Lorena G. Maldonado es redactora de El Español desde 2016. Ha publicado en secciones como Cultura, MagasIN y Porfolio.
[El Magatest de la cantante Chenoa: "Si tú te quieres, podrás querer, y de eso andamos escasos"]
Maldonado responde ahora al Magatest, en el que las preguntas son títulos de libros escritos por mujeres como Virginia Woolf, Ana María Matute, Jane Austen, Almudena Grandes, Carmen Laforet, Alice Munro, Elena Ferrante…
1. Tu ‘primera memoria’…
Dormir, pensar y buscar consuelo por los dramas y caprichos de la infancia en los pechos de mi madre, de mi abuela o de María, la santa mujer que me cuidó de niña: cuando se sale de ellos no se vuelve a descansar de verdad jamás. Comer poco, cantar mucho.
Montar una cabaña en un remolque en el campo. Ser una niña salvaje, hablar con los animales, ir descalza por norma. Leer cuentos de detectives y de brujas. Obsesionarme con ser detective o ser bruja profesional -quizás me acerqué, al final-. Escribir, desde que tengo memoria, y porque tengo memoria.
2. ‘Una habitación con vistas’ a…
Al mar, al Mediterráneo, a ser posible, porque lo amo y lo temo, y porque cuando lo miro durante demasiado rato acabas viéndote por dentro a ti.
3. ¿’Orgullo y prejuicio(s)’ sobre…?
El orgullo sirve para defenderte del mundo -cuando te intenta pisar el cuello- y los prejuicios, como los tópicos, para sintetizarlo intuitivamente. Creo que ambos son útiles en bajas dosis. Siento orgullo por mis lealtades “casi mafiosas”, como diría Gistau, con familia y amigos.
Tengo prejuicios hacia los que saltan de relación en relación -¿tan mal se caen que no pueden pasar nada de tiempo consigo mismos?-, hacia los abstemios -¿qué oculta la gente que no tiene ningún vicio?- y hacia los adictos a la moda -¿se adorna uno compulsivamente para disimular que tiene poco que decir?.
4. ‘La amiga estupenda’ es…
No solo la que te lee, sino la que te interpreta. La que no es tibia: siempre habla de ti como si estuvieras delante y mete un corte que viste de torero a cualquiera que te falte al respeto. La que comparte tus símbolos, tus fascinaciones y tus neurosis. La que toma a tus enemigos como suyos. La que te recuerda quién eres. La que echa el último piti de la caja a pachas. La que se sabe el final de tu broma más antigua, pero aún se ríe. La que se queda después de las fiestas. La que te adora inexplicablemente, aun sabiendo que eres inútil, o precisamente por eso.
5. ¿Qué fue ‘lo que el viento se llevó’?
La mitomanía, el pudor de llamar “coño” al coño, la monogamia, el tratar de usted a nadie.
6. ¿Queda algo de ‘la edad de la inocencia’?
A mí me queda mucho, creo: tengo un punto de ingenuidad salvaje hacia el mal del mundo, hacia las lógicas numéricas, las diplomacias, las trampas y las burocracias de los adultos. De todos modos, como decía Roger Wolfe, el drama no es perder la inocencia, sino perder el interés, que es más o menos como morirse.
7. ¿Qué te deja ‘el corazón helado’?
La planta de oncología infantil. La crueldad tecnológica con la que los sucios bancos tratan a los ancianos. La violencia gratuita -sádica- de algunos hombres: sus peleas de neandertales a las puertas de las discotecas, sus golpes sobre la mesa para imponerse, el dudosamente honorable don que tienen para amenazar.
Me entristecen las tumbas sin flores, la caza de los animales grandes y hermosos -como los ciervos abatidos-, los números de teléfono que cambian de dueño y ya, cuando llamas, nunca los coge quien amaste. También las veces que un niño dice “mira, mamá” mientras hace alguna pirueta y nadie les mira.
8. ¿‘El mejor de los mundos posibles’?
Uno donde la burbuja del alquiler esté regulada. Uno donde efectivamente haya derecho a la vivienda. Uno donde se trabaje dignamente para vivir y no se viva para trabajar. Uno donde los hombres grises no nos roben el tiempo, como a Momo. Uno donde poder desayunar siempre en las terrazas, al sol, y dormir las horas que el cuerpo necesite.
9. ¿A quién asesinarías `en el Orient Express’? O por si la metáfora no se entiende como tal, ¿a quién regalarías ‘un viaje sin retorno’?
A los puteros y a los violadores, valga la redundancia. A los que te atropellan yendo en patinete. A los cineastas que hacen películas de más de tres horas. A los que se te cuelan impunemente en las colas. A los pornógrafos sentimentales: tan oportunistas, tan llorones.
A los falsos activistas que la pían en redes y luego tratan mal al camarero y engañan a su novia. A los que no escuchan y solo esperan su turno para hablar. A los envidiosos: mediocres, verdes. A los aburridos, porque, como decía Michi Panero, se puede ser de todo en esta vida menos un coñazo.
10. ¿Qué supone ‘la ridícula idea de no volver a verte’?
Despedirnos abruptamente es la parte innegociable del juego.
11. ‘El amor más grande’…
Intuyo que el de los perros hacia los humanos, tan servil y vertical que me incomoda un poco que se le celebre tanto. Sospecho de la gente que dice que ama “por encima de todo” a su mascota. Bueno, es muy fácil amar a alguien que menea la cola cada vez que te ve, que jamás te contradice, con quien no hay que pactar nada en absoluto.
Amar a otro ser humano -complejísimo- es lo jodido. Amar en horizontal. Lo otro tiene mucho de sumisión, me parece: ese “viva el amor incondicional” se parece mucho al entusiasmo que se siente ante un esclavo. El amor ha de ser siempre condicional: lo demás son discursos arrebatados, abusivos, enfermizos y machistas del pasado donde el amor todo lo podía, incluso la violencia, los celos asesinos y las humillaciones.
12. ¿Para qué pedirías ‘amnesia colectiva’?
Radicalmente, para nada; sin la memoria -hasta de lo crudo- somos más dóciles y manipulables. El precio a pagar por la autoconsciencia es asumible: la bobísima felicidad.
13. Un ‘secreto a voces’.
La boda de mi mejor amigo es la mejor comedia romántica de la historia. “¿De verdad le quieres o solo se trata de ganar?”. Spoiler: siempre se trata de ganar.
14. ‘Un secreto inconfesable’.
Cojo taxis por vicio, hasta para ir cerquísima. A veces le digo al taxista que estoy coja porque me da vergüenza reconocer que voy a tres calles de distancia. También me quito los cascos con la música cuando se abre el ascensor en mi planta y libero las manos por si tengo que agredir a absolutamente nadie -¿mis fantasmas?- que me está esperando agazapado en mi pasillo por alguna venganza personal imposible de dilucidar.
15. ¿Qué es para ti ‘nada’?
En general, todo lo que se dice antes de conseguir el objetivo deseado. Las palabras de seducción antes del orgasmo, las palabras de los políticos antes de las elecciones. Las promesas, la sofística.
16. ‘Cuando la revolución termine’…
Los maricas y las mujeres habremos ganado.