doctora Cantero, se basan en seguir unos buenos hábitos de vida básicos: "No fumar, no beber, hacer ejercicio y tener una buena alimentación para tener un peso normal".
También hay cada vez más productos que no son fármacos como tal, pero pueden ayudar a reducir los síntomas como el polen o algunos tipos de isoflavonas, un grupo de sustancias que poseen una estructura similar a los estrógenos humanos. "La melatonina, por ejemplo, también puede ayudar contra el insomnio. Tomarlo alivia en un 60% de los casos", declara Palacios.
Patologías asociadas
Finalmente, estarían los tratamientos como la mencionada terapia hormonal sustitutiva. En este sentido, el doctor Palacios destaca dos patologías principales asociadas a la menopausia: la atrofia vulvovaginal y la osteoporosis.
La atrofia vulvovaginal es el adelgazamiento, sequedad e inflamación de las paredes vaginales que se desarrolla por la disminución de los niveles de estrógeno. Puede provocar sequedad vaginal, dolor en las relaciones sexuales, así como problemas urinarios.
Es una enfermedad crónica progresiva por lo que, por el momento, no tiene cura, pero el doctor recuerda que "tenemos un amplio abanico de posibilidades que no conocen las pacientes y del que tienen todo el derecho".
"Hoy en día tenemos hidratantes vaginales; muchos tipos de estrógenos en distintos medios como óvulos o gel; comprimidos orales no hormonales como el Ospemifeno, que mejora la atrofia vaginal y un poco la sexualidad; el láser; la radiofrecuencia; el ácido hialurónico...".
Además, al ser una enfermedad crónica se trata de forma continuada en el tiempo y se va variando según su evolución y las necesidades de cada paciente. "Puedes empezar con estrógenos locales, después cambiar al comprimido oral, y más tarde poner un láser. Hay muchísimas posibilidades", insiste el doctor Palacios.
Para tratar la osteoporosis o pérdida de masa ósea también hay muchas opciones como la dieta enriquecida en calcio o suplementos -tanto de calcio como vitamina D-. "Es importante que caminen y hagan diez mil pasos al día para mantener el músculo y el hueso. También tenemos muchos fármacos para la prevención de fractura, que es lo más importante".
Explicar a las pacientes todas estas posibilidades, unido a las interconsultas y a contar con un espacio de tratamiento global derivará, no solo en una mejor atención, sino que también las empodera.
"Se trata de llegar a la toma de decisiones compartida. Es algo que me parece muy importante porque la menopausia tiene años de duración y esto significa que yo te explico lo que hay y lo que en tu caso creo que puede irte bien, y tú eliges lo que prefieres".
El Observatorio de la Mujer
Con todos estos elementos, el doctor Santiago Palacios quiere implementar "un concepto que es muy importante, que a mí me hace mucha ilusión y que tampoco nunca se ha tenido aquí: el Observatorio de la Mujer en materia de menopausia".
"Un Observatorio la Mujer significa que nosotros cada cierto tiempo podamos contrastar datos de la situación actual, tener una fotografía de lo que demandan las mujeres, de sus problemas, sus necesidades y sus preocupaciones. Sería una bomba de datos que nos haría sentirnos responsables de una automejora continua y también serviría desde el punto de vista del consejo a las autoridades reguladoras sobre posibles estrategias".
Aunque son "muchas ambiciones, muchas ilusiones y muchos retos", el doctor Palacios se muestra emocionado por la fundación de esta Cátedra y recalca que lo más importante es que "las que se van a ver beneficiadas son las mujeres".