El Día de la Hispanidad de este 2023 ha sido histórico por muchos motivos y la Princesa de Asturias ha sido la absoluta protagonista, tanto del desfile, como del besamos. Leonor ha puesto su propio sello al acto, cumpliendo con solemnidad con su participación en el desfile y también en el besamanos del Palacio Real, al que asistía por primera vez semanas antes de cumplir 18 años.
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El primer dato curioso ha sido verla llegar con su uniforme de gala del Ejército de Tierra, pero con pantalones y no con falda como contempla el reglamento para las mujeres. Se esperaba que se cambiara para la recepción posterior, como siempre hace el Rey que se quita el uniforme cada año para llevar traje en el salón del trono. Sin embargo, la primogénita de Felipe VI ha preferido lucir en mismo estilismo castrense, mostrando su total implicación con su formación militar.
Sólo ha habido un cambio: ha prescindido de la boina roja de combatiente y ha lucido su impecable moño trenzado, colocada al lado de sus padres y saludando uno a uno a los 2.000 invitados de la recepción. Muy sonriente y emocionada, parecía que lo había hecho toda la vida y se la veía cómoda y muy concentrada en su labor.
Contra todo pronóstico, había una gran sorpresa preparada para ella y en su rostro se ha notado la especial ilusión que le ha hecho. Algunos de sus compañeros cadetes de la Academia General Militar de Zaragoza habían sido invitados al evento y han pasado a saludarla como guinda al besamanos. La Princesa no ha podido evitar sonrojarse al verlos llegar. Ha mirado a sus padres, visiblemente feliz, y tanto Felipe como Letizia sonreían muy orgullosos del momento. Cuando el grupo ha seguido caminando, la Princesa ha vuelto la cabeza para mirarlos. A continuación, todos se han dirigido al cóctel que sigue a este acto.
Ésta ha sido una de las grandes anécdotas de la jornada, a la que se suma el beso en la mano que le ha dado el duque de Alba a Leonor como señal de respeto. Un día, sin duda, que la heredera guardará en su memoria para siempre y en el que seguro ha echado mucho de menos la compañía de su hermana, la infanta Sofía, que por cuestiones académicas se ha perdido el crucial momento. Afortunadamente, sí podrá estar presente en la jura de la Constitución y la fiesta de cumpleaños, el 31 de octubre.