Pocas son las palabras que hacen falta para presentar a Eva González. Fue Miss España allá en el 2003 y desde entonces es difícil encontrar un momento en el que haya salido de nuestras pantallas. Además, a ese galardón se sumaron el de Miss Elegancia y Miss Simpatía, dos premios que, si nos tuvieran que preguntar, volverían a ser suyos.
De ahí, pasó al mundo de las pasarelas. La pudimos ver, entre otras, en Cibeles, en el Salón Internacional de la Moda Flamenca (SIMOF) y en la Semana de la Moda de Sevilla. En 2004, se lanzó a la televisión, donde ya suma 20 años de carrera. Se ha movido por todo tipo de programas y cadenas, demostrando, una vez más, que vale para lo que le pongan por delante.
Destaca su presencia en MasterChef, programa de La 1, donde presentó tanto la versión estándar como la Junior y, desde 2016, MasterChef Celebrity. Sin embargo, tras seis años se desligó de esta edición y, en 2018, fichó por sorpresa por Antena 3 tomando las riendas de La Voz y La Voz Kids.
¿Qué es lo más te gusta de tu trabajo como presentadora?
La Voz me da muchas cosas bonitas, siempre lo digo, es como ser tres presentadores en uno. Al principio tienes la parte de las audiciones, en las que estoy mucho con las familias y todo eso. Luego, la parte de las batallas, donde sí te convierten más en maestro de ceremonia. Después está la parte de los directos, que te une el nervio del directo con la parte de ser maestro de ceremonia, y la verdad es que yo me lo paso muy bien y lo disfruto mucho.
Te adentraste en el mundo de la televisión viniendo del modelaje, ¿cómo fue ese cambio? ¿Alguna mirada por encima del hombro al inicio?
Pues es que yo, sinceramente, te digo que nunca lo he vivido así. Ni mi visión de futuro ni mi meta fue presentar un programa tan grande como La Voz o como he presentado muchos otros en los que he tenido muchísima suerte de estar rodeada de un equipo que me ha enseñado un montón de cosas y me sigue enseñando un montón de cosas.
Nunca paro de aprender con estas cosas, pero mi meta, en un principio, no era presentar un tipo de programa así, mi meta era: "Bueno, pues me han cogido en el casting este", "me han dado un micrófono y me voy a la calle", "pues vamos a ver como sale esta experiencia"… Y a partir de ahí, se han ido dando situaciones en las que he ido aprendiendo, y me queda mucho por aprender todavía, pero he descubierto una cosa preciosa para mí que es el mundo de la televisión y del entretenimiento, en el que soy muy feliz.
Aunque hace algún tiempo que ya no te vemos encima de una pasarela, ¿has notado evolución en el mundo del modelaje?
Claro que hay una evolución, no sé si es evolutivo o cambio, pero sí que la hay. Ahora, ya no solo las modelos somos las que llevamos las tendencias, con las redes sociales se ha abierto a todo el mundo y todas las influencers… Bueno, realmente aquel que tiene un móvil, que es prácticamente todo el mundo, tiene acceso a un montón de cosas: a marcas, ya se compra por internet…
Antes, yo recuerdo que cuando era más chica íbamos a las tiendas físicas. Ahora se ha abierto un mundo de posibilidades que, claro, tiene su parte buena y su parte mala, pero lo positivo es que podemos ver a cualquier niña o niño con un montón de cosas que nos pueden inspirar y el abanico de la moda se ha abierto muchísimo.
Seguimos viendo a mujeres como Nieves Álvarez desfilando con 50 años, algo que hasta hace poco parecía impensable. ¿Consideras que es un mundo con límite de edad?
No, no hay ningún límite. La moda no tiene límite porque la mujer no tiene límite. Ni el hombre. Pero evidentemente no tiene límite, eso sí que ha sido una gran evolución respecto al mundo de la moda.
Antes no veíamos a mujeres de nuestra edad encima de una pasarela ni a cuerpos que no fuesen los cánones estrictos de belleza que se llevasen en ese momento. Sigue habiendo esos cánones de belleza, porque evidentemente están ahí y además han sido grandes top models del mundo y yo entiendo que tienen que seguir estando ahí, pero también ha evolucionado mucho a cuerpos que son lo no normativo.
¿Echas de menos algo del sector de la moda?
Realmente desconectada no he estado nunca porque, gracias a Dios, por ejemplo, en La Voz o en otros programas que he presentado, como siempre he estado muy vinculada al mundo de la moda, muchos diseñadores son amigos míos. Entonces, me han hecho muchos vestidos especiales para La Voz, me han ayudado mucho en cuanto a eso.
Siempre he intentado llevar mucha moda a La Voz y, a través de mi estilista, Inma Fernández, que me acompaña en todo momento, elegimos unos looks que evidentemente son a lo mejor 'no tan normales' como se pueden elegir en otros programas, porque mi vinculación al mundo de la moda no la he dejado nunca, pero ahora la vivo desde otra perspectiva, eso sí.
Son muchos los proyectos que tienes que compaginar siendo madre, ¿cómo logras manejar el equilibrio entre tu carrera y tu vida familiar?
No es fácil, evidentemente, pero para ninguna mujer lo es. La conciliación no es fácil para nadie. Miedos evidentemente tienes muchísimos, pero yo gracias a Dios tengo una familia que me apoya, esa red que me sostiene, y ahí lo vamos llevando bien.
¿Alguna recomendación para futuras mamás sobre conciliación?
No me atrevería en la vida, porque, además, cuando somos mamás primerizas, sobre todo, bueno, yo que solo he sido mamá una vez, todo el mundo te dice "haz esto, haz lo otro"… El consejo igual sería: eres la mejor mamá del mundo para el bebé que tienes, créetelo, eres la mejor.
¿Lo que más te ha sorprendido de ser madre?
Todos los días. Es que la idea que tú tienes de la maternidad en comparación con lo que es realmente la maternidad no tiene nada que ver, así que te sorprendes cada día de tu vida.
Ahora con las redes sociales parece imposible desligarse del día a día y mantener una vida al margen.
Para mí realmente las redes sociales son una herramienta muy útil, bien gestionada. Es decir, yo intento gestionarlas lo mejor que puedo. Es una herramienta de trabajo muy útil y también me gusta estar en contacto con la gente que me sigue o la gente a la que le gusta saber de mí, tanto de mi trabajo como de la ropa que me pongo, como un montón de cosas más.
No podemos engancharnos a las redes sociales, pero sí están presentes en nuestra vida, están ahí, no podemos negar la evidencia. Y para mí son una herramienta útil para esas dos cosas: para estar en contacto con la gente y tener un feedback.
¿Cómo consigues lidiar con los 'haters'?
¿Ah, pero eso existe? Ese es mi mejor consejo. No hay que hacer caso, porque criticar detrás de la pantalla de un móvil es lo más fácil del mundo. Entonces, a gente cobarde que hace eso lo único que le diría es que ellos pensasen cómo se sentirían si alguien les hablase de la manera en que ellos pueden hablar en un momento dado a cualquier persona, aunque sea a través de un comentario.
Eso lo primero, y lo segundo, a la gente que a lo mejor podemos tener esos haters o podemos vernos influenciados, que no nos influencien, o sea, que no existen. A mí, si tienen algo que decirme, que me lo digan a la cara y, sobre todo, con hechos. El critiqueo por el critiqueo nunca jamás en mi vida me ha gustado y mucho menos en las redes sociales, en las que es tan fácil hacerlo...
Si tuvieras que empezar tu carrera de nuevo desde cero, ¿harías algo diferente?
No, nada, absolutamente nada.
¿Qué le dirías a tú yo de pequeña sabiendo todo lo que sabes ahora?
Vive, disfruta y quiérete mucho.
Tenemos ya el verano a la vuelta de la esquina, ¿cuáles son las tendencias que más te han gustado de la colección de Sunglass Hut?
Normalmente, soy bastante básica a la hora de coger gafas, pero al probarme toda la colección me he atrevido con algunas. Hay algunas que están muy chulas. Este verano me vais a ver más atrevida.
¿Tienes un modelo favorito?
He visto unas de Ray-Ban, que creo que se llaman Reverse, y me han encantado, porque son las Wayfarer de siempre, pero como con el cristal así… Son muy chulas, con esas seguro.
¿Con qué 'outfit' lo combinarías?
Muy cómoda, porque para mí, además de ser un complemento de moda al que podemos sumar cosas que llevemos en nuestro look, también es una fotoprotección, pero yo en verano soy la más cómoda del mundo. Mis chanclas, mi pareo, mi vestidito… muy cómoda. Yo creo que el verano también es un momento para estar más distendida, disfrutar y no estar fijándose en eso.