La empresaria Nuria March, es la invitada en un nuevo capítulo del pódcast de EL ESPAÑOL y Magas, Arréglate que nos vamos. Se coloca delante del micrófono, junto a Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo, conductoras del espacio.
“Hoy quiero aprovechar el tiempo al máximo en este pódcast porque conozco desde hace tanto tiempo a nuestra invitada, que me produce hasta vértigo. Agradezco mucho que mi querida Nuria March se deje entrevistar. Sabe que entre amigas podemos hablar fuera de los focos, que tanto le han martirizado durante mucho tiempo, pero siempre he tenido la sensación de que ella era muy rica porque siempre la he visto satisfecha y, sobre todo, agradecida”, afirma Charo Izquierdo.
Y añade: “Nos conocemos desde hace más de 20 años. Nos conocimos en la redacción de Telva. Efectivamente, ella colaboraba en la sección de moda y luego la he visto contribuir al lanzamiento y al posicionamiento de distintas marcas especialmente de lujo”.
España, un país para explorar
“Nuria es una persona muy viajada. Tengo la sensación de que tu casa es un avión. ¿De dónde vienes ahora?” pregunta a la invitada.
“He estado en Nueva Zelanda y me ha encantado conocer este país, pero tenemos cerca cosas muy bonitas. A lo mejor no hace falta irse tan lejos. Aquí en España tenemos los Picos de Europa, ríos, montañas, tenemos unas playas impresionantes y luego también muy cerca Europa. No hace falta irse tan lejos, señores”, asegura Nuria March.
“Lo que creo que no te gusta nada, Nuria, es la nieve, ¿no?”, dice Cruz Sánchez de Lara.
“Me encantan los paisajes nevados, el frío y abrigarme. Los paisajes en blanco me dan una energía increíble”, confirma Nuria.
La guitarra como hobby
“Podemos decir que una guitarra y una buena chimenea son tus mejores compañías…” apostilla Cruz.
“Hace años pensé en qué podía hacer yo con mi tiempo libre que no tuviera que estar pendiente de los demás, que fuera solamente para mí, porque leer ya leo, pero siempre me daban envidia los pintores que se van al campo y que se pasan horas o los escritores a los que admiro porque es un trabajo de soledad, de introspección y yo necesitaba eso”, asegura.
Y continúa: “Entonces pensé que de pequeña tocaba la guitarra, cantaba en el coro del colegio, y también cantaba en misa en un grupo… y ¿porque no la voy a retomar? Y desde hace siete años volví a coger la guitarra, volví con un profesor y lo cogí enseguida. Ahora es mi hobby, mi tiempo para mí".
Añade: "A veces lo comparto con mis amigos más íntimos porque no me siento una estrella, ni tampoco pretendo”.
Canciones en redes
“Sigan a Nuria, quienes no la sigan todavía, en sus redes porque de vez en cuando nos deleita con una canción”, asegura Cruz.
“El sonido del móvil es muy malo, en un estudio de grabación y con acompañamiento es otra cosa. Pero yo me lanzo. Me dicen: ¡Qué valiente eres! Y es que una de las cosas que he aprendido del confinamiento es que no somos perfectos”, responde Nuria March.
“Nunca he sido una mujer que pretenda ser perfecta. Me gusta que mis amigos y la gente conozcan limitaciones, no tengo que aparentar nada... Y así, puedo ser como soy, con mis defectos. Si salgo cantando con la guitarra y no lo hago tan bien como la gente espera, pues señores, es que yo no soy cantante, pero yo disfruto”, confirma.
Una casa muy musical
“He escuchado muchísimo las canciones de los años 80 y de los años 70 porque yo soy la pequeña de cuatro hermanos. Mi casa fue siempre muy musical y había un tocadiscos en cada habitación. Escuchaba la música que escuchaban mis hermanos de los años 70. Billy Joel, The Mamás & the Papás... Y es la música que yo toco”, concluye.