Por qué Taylor Swift es la mujer del año (y por qué seguirá siéndolo en 2024)

2023 ha sido el año de Taylor Swift (Pensilvania, 1989). De principio a fin. No hay lugar a dudas. Se ha convertido en un icono estadounidense, como lo son el despacho oval, las barras y estrellas, el águila calva o la liga de fútbol americano.

Con 34 años recién cumplidos (el 13 de diciembre), Swift ha batido un récord tras otro, y su Eras Tour ha, incluso, supuesto un revulsivo para la economía de su país natal. No por nada la revista TIME ha decidido nombrarla la persona del año. Y con su gira mil millonaria tomando el mundo en 2024, probablemente la suerte de la de Pensilvania no cambie mucho en los próximos meses.

Pero hablemos primero del año que se va. Uno en el que, para la publicación estadounidense, Swift ha “alcanzado nuevos niveles de éxito, algunos incluso sin precedentes”.

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El fenómeno fan (Taylor’s Version)

El marketing es clave para el éxito de Taylor Swift, explica Neus Soler, profesora colaboradora de los estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Como también lo fue, en su momento, para el despegue de Justin Bieber o para las Spice Girls. El fenómeno fan viene de lejos, recuerda la experta: "Surge con Elvis Presley y llega hasta nuestros días". Es una extensión del "fanatismo", del culto a algo —o alguien— como si de una religión se tratase.

Los fans, o los fanáticos, vienen de la Grecia clásica y son "aquellos que protegen el templo". Este 2023, ese templo se transformaba en Taylor Swift, en ese "personaje" que el talento y el marketing han llevado al estrellato.

Pero si siempre ha existido ese fenómeno que idolatra a uno (o una) y deja a un lado a los demás, ¿qué sucede hoy en día? Lo que pasa ahora, asegura Soler, es que las redes sociales ayudan a crear comunidades multitudinarias que "encumbran" a los artistas, como es el caso de Swift.  Su "carisma", añade, es la fórmula secreta del éxito de la estadounidense, como lo ha sido de otros muchos antes.

Sin embargo, insiste Soler, "no hay una receta determinada del éxito". Como tampoco la sociología es capaz de asegurar a qué viene esta tendencia a idolatrar a algunos. Porque, matiza, "el talento, por sí solo, no es sinónimo de éxito". Una buena campaña de marketing, por tanto, es esencial. Y de eso, a Swift, no le falta. 

El ‘Eras Tour’

La gira en la que la estadounidense está inmersa en estos momentos —que ya ha acabado su rama en su país natal— está llamada a convertirse en histórica. El Eras Tour repasa sus 17 años de carrera musical e incluye más de 40 canciones que toca en directo durante más de 3 horas y media. La constancia, por tanto, se une al talento y al marketing en la trayectoria de Swift.

Sus fans, autoproclamados swifties, están haciendo que su gira esté siendo histórica, según varios medios estadounidenses. TIME asegura que el Eras Tour está impulsando la economía del país: este año ha conseguido que sus seguidores llegasen a gastar 93 millones de dólares por concierto. Y se espera que su gira mundial llegue a recaudar más de 4.100 millones de dólares.

En EEUU, la gira de Swift ha tenido un efecto estimulante de la economía. Por ejemplo, según TIME, los beneficios de los hoteles por las reservas de habitación en las ciudades en las que hubo concierto ascendieron a los 208 millones de dólares.

Además, Taylor Swift agradeció el trabajo de sus técnicos, bailarines, transportistas, proveedores de catering, y otros miembros del equipo, con un bonus de 55 millones de dólares.

Pero es que la película de su gira generó 37 millones de dólares en entradas en el primer día de preventa. A fecha del 5 de diciembre, solo en EEUU ya había recaudado 179 millones de dólares. A nivel global, la cifra ascendía a los 250 millones de dólares.

El ‘valor’ de T. Swift

Los ceros son (casi) infinitos en el valor neto que Bloomberg estima para Taylor Swift: 1.100.000.000 de dólares, una cifra complicada de leer (y entender) para el común de los mortales. Esta, además, incluye toda su discografía y sus ganancias por la venta de entradas para conciertos, discos y merchandising, y también por las escuchas en streaming y visualizaciones de los documentales y conciertos que se encuentran en diferentes plataformas. Aunque también una estimación del valor de sus propiedades.

Pero su valor va mucho más allá del dinero que ingresa cada mes o, como es más común en Estados Unidos, cada semana. Su reputación la avala más allá del símbolo del dólar: su segundo álbum, Fearless (2008), coronó la cumbre de la lista Billboard 200 y allí estuvo durando 11 semanas. 13 años después, Fearless (Taylors’s Version) volvió al número uno de esa misma lista musical. Y no solo eso, todos sus discos desde 2008 han llegado al número uno en más de una ocasión.

Este 2023, además, Swift ha sido la artista más escuchada en Spotify y Apple Music. En la primera, ha llegado a acumular más de 26.100 millones de escuchas desde el 1 de enero al 30 de noviembre. En la plataforma musical de la manzana, por su parte, ha repetido hasta 63 veces canciones en su Top 100 diario global.

Como artista, probablemente levante muchas envidias, pues ha sido la primera mujer en alcanzar los 100 millones de oyentes mensuales en Spotify. Y su disco Speak Now (Taylor’s Version) (2023) ha sido el álbum de country más escuchado en un solo día en esta plataforma musical.

Y ese no es el único récord que ha pulverizado: con 7 nominaciones a la canción del año en los Grammy ya es la única persona en conseguir más candidaturas a este premio en la historia de los galardones. En los Grammy también ha desbancado a Barbra Streisand: su disco Midnights (2023) fue el sexto en estar nominado a álbum del año. Nunca antes otra mujer había conseguido optar tantas veces a este galardón.

Las estimaciones de Bloomberg y TIME, además, elevan el valor de su catálogo musical completo —desde 2006 hasta hoy— a algún lugar entre los 400 millones y los mil millones de dólares.