Han pasado 113 años desde que el último rey de Portugal, Manuel II, fuera depuesto en 1910. Desde entonces, nuestro país vecino ha sido una república. Pero no por ello, el enlace entre la infanta María Francisca de Braganza, duquesa de Coimbra, única hija de los duques de Braganza, y el abogado Duarte de Sousa Araújo Martins no ha captado interés del país. Se trata de la primera boda de la Casa Real en Portugal en 28 años.
La ceremonia religiosa, que comenzó a las 15.00h y contó con cerca de 1.200 invitados, tuvo lugar en la Basílica del imponente Palacio Nacional de Mafra, el monumento más importante del barroco portugués y patrimonio mundial por la Unesco. El cardenal Manuel Clemente fue el encargado de oficiar la ceremonia. Después de jurarse amor eterno, los novios ofrecieron un cóctel en el Palacio.
Entre los diferentes invitados estuvieron varios ex primeros ministros como Pedro Passos Coelho o Pedro Santana Lopes. El actual primer ministro, el socialista António Costa fue invitado a la boda, aunque no podrá acudir debido a la cumbre europea de Granada. Tampoco asistió ningún miembro de la familia real británica ni española, aunque sí hemos podido ver miembros de otras casas reales como las de Liechtenstein, Orleans o Saxe-Coburg Gotha.
Maria Francisca de Bragança, de 26 años, es la primera de los tres hijos de Eduardo Pío de Braganza, heredero al trono de una improbable restauración de la monarquía en Portugal, y su mujer Isabel de Isabel de Herédia, en casarse. El mayor, Alfonso, de 27 años, sería el heredero al trono si nuestro país vecino fuera una república monárquica. El menor, Dinis, tiene 23 años.
El diseño del vestido de la novia estuvo al cargo de la diseñadora portuguesa Luzia do Nascimento. También lució una tiara de 800 diamantes que perteneció a Amélie, la última reina de Portugal, y un par de pendientes de diamantes que lució su madre en su boda en 1995, que fueron el regalo de bodas de su madre, Raquel de Herédia.
La propuesta de matrimonio se produjo en Timor Oriental en 2022 tras cuatro años de noviazgo. Según contó el novio, de 32 años, en una entrevista de la pareja al medio portugués Expresso, antes de la petición pidió el consentimiento de los duques de Braganza. “Fue súper fácil”, reconoció.