Pocas veces podemos ver a los miembros de la monarquía en momentos distendidos y realmente curiosos como este. En ocasiones, dejan de lado el férreo protocolo y se dejan llevar por la naturalidad mostrándose completamente mundanos. Eso es lo que ha sucedido con el vídeo viral de Silvia de Suecia donde se la ve bailando al ritmo de una conocidísima canción del grupo ABBA.
La escena sucedió durante el reciente viaje de la reina a Tailandia. Concretamente en su visita a la Exposición de Proyectos Infantiles y a una cena benéfica posterior para la protección de los niños. En ella, la esposa de Carlos Gustavo, que vestía un diseño en rojo con mangas mariposa, se animó a salir a escena para moverse mientras sonaba Dancing Queen.
A sus 80 años, la consorte sueca, sonriente y muy emocionada, rememoraba así el día de su propia boda y pensaba en su marido y padre de sus hijos. El famosísimo tema del grupo sueco está inspirado precisamente en la historia de amor de la pareja real y ABBA lo compuso en 1976 supuestamente como regalo nupcial. El tema se estrenó precisamente en la fiesta preboda de Silvia y Carlos Gustavo, por lo que es muy especial para ambos.
Distendida y sonriente, la madre de la princesa Victoria demostraba en Tailandia que sigue siendo dancing queen y bailaba junto a la cantante siguiendo la coreografía y coreando las estrofas a la vez. No es un secreto que ABBA es el grupo preferido de los Reyes de Suecia. De hecho, hace unos meses estuvieron en un concierto homenaje en el Cirkus de Estocolmo para celebrar el 50 aniversario de la victoria del grupo en Eurovisión y allí ambos también corearon sus mejores hits.
Al margen de esta anécdota, que ha sido muy comentada en redes, hay que resaltar que el viaje de Silvia al país asiático tenía un motivo importante y de peso: asistir a una conferencia sobre los derechos del niño que tuvo lugar en el Centro de Conferencias de las Naciones Unidas en Bangkok.
Allí, la Reina certificó su compromiso con esta causa, pronunciando un importante discurso ante 900 participantes, entre ellos, la reina Suthida de Tailandia, representantes del gobierno tailandés y de la sociedad civil, así como expertos internacionales en protección infantil.
"Es difícil y desagradable hablar del abuso sexual infantil. También se aplica a mí, como mujer, como madre, abuela y abuela, y como reina. Pero el silencio no hace que desaparezca, el silencio solo ayuda al perpetrador. El abuso sexual ocurre en todas partes, en todos los países del mundo, en todas las culturas y sociedades. Y si yo no hablo, ¿quién lo hará?", decía desde el estrado.