Este 15 de octubre, cuando la Comunidad Valenciana acoge desde ayer una nueva princesa valenciana tras la boda de Carolina Torio Ballester con el príncipe francés Louis Nicolas Crépy de Orleans, Mercedes Licer García cumple 60 años. A los neófitos en cuestiones monárquicas su nombre les pasará totalmente inadvertido.
Sin embargo, los monárquicos más recalcitrantes conocerán que, en junio de 1984, hace casi cuarenta años, esta valenciana también fue la protagonista de todos los medios por su enlace con un príncipe, Gonzalo de Borbón, hijo de Jaime de Borbón y Battemberg, segundo de los hijos del rey Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia y, por tanto, primo hermano del entonces monarca, Juan Carlos de España.
Él, de 47 años y famoso por sus juergas, y ella, de 24, contrajeron matrimonio en la capilla privada de la casona de los condes de Cerragería en Olmedo (Valladolid). Era el segundo matrimonio para el llamado a sí mismo duque de Aquitania, quien solo un año antes se había casado en Puerto Vallarta (México) con la periodista María del Carmen Harto, que perdió su trabajo en TVE tras su boda y rapidísimo divorcio tan solo tres meses después del sí, quiero.
Un perímetro de seguridad rodeaba los predios del aristócrata Vicente Olmedilla Muguiro, padre de la hoy conocida aristócrata Patricia Olmedilla por su matrimonio con el duque de Terranova y buen amigo del novio, para proteger de los paparazzi y periodistas la exclusiva que vio la luz unos días después y en la que, naturalmente, la protagonista era la novia.
Mercedes no era una top model, pero había ejercido de modelo de costura, gracias a que, desde pequeña, visitó la boutique en Valencia de su tía Cándida, quien le inoculó la pasión por la moda. Dicen que la revista ¡HOLA! pagó quince millones de euros por el enlace. Fue una boda triste. Como la historia del nombre del novio, llamado así, en honor a su tío, Gonzalo de Borbón y Battenberg.
El menor de los hijos de Alfonso XIII y Victoria Eugenia —y, en medida alguna, su preferido, ya que fue el único de sus vástagos que estudió una carrera, Ingeniería, en Lauden (Bélgica)— falleció a los 19 años tras las heridas provocadas por un accidente de coche que conducía su hermana Baby al intentar esquivar a un ciclista durante las vacaciones de verano que disfrutaban en el año 1934 en Austria. Era hemofílico.
A las nupcias no acudieron ni su hermano Alfonso, ex marido de Carmen Martínez-Bordiú —de luto por la muerte de su hijo pequeño, Francisco, fallecido en accidente de tráfico ese mismo febrero a los once años— ni su madre, Emanuela Dampierre. La italiana nunca aceptó a ninguna de sus suegras. De la nieta de Franco llegó a decir que era "ninfómana".
Un matrimonio fallido
El matrimonio entre Gonzalo y Mercedes duró un año y quince días. Hubo tiempo para un aborto natural al principio de su unión y mil escándalos, como cuando la desaparecida revista Interviú publicó unas fotografías de Mercedes desnuda y tuvo que indemnizarla con cuarenta millones de pesetas.
O cuando, solo unas semanas antes de casarse, Don Gonzalo reconoció públicamente que tenía una hija secreta de 14 años, Estefanía, fruto de una relación pasada con la torera estadounidense Sandra Lee, a la que conoció en Madrid durante el rodaje de la película Golfus de Roma.
Aunque fueron pocos, Mercedes participó positivamente en acontecimientos importantes de la Familia Real, como cuando los restos mortales de la reina Victoria Eugenia fueron repatriados al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y ella apareció sentada, curiosamente, al lado de Don Juan.
En 1985, Gonzalo y Mercedes se separaron de hecho. La separación legal llegó en 1986. Para entonces, ya habían comenzado los reproches y los insultos. "Mi marido es un borracho", dijo ella, a la que su marido acusó de mantener una relación con un empresario venezolano de nombre un tanto desopilante, Armando de Armas.
Estando ella en Caracas, el hijo del duque de Segovia se había llevado todos los muebles de la casa conyugal. El tresillo, la cama, la nevera y los utensilios de cocina es lo único que dejó. Mercedes confesó tener que haber visitado al psicólogo para gestionar aquella dramática situación.
El divorcio llegó en 1989. El 30 de enero de ese mismo año, Gonzalo recibió la peor de las noticias: su hermano, el duque de Cádiz, había fallecido decapitado mientras esquiaba en Beaver Creek (Estados Unidos).
"No volveré a estar sola"
Tras la ruptura, la modelo se marchó a vivir a Verona. Allí conoció a un empresario veinte años mayor llamado Gianni Curti, con el que el 29 de julio de 1990 tuvo un hijo, llamado Luis Alessio Curti Licer, quien en la actualidad se dedica a la política y milita en el PSOE de la Comunidad Valenciana. "Con mi hijo sé que no volveré a estar sola", dijo a la revista ¡HOLA!.
Y, en efecto, así ha sido. Con él y su familia —es la mayor de tres hermanos y, según La Revista salvó a su hermana pequeña, Marta Licer, de morir en un incendio—, la ex modelo ha celebrado este domingo seis décadas de vida, ya alejada del ruido de antaño.
"No me interesan los flashes. ¡Estoy encantada con mi anonimato en Valencia! Me han ofrecido mucho dinero por ir a la tele, a realities, pero no renuncio a esta tranquilidad ni loca. Ahora agradezco muchísimo que nadie me reconozca", confiesa amablemente a EL ESPAÑOL antes de colgar. "No doy entrevistas. Estoy alejada de todo aquello".
Antes sí que las había dado, como cuando contó que mantuvo un breve noviazgo con el príncipe Alberto de Mónaco, quien la invitó a su barco en Ibiza. "Tuve una historia de amor preciosa con él. Guardo recuerdos buenísimos", confesó en prime time. Hoy en día, tras haber trabajado en "cultura o sanidad" y haber sido traductora en congresos, exposiciones y ferias, hace voluntariado. Su vida, en el fondo, es un misterio.
Aunque nunca fue princesa —Gonzalo de Borbón está enterrado en el Convento de las Descalzas Reales en el centro de Madrid sin el tratamiento de Alteza Real ni Excelentísimo Señor—, por la sangre de Mercedes Licer corre sangre aristocrática.
El bisabuelo de su madre, Carmen García Estrada, formaba parte de la aristocrática familia Duque de Estrada. Su progenitora, Carmen, fue Miss Andalucía 1961 y participó junto a la baronesa Thyssen en el certamen de Miss España, que ganó la hoy conocida coleccionista de arte.
El padre de Mercedes, Luis Licer, era natural de Sot de Chera (Valencia) y, tras regentar una tienda de ultramarinos, se convirtió en representante de lámparas. Murió en Madrid en 1981 a los 56 años. En 1992, Gonzalo de Borbón se casó con una millonaria genovesa, Emmanuela Pratolongo, con quien se instaló en Lausana (Suiza), donde falleció a los 63 años.
Siempre luchó por impugnar la renuncia a los derechos sucesorios a los que fue obligado su padre por su condición de sordomudo, tras la renuncia previa de su hermano mayor, Alfonso, para contraer matrimonio con una plebeya cubana, Edelmira Sampedro. Así es cómo, finalmente, Don Juan fue nombrado príncipe de Asturias y cambió el rumbo natural de la dinastía de la corona española.
La muerte de Gonzalo
Naturalmente, Mercedes lamentó el fallecimiento de su exmarido. "Me he quedado muy mal, no me esperaba una cosa así. La verdad es que solo puedo rezar por Gonzalo". La última vez que se vieron fue en el Tribunal Eclesiástico Etrusco de Florencia, quien les dio la nulidad matrimonial.
La sorpresa llegó cuando recibió la llamada de José María Ruiz de Arana, duque de Baena, para compartir con ella la más inesperada de todas las noticias: Gonzalo no cambió el testamento y se convertía en la heredera de todos sus bienes. Entre ellos: acciones, cuadros, vajillas, el palacio de Belvite, unos terrenos en Aranjuez…
Aunque no fue tan fácil, porque tuvo que vérselas con Estefanía, la hija reconocida en 1984; Luis Alfonso de Borbón, el sobrino de Gonzalo, y Emanuela Dampierre, quien al parecer, tenía el tercio de mejora.
Luchó, ganó su parte y nunca se deshizo de algunas de las joyas que su marido le regaló de la que una vez fue su suegra, la legendaria reina Victoria Eugenia de España…. y que guarda a buen recaudo ni más ni menos que en su casa de Valencia, la ciudad que casi cuatro décadas más tarde, ha acogido una nueva boda real.