"Es la primera vez que voy a lucir un vestido de chulapa, aunque no os lo creáis", asegura la delegada de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera, mientras hace su entrada en el taller de costura de APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida). Llega muy puntual. Sabe que en estos casos, el tiempo es primordial.
Le preguntamos desde Magas cómo se le ocurrió la idea. "Este año, desde el Ayuntamiento de Madrid queríamos estimular que la gente se vistiera para San Isidro. Y creo que la delegada de Cultura tiene que dar ejemplo, porque no voy a pedírselo a otra, si no lo hago yo. Entonces pensé en alquilar o en hacerme un traje de chulapa".
Y añade: "El otro día grabando el pódcast Arréglate que nos vamos con Cruz Sánchez de Lara en EL ESPAÑOL, me comentó: ¿Y por qué no te lo haces en APRAMP, que te lo van a hacer perfecto? Estoy encantada de estar aquí y se han portado fenomenal porque vamos muy justas con la fecha, para el 15 de mayo, y han conseguido hacerme un hueco".
Marta Rivera saca de su bolso una pequeña cartulina que entrega a Rocío Mora, directora de APRAMP. Ella es la abogada y activista que heredó la causa de su madre, también allí presente, y donde lleva trabajando desde hace ya 30 años. Ambas son el espíritu de la asociación.
Patrones del Ayuntamiento
El tarjetón contiene los patrones para confeccionar perfectamente un traje de chulapa en diversas tallas. Es una iniciativa del Ayuntamiento, en colaboración con ACME (Asociación Creadores de Moda de España), para que todos los madrileños se animen a confeccionar sus propias piezas para este San Isidro que viene.
"Desde el Ayuntamiento de Madrid para facilitar precisamente que se puedan hacer esos trajes de chulapas y de chulapos, hemos creado con ACME unos patrones en diferentes tallas para que todo aquel que sepa coser un poco se ayude teniendo el patrón hecho. Todos coinciden en que facilita la confección del traje", asegura Marta.
"Entonces hemos encargado estos patrones para ella y para él y los hemos colgado en la web. Hemos hecho unos tarjetones, donde con un QR, se puede disponer de ellos y nos están diciendo que hay gente que ya se los están bajando para hacerse un traje para San Isidro", asevera Rivera.
Elección de telas
Llega la hora de tomar las medidas y el equipo de APRAMP se mueve rápido. En cinco minutos todos los datos están cogidos y pasamos a las telas. Hay muchas donde elegir. Marta Rivera no lo tiene muy claro, y se deja aconsejar por Judith Ponce, la coordinadora del taller.
Vichy, topos, rosas, blancos…. Una tras otra, se van disponiendo sobre la mesa hasta que se vislumbra la ganadora. Una tela de algodón con fondo azul oscuro y pequeños lunares blancos. "Quiero que sea un traje clásico", apostilla Marta Rivera.
"Es la primera vez que me pongo un traje de chulapa y no quiero modernidades. Me gustaría que fuera un traje lo más parecido posible al de las chulapas que vemos en las zarzuelas, en las verbenas y en la pradera de San Isidro, que es precioso y muy favorecedor", concluye la delegada de Cultura del Ayuntamiento.
Muchos detalles
Le preguntamos a Judith Ponce por los tiempos que maneja para confeccionar la prenda. "Es un traje a la medida, que va muy entallado y para el que tendremos que hacer más de una prueba en el taller, así que para confeccionarlo quizás tardemos más de una semana y media".
Y añade: "Lleva muchos detalles como encajes y pasacintas. Y este modelo, lleva otra tela distinta en el pecho. Son vestidos muy bonitos y laboriosos. También incluye un forro, y como el bajo es amplio, quizás le pongamos un tul para que se vea más elegante. También lleva las mangas fruncidas".
Salir de la violencia de género
El equipo de APRAMP al completo se ha movilizado en esta mañana de primavera, y al frente Rocío Mora.
"Para nosotras, este gesto significa abrir la puerta a una nueva confección, y a los vestidos de chulapa. Trabajando en el centro de Madrid desde hace más de 40 años, siendo tan castiza y habiendo nacido en la capital, para nosotras es un privilegio y un honor", confirma Mora.
Y añade: "Y para ellas, para el taller, es un nuevo reto que van a alcanzar. Por lo tanto, orgullosa, con muchísimas ganas de ver el producto final y sobre todo, que esta sea la puerta de entrada para que otras personas vengan a hacerse ese vestido de chulapa aquí", asegura.
No hace mucho, en una entrevista a Magas, Rocío Mora se definía como vocera. "Una vocera de todas esas mujeres que lo necesitan". Lleva trabajando desde hace más de cuatro décadas. "Lo que hacemos aquí con la ropa, con la moda, ha transformado la vida de muchísimas mujeres, pero también trabajar en nuestra unidad móvil a nivel nacional, el ir a estos lugares, el informar a otras personas con su propio testimonio… Y eso ayuda a muchísimas mujeres que ven que sí se puede salir de la violencia", asegura.
Y añade: "Más de 1.200 mujeres al año han sido atendidas en todos nuestros centros a nivel nacional, y esas mujeres ya han dado el primer paso para informarse, para tener intervenciones sociales, jurídicas y sanitarias y sobre todo, muchas de ellas, ya han dado el paso para formar parte de un proceso penal, que efectivamente lo que hace es señalar a esas personas que cada vez son más invisibles y que no queremos que se olviden. Pero de una forma positiva, porque sí se puede salir de la violencia de género".