Uno de los momentos más especiales y emotivos de esta jornada del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI lo han protagonizado sus hijas, durante el almuerzo que la Familia Real ha ofrecido a los invitados y galardonados con las condecoraciones de la Orden del Mérito Civil en el Palacio Real.
Nerviosas y muy sonrientes, han esperado a que su padre inaugurara la comida con unas palabras de agradecimiento a los presentes, para levantarse y darle una sorpresa. No solo a su padre, también a su madre, que es inevitablemente protagonista secundaria de esta celebración. Miradas cómplices de las dos hermanas para la gran anécdota del día.
Tal y como avanzaba Felipe VI, la disposición de los invitados en el almuerzo era diferente, con sus hijas sentadas en distintos lugares, asegurando que quería "que todos estén en el mismo plano" como una "forma de mezclarnos, conocernos más". Él mismo ha empezado con el brindis, agradeciendo a todo el mundo sus buenos deseos y levantando su copa.
Cuando pensábamos que todo había terminado y que comenzaba el almuerzo, se ha escuchado un tintinear de una cuchara contra el cristal pidiendo atención. Letizia estaba compinchada y les ha dado la orden para salir con un: "Ya". Leonor y Sofía se han levantado y han cogido el micrófono diciendo: "Mamá, papá, majestades, perdón por colarnos, pero también nosotras tenemos algo que decir hoy". La Infanta es la que más nerviosa parecía, con una evidente timidez, pero el gesto que deseaban tener con sus padres era más importante que tener tantas miradas sobre ella.
Las hermanas Borbón Ortiz se han ido intercalando el móvil donde llevaban escrito lo que iban a decir. Ha empezado Sofía y luego ha proseguido la Princesa de Asturias. A medida que iban hablando, la emoción de Felipe VI iba en aumento y a punto ha estado de llorar, con los ojos reteniendo con esfuerzo las lágrimas.
"Gracias por acompañarnos para recordar que en estos diez años hemos aprendido de nuestros padres, lo que significa el compromiso que los cuatro tenemos con todos los españoles", decía Sofía. Seguidamente, la heredera tomaba la palabra: "Un brindis por nuestra madre y nuestro padre, por nuestros Reyes. Porque desde que nacimos nos han enseñado el valor de esta institución, de la Corona. Su utilidad para nuestra sociedad y su propósito de servir a todos. Mamá, papá, muchas gracias".
La emoción ha sido generalizada y les han dedicado un sonoro aplauso. Este momento no estaba en el programa oficial y ha sido un detalle casual para una jornada histórica que le quitaba rigidez al acto. Es una forma ideal de mostrar una institución más cercana. Resulta curioso también que el protagonismo lo tengan las hermanas por igual, pese a ser Leonor la llamada a ser la próxima reina de España.