Un anillo, grabado con el número 1846, ha sido una de las pocas pistas desveladas por LOEWE sobre su desfile primavera-verano 2025. Y no ha defraudado. La casa, actualmente en manos de Jonathan Anderson, ha vuelto a causar sensación en la Semana de la Moda de París con una colección fiel a su ADN: ecléctica, vanguardista y artesana.
¿Su hilo conductor? "La atención a la línea llama la atención sobre la meticulosa ingeniería de la construcción, con estructuras y alambrados que permiten que las formas se expandan y sobresalgan. El rigor del contorno da protagonismo a las superficies: flores impresionistas sobre delicadas sedas; plumas estampadas con pinturas de artistas famosos o que reproducen patrones de camuflaje; conchas de nácar; lentejuelas omnipresentes sobre tejidos de punto; suaves pieles de napa", detalla la casa.
En efecto, algunas figuras míticas del mundo del arte, entre ellos Johann Sebastian Bach y Frédéric Chopin, han protagonizado las camisetas de la línea. Los han completado impresionantes vestidos de flores, trajes más minimalistas y diseños con estructura, fijados con ballenas y crinolinas, que brindan una dimensión inédita a sus siluetas. A sus pies, un calzado cómodo, dominado por el mocasín plano, recordando la importancia de la funcionalidad.
A nivel cromático, el clásico dúo formado por el blanco y negro, clásico, pero nunca anticuado, se ha sumado a una explosión de colores, como el naranja o el azul. Todo ello en tejidos variopintos, como el punto o la seda. Con esta propuesta, LOEWE se sigue posicionando como un referente, con una capacidad de innovación inédita.