La investigación es fundamental para poder curar las enfermedades raras. Si no hay avances en el conocimiento y tratamiento de las más de seis mil patologías poco frecuentes identificadas, no hay oportunidades para su cura.
Conscientes de esta necesidad que no está siempre tan cubierta por las fuentes tradicionales de financiación de la investigación por tratarse de patologías que afectan a muy pocos pacientes, la Fundación Mutua Madrileña decidió en 2012 apostar por ellas.
Desde entonces, ha destinado más de cinco millones de euros al apoyo y financiación de 73 estudios, muchos de ellos, liderados por mujeres investigadoras.
Además, para completar esta línea de acción específica con las enfermedades raras, desde 2019 la fundación ha puesto en marcha el Programa Impulso, con la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER) para facilitar terapias de apoyo a los niños y jóvenes con estas patologías.
Fátima Crispi, María José de Castro y Lorena García Hevia son investigadoras que dedican su trabajo a buscar una solución a estas enfermedades poco frecuentes. Las tres han recibido una ayuda a la investigación en salud de la Fundación Mutua Madrileña en 2022 para seguir profundizando en sus estudios.
La dieta mediterránea como medicina
Fátima Crispi investiga desde el Hospital Clinic (Barcelona) si la alteración de la microbiota intestinal tiene algo que ver con la aparición de preeclampsia o hipertensión del embarazo, que es una enfermedad potencialmente muy grave. Esta afecta al 2-7% de las embarazadas y representa la segunda causa de muerte durante la gestación.
Las causas de la enfermedad no están claras, aunque se han propuesto diferentes mecanismos, entre ellos una disbiosis o alteración de la microbiota intestinal.
La microbiota es el conjunto de bacterias que viven con nosotros en nuestro intestino y que son muy beneficiosas, ya que nos ayudan a metabolizar los alimentos que ingerimos y también regulan diversas funciones de nuestro cuerpo. "Cuando se desregula, con un desequilibrio entre bacterias 'beneficiosas' y 'no beneficiosas' esto recibe el nombre de disbiosis y sabemos que puede inducir enfermedades", explica la doctora.
Y continúa: "En el caso de la preeclampsia, estudios científicos en modelos animales muy recientes indican que hay una clara asociación entre la disbiosis de la madre y la preeclampia".
La relevancia del hallazgo radica en que la microbiota se puede modular y "mejorar" con la dieta. "De hecho, recientemente nuestro grupo de investigación ha publicado un estudio de más de mil embarazadas donde hemos demostrado que una intervención basada en dieta mediterránea mejoró el crecimiento y desarrollo de los recién nacidos y también mejoró la microbiota de las madres. Por lo que podríamos plantearnos usar la dieta mediterránea como una medicina para mejorar la microbiota de las embarazadas y reducir la incidencia de preeclampsia".
Ahora, con la ayuda de la Fundación Mutua Madrileña pretende estudiar la microbiota materna en gestantes con y si preeclampia y ver su efecto sobre el crecimiento, desarrollo y microbiota del recién nacido, así como su asociación con la dieta. Este proyecto servirá de base para considerar la dieta como diana terapéutica durante el embarazo para prevenir la preeclampsia.
Medicinas con mejor forma y sabor
María José de Castro, del Hospital Clínico Universitario de Santiago, investiga desde Galicia si se pueden adaptar las medicinas que necesitan los niños con enfermedades raras a forma y sabor que les sea agradable a través de la impresión 3D.
"La disponibilidad de medicamentos adaptados a la edad y situación física de los niños es limitada, especialmente en los pacientes con enfermedades metabólicas hereditarias, debido a la baja prevalencia de las mismas, tratándose de un grupo minoritario que precisa medicaciones de carácter huérfano".
En muchos casos es necesaria la administración de comprimidos bien fraccionados o triturados, o formulaciones en polvo que hay que dosificar previamente antes de su dilución. Si estas manipulaciones son realizadas por personal no experto, pueden provocar errores de dosificación.
"Garantizar una estricta adherencia al tratamiento dietético y farmacológico es esencial en las enfermedades metabólicas hereditarias para prevenir descomposiciones metabólicas y asegurar un óptimo desarrollo físico y neurológico. A día de hoy, carecemos de fórmulas farmacéuticas adaptadas a las necesidades de estos pacientes", señala la doctora.
Aprovechando los atributos únicos de la tecnología de la impresión tridimensional (3D) pretenden aumentar no solo la eficacia y seguridad de la medicación, sino mejorar también su palatabilidad y el cumplimiento terapéutico, adaptando dosis, forma, tamaño y sabor de la medicación a los gustos y requerimientos del niño.
"Dicho de una manera muy sencilla, nuestra idea es elaborar gominolas con la dosis exacta de medicación que cada niño precisa por su patología", explica la doctora.
Y responde cuando se le pregunta por el perfil de paciente en que se podrá usar: "La idea es aplicarlo primero a niños con ciertas enfermedades metabólicas congénitas, porque en ellos es más difícil ajustar la dosis al peso exacto y porque muchas veces rechazan la medicación, ya que no son capaces de tragar cápsulas o porque tiene mal sabor".
"Creemos que es una necesidad no cubierta en esta población especialmente vulnerable, de la que somos conocedores, puesto que desarrollamos nuestro trabajo clínico asistencial atendiendo a este tipo de pacientes en la Unidad de Diagnóstico y Tratamiento de Enfermedades Metabólicas Congénitas del Hospital Clínico Universitario de Santiago, que es referencia nacional", destaca.
Continúa explicando que es una realidad de las familias y pacientes que conocen directamente. Posteriormente, cuenta que se podría expandir a otras patologías y a pacientes de diferentes edades y características, también es muy interesante el hecho de poder "imprimir" varios medicamentos en una 'polipíldora', ya que los pacientes polimedicados podrían reducir la cantidad de medicamentos que precisan por separado.
Combinar microbiología y nanotecnología
Lorena García investiga desde Santander (Hospital Marqués de Valdecilla) una innovadora formulación para sustituir a los antibióticos que necesitan los niños/adultos con fibrosis quística. Estos pacientes suelen tener muchas infecciones y en ocasiones los antibióticos ya no son eficaces porque han creado resistencias, por eso estas nuevas formulaciones podrían ser una opción muy útil para estos niños y niñas.
La fibrosis quística es la enfermedad rara más frecuente en nuestro país y se debe a mutaciones en un gen codificante para una proteína que regula el transporte de cloro en las células de todo el organismo humano.
"En consecuencia, varios órganos resultan implicados, siendo la función respiratoria la que resulta más afectada. Los pacientes secretan un moco espeso que favorece su colonización por diferentes bacterias, por lo que se les trata con numerosos ciclos de antibióticos. Debido a la presión antibiótica, las bacterias mutan y se vuelven resistentes. Muchos pacientes sufren infección pulmonar crónica, por lo que requieren trasplante pulmonar para sobrevivir, pero el trasplante puede quedar comprometido por la infección por bacterias multirresistentes", explica la doctora.
Y continúa: "El estudio tiene como principal objetivo el tratamiento de las infecciones que sufren los pacientes que tienen esta enfermedad. Para ello proponemos explotar tratamientos alternativos basados en bacteriófagos, que son virus que matan bacterias, y combinarlos con antibióticos, ya que se han demostrado que la acción de los dos agentes terapéuticos es sinérgica. Estos bacteriófagos carecen de toxicidad para las células humanas y se desarrollan y producen más deprisa que un nuevo antibiótico".
Sin embargo, la doctora cuenta que su dosificación y optimización de sus propiedades farmacológicas no están aún optimizadas. Estas dificultades se pueden solventar encapsulando los fagos utilizando nanotecnología.
En resumen, "este proyecto combina la microbiología con la nanomedicina, más concretamente el estudio de las propiedades antibacterianas de diferentes fago con la ciencia de nanomateriales, para desarrollar formulaciones de última generación donde la seguridad y efectividad del tratamiento es fundamental".
El estudio cuenta con profesionales de cinco institutos de investigación sanitaria acreditados: Instituto de Investigación Valdecilla (IDIVAL), Instituto de Investigación Vall de Hebron (VHIIR), Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, Instituto de Investigación Sanitaria del hospital La Paz (IDIPAZ) y el Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz.
El equipo investigador está formado por investigadores básicos especialistas en microbiología y nanomedicina, algunos de ellos orientados hacia la investigación traslacional, así como facultativos de microbiología, neumología, pediatría y medicina interna-enfermedades infecciosas.
"Este enfoque multidisciplinar es fundamental para llevar a cabo este ambicioso proyecto. Todo ello nos da acceso a muestras de pacientes con fibrosis quística, a diferentes modelos de estudio de la virulencia bacteriana y a nuevos tipos de bacteriófagos. El equipo de científicos que sustenta el proyecto constituye una gran masa crítica y generadora de conocimientos", concluye.