SKFK. Detrás de estas cuatro letras (contracción de Skunkfunk) se encuentra Maia Curutchet, su directora creativa, quien presenta su nueva colección en el marco de la 79 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
Desde sus primeros días en la Universidad de Burdeos, donde estudió Bellas Artes, Maia demostró un talento excepcional y una pasión innata por la creatividad. "Siempre tuve una gran sensibilidad e interés por la moda como espacio creativo. Durante mis estudios, tuve la suerte de trabajar con mi profesor Jacques Bernar en piezas de arte que luego se incorporaron a prendas de alta costura de Lesage o Chanel. Para mí, la moda tiene la capacidad de cambiar las cosas, de generar un impacto en las personas que llevan las prendas. Es una forma de reivindicación y arte, y es lo que intentamos trasladar a nuestras colecciones", nos explica.
Sus obras desfilaron en la Semana de la Moda de Nueva York en 2002 y marcaron el comienzo de su carrera en la moda. Ese mismo año también fue testigo del nacimiento de su propia marca, Xibiouz, símbolo de la búsqueda de nuevos horizontes estilísticos. Pero fue en 2007 cuando Maia se sumergió completamente en el mundo de la sostenibilidad al asumir la dirección creativa de SKFK.
Bajo su liderazgo, la marca se convirtió en una referencia de innovación y conciencia en la industria en España. La fusión de sus raíces artísticas con un compromiso profundo con la sostenibilidad y la ética dio lugar a una marca con una perspectiva más profunda y consciente, que va más allá de las tendencias.
"SKFK (Skunkfunk) nació a finales de los años 90 en la escena streetwear de los festivales de música. Este año, de hecho, la marca cumple 25 años. SKFK es una marca que no se deja llevar por las tendencias y la fugacidad, que defiende un estilo propio y único a través del arte y el diseño", destaca la diseñadora.
"Creo que, además de haber sido precursores en sostenibilidad, hemos puesto en valor estas disciplinas en un sector que no es fuerte en este sentido; hemos trabajado con amigos y artistas que han dado sentido a nuestra visión del mundo de la moda y que han contribuido a ser lo que somos hoy", añade.
Su interés por nutrirse de otras culturas se traslada a cada una de sus colecciones, que presentan referencias a su propia experiencia de crecer como expatriada, atravesando países, escuelas y culturas.
"Cada colección toma más de un año de trabajo. Presentamos un concepto sobre el que trabajar y vamos desarrollando piezas y estampados que lo acompañen. Creo que mis propias vivencias se trasladan de manera natural a las colecciones: nuestros viajes a los países de producción, la cultura y nuestra conexión con la naturaleza", explica.
"Me he criado como expatriada en muchos países, y creo que he aprendido a empaparme de todas las culturas y lo que me han podido aportar. Me gusta decir que la marca es una combinación de conocimiento cultural y creatividad. Creo que cada país que he visitado me ha aportado algo diferente y muy enriquecedor, pero nuestros viajes a los países de producción y la conexión que siento con la cultura oriental es algo que llevo trasladando a las colecciones desde hace años y que se ha convertido en una seña de identidad de SKFK", razona la diseñadora.
La naturaleza, otro pilar fundamental para la diseñadora, se convirtió en un componente esencial de las creaciones de la marca. Plasma la búsqueda de autenticidad y sostenibilidad. "Tenemos un propósito: demostrarle a la industria de la moda que el cambio es posible, que nuestros impactos negativos se pueden revertir y que el arte, el diseño y la innovación pueden estar al frente de la moda regenerativa", afirma Curutchet.
"Creo que las marcas tenemos el deber de ser transparentes con nuestras clientas y con el público para que puedan tomar una decisión consciente y saber adónde va su dinero. Nosotros, como marca, tenemos el poder de ser agentes para el cambio positivo. Cada vez son más las clientas que se interesan por la materia prima, los procesos de producción y las condiciones de la cadena de valor, pero no creo que el peso deba solo recaer sobre el consumidor final. Creo que estamos en un buen momento para compartir el conocimiento y poder contribuir a generar un impacto real", aclara.
"El mundo de la moda está muy contaminado por el greenwashing y la opacidad. Aún así, creo que se están haciendo cambios positivos y que la sostenibilidad se ha puesto en un primer plano. Por eso, cada vez más marcas apuestan por compartir su ética de trabajo", reflexiona.
"SKFK está dirigido a todas aquellas personas, hombres y mujeres, que quieran defender una identidad única, con estilos y estampados fácilmente reconocibles en la calle. Nuestras prendas son una declaración de intenciones, una forma de visibilizar nuestra autenticidad", explica Maia.
La visión de Maia Curutchet trasciende definitivamente la creación de diseños; es una llamada a una revolución en la forma en que percibimos y consumimos la moda. "Contamos con 9 tiendas propias y más de 500 puntos de venta multimarca en España y Europa. Defendemos el canal multimarca y pensamos que es una apuesta sostenible de compra donde gran parte del valor se queda localmente. Muchos de ellos nos han acompañado desde hace años y han compartido nuestra visión y valores; son los que ponen alma a este proyecto y los que tienen la capacidad de conectar con el cliente final y mostrarles quiénes somos", subraya Maia.
Añade: "Creo que todas las pasarelas son un lugar donde poder expresar de manera creativa los valores y la esencia de la marca. El primer desfile en Madrid nos ha permitido demostrar que es posible ser creadoras y trabajar con arte en una industria como la de la moda. A nuestro nivel, somos capaces de defender una identidad propia y una manera diferente de hacer las cosas".
¿Su esperanza de cara al futuro? "Diría que, personalmente, quiero seguir defendiendo una moda con identidad única, que vaya más allá de las tendencias. SKFK me permite explorar esto, crear piezas de arte que se convierten en prendas atemporales de las que te enamoras", concluye la diseñadora.
La colección: Kuttun
En esta edición de la pasarela madrileña, la diseñadora presentó Kuttun, una colección "homenaje a la creación viva en el mundo de la moda, donde arte, diseño y sostenibilidad se entrelazan para dar forma a prendas que trascienden las tendencias efímeras de esta industria", según la casa.
La diseñadora explica sobre su propuesta: "Con este desfile, queremos explorar el equilibrio entre el prêt-à-porter y la alta costura. Cuestionamos el límite entre el diseño y el arte y el trabajo artesanal y el industrial; protegemos la creación viva en el sector de la moda. Seguimos defendiendo la sostenibilidad desde un punto activista, pero reivindicamos la aplicación del arte en la industria del prêt-à-porter".
Sobre el proceso creativo, aclara: "Siempre intentamos jugar con las formas geométricas y orgánicas dentro de la colección, que son dos de las características más reconocibles de la marca. Además, introducimos piezas de inspiración y corte oriental; las líneas minimalistas, la tradición de costura y tintado de los tejidos, todo ello se ha trasladado de una u otra manera a nuestras prendas".
Los colores de esta nueva propuesta, inspirados en la riqueza de su cultura y en la belleza de la naturaleza, nos transportan directamente a los paisajes vascos donde el misterio y el encanto son sus principales protagonistas. De los tonos tierra a tonalidades vibrantes, cada pieza de la colección refleja la diversidad y la riqueza de sus raíces. Entre los tejidos destacan los algodones orgánicos y las fibras celulósicas de bajo impacto y suaves lanas, que unen tradición y sostenibilidad.
Además, SKFK insertó "piezas exclusivas de arte trabajadas con el patrón zero waste, que reduce el uso del tejido y que permite usar esta silueta como lienzo donde reivindicar la importancia de la creatividad y la sustentabilidad. Para ello, invirtió el proceso creativo para reinterpretar piezas existentes de la colección y elevarlas a modelos de alta costura a través de un trabajo conjunto de artesanía y arte.
Quiso destacar la cadena de valor que da sentido a su trabajo y que, muchas veces, queda en un segundo plano, colaborando por segunda edición consecutiva con SIGNUS y con la marca de calzados RÍA, con los que diseñó los zapatos del desfile hechos a partir de neumático reciclado.
Kuttun FW24 es, en definitiva, mucho más que una simple exhibición: es un alegato a favor de una moda con identidad propia y una defensa de la creación viva en el sector, aunando arte y diseño con compromiso por un mundo más sostenible y consciente. SKFK vuelve a recordarnos una vez más que la moda puede ser una forma de expresión artística que, además, nos ayude en el cambio del pensamiento social actual", concluye la firma.