El Palacio Real de Oslo, escenario que ha reunido de nuevo a la monarquía noruega con la danesa, llevaba horas preparado para acoger uno de los eventos más especiales del año: una cena de gala que, además de ser la primera a la que Mary y Federico X asisten en calidad de reyes en el país, ha dejado interesantes guiños estilísticos por parte de las royals. Celebrada en honor a la pareja de Dinamarca, ha sido el momento culminante de un viaje de Estado que comenzó esta mañana en la capital escandinava.
Se trata de una cita muy esperada no solamente por su valor institucional, sino también por los guiños, sutiles pero cargados de simbolismo, que cabía esperarse de la noche, ya que sus protagonistas acostumbran a hacerlos en las elecciones de vestuario y complementos para ceremonias de este tipo. Mary de Dinamarca, por ejemplo, se ha dejado ver con la tiara Pearl Poiré, una impresionante joya con 18 perlas que cuelgan de unos arcos decorados con diamantes.
La corona, que guarda ciertas similitudes en su estructura con la Lover's Knot de Kate Middleton, perteneció antes a Margarita II. La lució en momentos tan memorables como el primer retrato oficial o la fotografía por su 80 cumpleaños, lo que lleva precisamente a asumir que este tesoro histórico tendría un gran valor sentimental para la reina Mary.
La ha combinado con los pendientes y collar a juego, y un impresionante vestido largo en tono lila claro con cuello y mangas elaboradas jugando con una capa de transparencias. Según ha confirmado la modista danesa Birgit Hallstein, el diseño es una reelaboración del que ya lució en la boda del príncipe Carlos Felipe de Suecia y la princesa Sofía en un soleado día de junio de 2015.
Por su parte, Sonia de Noruega, esposa de Harald V, ha acaparado la mirada de los amantes de las esmeraldas con su tiara. También ha llevado un impresionante vestido en color coral con efecto drapeado en el cuerpo y falda plisada. El diseño, con un tono cálido ideal para esta noche primaveral, ha destacado la elegancia atemporal de la reina consorte: ya la vimos utilizarlo en la boda de Victoria de Suecia hace 14 años, y para una cita así no ha dudado en recuperarlo de su armario.
Su nuera Mette-Marit, esposa del heredero Haakon Magnus, ha llevado la tiara Amatista, realizada en los años 90 con amatistas y diamantes talla brillante. Consta de un collar convertible en tiara, un par de pendientes con gotas extraíbles, dos pulseras que se pueden llevar juntas como un segundo collar, y un broche. Como atuendo, ha optado por el blanco a través de una blazer, combinada con una falda maxi con estampado floral que se ajustaba a las caderas y recuperaba el vuelo a la altura de los muslos.
La visita oficial a Noruega es especialmente significativa para los reyes Federico y Mary de Dinamarca, ya que es su primera visita como monarcas a este país. Además, coincide con su vigésimo aniversario de bodas. La pareja real danesa se casó en 2004 en la catedral de Copenhague y desde entonces ha visitado varios países como representantes oficiales del Reino de Dinamarca. La cena celebrada en el Palacio Real fue una noche memorable para la reina, así como para Sonia de Noruega y Mette Marit. Todas brillaron con sus vestidos y joyas regias en esta noche primaveral.
Cabe recordar que esta gala sirve como símbolo del vínculo entre las casas reales, cuya relación es muy estrecha y se remonta a tiempos pasados. La antigua reina Margarita II visitó Suecia y Noruega en 1972 poco después de subir al trono, invitada por los entonces reyes Carlos Gustavo VI Adolfo de Suecia y Olaf V de Noruega. La tradición continúa hasta hoy día, con los reyes Federico y Mary de Dinamarca honrando a la madre del flamante monarca en esta visita oficial a Noruega.