La asturiana Celia Bernardos representa la moda vitamina en un mundo inclinado hacia la uniformidad. Su estilo tan particular hace que sus diseños se reconozcan de inmediato por una estética colorista y sofisticada, que triunfa en Shanghai, Londres, Nueva York, Florida, Dubái y Australia con más de 200 puntos de venta.
Sus creaciones aparecen en portadas de revistas de moda, programas de televisión o exitosas series de Netflix que lucen celebridades de la talla de Olivia Palermo, Eugenia Silva y Zooey Deschanel.
Desde Magas hablamos con ella sobre sus diseños y el mundo de la moda en general.
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¿Cuándo decidiste que querías dedicarte a la moda?
Mis primeros pinitos en la moda fueron con veintitrés años tan solo, haciendo accesorios y comerciándolos con una amiga en Ibiza, donde vendíamos en mercadillos y playas.
Aún no tenía los conocimientos para crear una marca, pero me gustaba lo que hacíamos y por azares del destino y tras mostrar las fotos de amigas con mis pendientes, conseguí comenzar a trabajar en Pepe Jeans.
A pesar de no tener formación en moda, la capacidad de manejar programas de diseño gráfico y el potencial que vieron con mis diseños me permitieron ganarme un sitio en su departamento de diseño creando las fichas, que es como se llama a los diseños que se hacen en el ordenador de los maniquíes en 2D, con las explicaciones que se mandan a fábrica para que puedan crear los patrones y las tallas.
De esta manera, empezó mi formación en moda, que después continuó en Arteixo dentro del departamento de accesorios de Zara (bolsos, zapatos, cinturones…). Fueron tres años teniendo contacto con proveedores, viajando y descubriendo que lo que realmente me gusta es hacer algo distinto del circuito del fast fashion.
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Y ahí te decidiste...
Si bien tenía las ganas, aún no tenía el dinero para ponerme por mi cuenta… Mi currículum continuó creciendo en Asia: en el año 2010 empecé a trabajar en Shanghái en una empresa que arrancaba para crear el Zara chino dirigido al mercado doméstico de ese país, llevando toda la parte de sourcy (buscar los materiales, visitar fábricas, viajar a ferias …).
Después de año y medio trabajando en Shanghái, mis ganas de dejar el fast fashion aún eran más grandes, mis conocimientos también y había ahorrado lo suficiente para arrancar.
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¿Por qué arrancas Celia B desde Shanghái?
Sí, Celia B es la primera marca española en desfilar en la Shanghái Fashion Week. Empecé creando las primeras muestras con sastres callejeros y telas que había estado guardando de mis viajes por Tailandia, Hong Kong, India…
Las vendía en mercadillos y ferias, en un momento en el que los diseñadores emergían en el mercado chino. No era fácil, porque China tiene sus dificultades, pero fue un momento en el que Shanghái era la tierra de las oportunidades.
Al ver que funcionaba, comencé a viajar con Celia B por ferias internacionales. La primera feria a la que acudí fue Tokio. Allí no conseguí ni un solo cliente, porque no hablaba japonés. Sin embargo, luego me desplacé a París y ahí, sí conseguí vender en tiendas japonesas. Así empezaron a llegar clientes de Oriente medio (Dubai, Arabia Saudí…). Y por estar presentes en China, teníamos también tiendas que nos compraban para Pekin, Chengdu o Shanghai.
Te empezamos a conocer en España cuando ya tienes 200 puntos de venta en Estados Unidos.
Si, gracias a la plataforma Moda Operandi, realicé una expansión por América, mientras que aún no se me conocía en España. Y fue la pandemia la que me trajo de nuevo a mi Asturias natal, donde el confinamiento me enseñó que realmente da igual donde tenga el showroom, ya sea en Nueva York o en Pravia.
Hoy en día, lo que necesitas es comunicarte adecuadamente con la gente en todo el mundo, y eso es algo que a mí se me da bien por mi carrera de Publicidad y Relaciones Públicas.
Así que, desde Oviedo y confinados, la tienda online empezó a despegar y yo a recoger los frutos del trabajo de tantos años. La serie de Netflix Sex Education ayudó mucho a que se me ponga nombre en los medios. A raíz de que una de las protagonistas sacase un modelo nuestro, la prensa empezó a tener curiosidad por la marca y ahora España es un mercado importante para nosotras en la tienda online.
¿Qué actrices y celebrities han lucido tu universo?
La verdad que estamos muy agradecidos porque no tenemos agentes de representación y es todo a través del 'boca a boca' o contactándonos directamente. A nivel internacional, nuestros diseños han sido lucidos por celebrities como Olivia Palermo, Pixie Lott, Zooey Deschanel o Eva Mendes. Y en España, por Eugenia Silva, Paula Echevarria, Patricia Conde, Jenni Hermoso o Eugenia Martinez de Irujo.
¿Cuesta triunfar entre una tendencia minimalista de blancos, negros y lisos?
Nadie es inmune a un mundo inclinado hacia la uniformidad, con el negro como símbolo de elegancia, pero yo soy colorista y sofisticada. La naturaleza tiene colores, porque es una forma de embellecer. Intento hacer cosas que me hagan sentir bien y me vea guapa cuando las visto. Mi estilo se reconoce de inmediato por una estética colorista y sofisticada, con reminiscencias de los años 70, presentando mucha mezcla, pero con armonía a la vez.
Los colores nos hacen estar guapas y que favorezcan es mi principal objetivo. Para mí, es muy importante que los patrones realcen la figura, marcando lo que hay que marcar y disimulando lo que tenga que disimular.
El llevar mi ropa no es complicado porque queda bien: bastantes inseguridades tienen la vida como para que la ropa sea otra más. Nos tenemos que ver favorecidas y cómodas con ella. Mi estilo es alegre, colorido (me encanta la ropa vintage), tiene la inspiración de la artesanía y de los viajes: haber vivido en muchos países distintos se refleja en los textiles y los diseños. Mucha gente dice: 'Se nota que has vivido en el sudeste asiático porque esto es muy de Tailandia; o este estampado es super mexicano...' Hay de todo, porque también hay volantes y hay crochet…
¿Qué significa que tengas una división solo dedicado al crochet?
Aunque parezca que el crochet viene de la infancia, realmente viene de un curso que hice con una artista en China. Allí estaba todo el día haciendo fichas con el ordenador y hacer algo con mis manos me devolvió la parte artesanal con la que empecé al crear mis propios pendientes. Me volví loca y me aficioné al ganchillo, echaba mucho de menos hacer algo con mis manos: sus posibilidades son infinitas porque mezclar lanas es lo más.
Eres una mujer muy comprometida con el feminismo.
Soy feminista convencida. Es una parte muy importante de mi vida y en el equipo somos todas mujeres. Pero no quiero utilizarlo como un reclamo de marketing de la marca. Muchas empresas utilizan el mensaje feminista o el ecologista para vender más y no es mi caso. Yo soy feminista y si llega el día del libro, recomendaré los que estoy leyendo o he leído que seguramente sean feministas.
¿Cuál es tu compromiso con la sostenibilidad?
En el momento en el que estás fabricando algo, ya no eres sostenible, porque cualquier cosa que se fabrique supone un impacto medioambiental. Muchas marcas venden mensajes vacíos. La necesidad de hacer sentir bien al consumidor dándole una camiseta de algodón orgánico por cinco euros es un 'eco-postureo'. No vivimos en una burbuja y sabemos lo que está pasando. Creo que el camino es producir cada vez menos y no hacer grandes tiradas para conseguir costes baratos y precios ridículos.
Personalmente, pienso que contribuyo a que no haya un despilfarro en el mundo de la moda creando prendas que no quedan anticuadas y que son duraderas. Si te compras un vestido mío de hace seis años, sigue siendo totalmente actual y está hecho de buena calidad. También utilizamos materiales naturales (algodón orgánico, viscosas) y reducimos al máximo las fibras sintéticas. Además, nuestras producciones son pequeñas, de 50-100 vestidos por tirada, dependiendo de los modelos.
¿También haces decoración?
Hemos sacado la línea de hogar que incluye manteles, servilletas, platos y vasos. El diseño en general me encanta y no podía faltarnos la decoración. La moda es una piel, y el hogar es la segunda piel.
¿En qué novedades estás trabajando?
Acabamos de lanzar una línea de hombre y el mes que viene vamos a sacar una colaboración muy especial que me hace mucha ilusión, pero todavía no puedo decir nada. Se trata de una artista a la que admiro y muy reconocida en el mundo de la moda.