Letizia repite vestido en la recepción al Cuerpo Diplomático: su look más regio con guiño romántico a Felipe VI

Hoy miércoles 31 de enero, los turistas de las calles del centro de Madrid estaban invitados a un espectáculo gratuito casi sin saberlo. Esta mañana los Reyes reciben en el Palacio Real de la capital española, como ocurre cada año, al Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país. Aunque el acto en sí no suena muy importante, lo cierto es que los representantes de otras naciones llegan a la cita subidos en las carrozas de caballos que pertenecen a Patrimonio Nacional.

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Se trata de un verdadero show ecuestre en el que los carruajes que ruedan por las calles tienen siglos de antigüedad. El Cuerpo Diplomático acreditado en España está compuesto en total por 126 Embajadas y casi 800 consulados, 153 de carrera y más de 600 honorarios. Aunque de lo que ocurra en el interior los visitantes de Madrid no van a poder enterarse, es cierto que también es un verdadero espectáculo.

Las mujeres deben ir de largo y los hombres, de chaqué, ya que es así como lo solicita protocolo. A lo largo de los años, los looks de Letizia han sido variados y dispares: algunos aciertos y algunos errores. Si nos tuviéramos que quedar con un acierto, este sería el del 2019, en el que la Reina apostó por una falda color burdeos, que nunca le hemos vuelto a ver, con botones laterales y abertura muy sexy de raso. La combinó con una blusa blanca muy sencilla de Hugo Boss y unos salones a juego con la falda firmados por Uterqüe.

Y el estilismo más comentado de este acto tuvo lugar dos años después, en 2021, cuando eligió un vestido tipo esmoquin en azul Klein con escote cruzado terminado en botón joya y una abertura un poco excesiva que dejaba ver sus piernas. Le añadió unos salones de ante azul de Nina Ricci. Y no nos podemos olvidar del año siguiente, cuando Letizia 'atracó' el armario de doña Sofía y eligió un diseño de Valentino de la Emérita fechado en 1977. Realizado con un cuerpo de escote redondo, mangas abullonadas y un precioso bordado, dejó a todos sin palabras gracias a su increíble falda verde en color esmeralda. Una obra de arte. 

La Reina ha recuperado un vestido que estrenó en 2022. Gtres

Este año ha vuelto a elegir el azul noche para vestir elegante y sencilla. Un look de esos que estamos seguros veremos en otras ocasiones, ya que se puede reciclar en muchos de los actos que Letizia protagoniza a lo largo del año. De hecho, es la segunda vez que lo vemos, ya que lo estrenó durante la Pascua Militar del 2022, en el mismo escenario que esta mañana. Se trata de un diseño camisero muy largo y abotonado con cinturón a juego, falda amplia hasta los pies y manga larga abotonada en la muñeca.

Pero lo que más nos ha llamado la atención es que Letizia se ha puesto un collar. Sí, no estamos soñando, ¡por fin ha lucido alguna otra joya que no sean unos pendientes o el terrible anillo de Coreterno! Y no se trata de una pieza cualquiera. Es una joya que lleva más de 20 años guardada en su cofre de Zarzuela: el diseño que sus suegros, Juan Carlos I y Sofía, le regalaron con motivo de su enlace con el entonces Príncipe de Asturias. La única vez que se lo hemos visto fue en la preboda, una cena que se celebró en el Palacio de El Pardo el 21 de mayo de 2004. En ese regalo iban también los pendientes a juego, pero estos sí los ha lucido en público varias veces.

Letizia ha elegido el collar y los pendientes que recibió como regalo de pedida. Gtres

Pero no se trata de un simple conjunto que los eméritos hubieran ido a comprar a una joyería sin más, lo cierto es que tienen una historia detrás. Se trata de un diseño que era propiedad de la primera esposa de Alfonso XIII, María de las Mercedes, y fue un regalo de boda. Tras su muerte, lo heredó la Condesa de Barcelona y luego Letizia. Una verdadera maravilla. 

Es un collar realizado en planito, con zafiros azules en forma de flecha y una enorme perla que cuelga en forma de pera. Una preciosidad atemporal que nos encantaría que luciera en más ocasiones. Muchas veces nos da un poco de pena el escaso uso que hace la esposa de Felipe VI del joyero real, ya sean las que pertenecen a la Familia Real o las suyas propias. Además, ha lucido los pendientes a juego con una pulsera de zafiros que tiene. Y esta pieza ha sido la protagonista porque durante los saludos del besamanos ha salido volando y el Rey le ha tenido que ayudar a ponérsela de nuevo.