El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es un problema de salud con una incidencia de una de cada cinco adolescentes, cuyo desequilibrio hormonal con predominio de andrógenos, puede tener importantes alteraciones en la salud a corto, medio y largo plazo.
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Los ovarios producen las hormonas estrógenos y progesterona, además de andrógenos, como la testosterona. Estas hormonas regulan el ciclo menstrual y la ovulación (el momento en que se libera el óvulo).
Aunque a veces los andrógenos se conocen como "hormonas masculinas", las mujeres también los producen. En las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, el organismo produce cantidades de andrógenos más elevadas de lo normal. Esta cantidad de andrógenos más alta de lo normal, propia de este síndrome, puede interferir en el desarrollo y la liberación del óvulo.
En ocasiones, en vez de que los óvulos maduren, se desarrollan quistes (pequeñas bolsas llenas de líquido). Estos trastornos hormonales y metabólicos pueden causar menstruaciones irregulares, menstruaciones muy abundantes o, incluso, ausencia de la menstruación.
Las mujeres con este síndrome son más proclives a tener dificultad para conseguir un embarazo, problema con buenas posibilidades de tratamiento. Pueden tener un crecimiento excesivo del vello corporal, obstrucción de poros o acné, o tendencia a ganar peso, así como mayor probabilidad de desarrollar diabetes, enfermedades cardíacas o hipertensión.
Aunque el síndrome de ovario poliquístico no tiene cura definitiva, hay varias formas de tratarlo y controlarlo. Requiere un cambio de estilo de vida y la toma de fármacos.
Perder peso puede resultar muy efectivo para atenuar muchos de los problemas de salud relacionados con el síndrome de ovario poliquístico, como la hipertensión y la diabetes, el ejercicio físico es muy importante para mejorar la sensibilidad del cuerpo a la insulina e impedir el desarrollo de diabetes.
Existen, además, algunos medicamentos para tratar el síndrome de ovario poliquístico. La metformina, un medicamento que se utiliza para tratar la diabetes, puede reducir la concentración de insulina en sangre. En algunas mujeres con síndrome de ovario poliquístico, este medicamento puede ayudar a controlar la ovulación y los niveles de andrógenos. Esto les puede regularizar los ciclos menstruales.
Los fármacos anticonceptivos con componente antiandrogénico, para ayudar a controlar los niveles de andrógenos en el organismo y a regular el ciclo menstrual, ayudan también a controlar el acné y el crecimiento excesivo del vello.
Algunos suplementos alimenticios con base de aminoácidos y mioinositol están demostrando su utilidad en el control de los síntomas, con una buena evidencia científica.
En cualquier caso, la medicación siempre se debe combinar con los cambios en el estilo de vida recomendados por el médico.
* Por el doctor Alfonso Duque Frischkorn, ginecólogo de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional.