Ya está en Colombia… y dando mucho que hablar. Meghan Markle ha sacado toda la artillería fashion para brillar con luz propia en esta visita 'oficial' (recordemos que renunciaron a sus deberes reales en 2021).
Los duques de Sussex llegaban el 15 de agosto a Bogotá para cumplir con una apretada agenda de cuatro días, durante los cuales estarán presentes en diversas conferencias relacionadas con el "ciberacoso, explotación en línea y repercusiones de estas amenazas en la salud mental". Ambos fueron invitados por la vicepresidenta y Ministra de Igualdad de Colombia, Francia Márquez, con una doble motivación.
Según ella misma ha dicho, vio la serie que Harry y Meghan protagonizaron en Netflix y que dio la vuelta al mundo, lo que hizo que decidiera extender la invitación, y también para conmemorar junto a ella el día de las mujeres afrodescendientes, que se celebró el 25 de julio.
"A Meghan y Harry los conocí en medios de comunicación, pero sobre todo, vi la serie en Netflix sobre su vida, su historia y eso me conmovió, me motivó y me llevó a decir que Meghan es una mujer que merece venir a nuestro país y contar su historia. Su intercambio, sin duda, será un fortalecimiento para tantas mujeres en el mundo", ha dicho.
Se trata de un viaje importante, el primero que hacen a un país que no es de la Commonwealth o del continente africano, recordemos que estuvieron en Nigeria hace unos meses, pero parece que quieren ampliar horizontes en el trabajo humanitario de la fundación que ambos presiden.
La puesta en escena de la duquesa en Colombia ha sido arrolladora: estilismos perfectos y muy lujosos, aunque en cierto modo silenciosos, porque son sencillos y elegantes y el acento va en las joyas de precio estratosférico, y una actitud cercana y cautivadora. Mientras Kate Middleton sigue de baja médica y, de momento, no regresará a su agenda institucional, Markle triunfa en su primer viaje a Colombia.
Para su llegada, eligió un bonito dos piezas compuesto por un chaleco y pantalones a juego en azul de la firma Veronica Beard, que combinó con unos salones negros de Manolo Blahnik y joyas de lujo.
Llevaba su archiconocido reloj de oro de Cartier que perteneció a Lady Di y cuyo precio supera los 24.000 euros, el brazalete Love de la misma firma (7.900 euros) y su pulsera de la suerte, firmada por Lorraine Schwartz, que lleva por nombre Against Evil Eye, realizada en diamantes con ojos contra la mala suerte y que se puede adquirir por 17.162 €.
En esa primera jornada, además de la tradicional recepción, visitaron el Colegio Cultura Popular de Bogotá, donde dialogaron con estudiantes y docentes sobre el poder y los desafíos de las nuevas tecnologías en un acto auspiciado por su fundación Archwell. La duquesa de Sussex causó furor entre los adolescentes y no dudó en hacerse selfis con ellos de recuerdo.
Ese mismo día, para la visita al Centro Nacional de las Artes Delia Zapata, la esposa del príncipe Harry se cambió de ropa y tuvo el primer guiño estilístico con sus anfitriones, luciendo un precioso vestido de la diseñadora colombiana Johanna Ortiz. Se suma así al equipo VIP de esta creadora que es de las preferidas de personalidades como Sassa de Osma o Tamara Falcó. De estampado étnico y con abertura en el abdomen, lo aderezó con mules de Jimmy Choo y pendientes de Lanvin.
Como colofón a una jornada frenética, hubo un tercer look de Meghan para participar en el Foro Futuro Digital Responsable. En esta ocasión, se decantó por una opción de estilo oficina: blusa marrón de seda de Victoria Beckham, pantalones fluidos de tono similar de la firma La Ligne, sandalias doradas de tacón cuadrado de Aquazzura y unos pendientes de Birks de casi 3.000 euros.