Las botas altas, ese icónico calzado que ha dejado su huella en la moda a lo largo de los años, son una elección audaz y elegante para cualquier mujer. Sin embargo, como con muchas tendencias, hay momentos en los que son la elección perfecta y otros en los que pueden no ser la mejor opción.
[Los zapatos más cómodos, estilosos y calentitos que debes fichar de cara al invierno]
Para que no te lleve más dolores de cabeza pensar cada mañana en si es o no una buena idea combinar tu 'look' con unas botas altas, aquí tienes una guía en la que te detallamos cuándo es una gran idea lucirlas y cuándo puede ser más sabio optar por algo diferente.
Cómo surgen las botas altas
A lo largo de los siglos, estas prendas de calzado han desempeñado roles funcionales y simbólicos en diferentes sociedades. En términos generales, las botas altas se diseñaron originalmente para proporcionar protección y soporte a los pies y las piernas en entornos difíciles, como la equitación, la guerra o las condiciones climáticas adversas.
[Las 7 opciones de botas biker 'low cost' que se adaptan a todo tipo de piernas]
En la antigüedad, civilizaciones como los griegos y los romanos utilizaban versiones tempranas de botas altas, especialmente en contextos militares. En el Renacimiento, estas botas se volvieron más ornamentadas, y durante el siglo XVII, eran populares entre la nobleza europea.
En el siglo XX, continuaron siendo un elemento importante en la moda, adoptadas tanto por hombres como por mujeres. Desde las botas de montar hasta las versiones más elegantes y de moda, estas prendas han persistido como una elección versátil y estilizada en diversos contextos.
Cuando sí elevan tu estilo
En ocasiones formales. Las botas altas pueden ser una excelente opción para eventos formales o entornos profesionales. Un par de botas altas de cuero pueden agregar un toque de sofisticación y poder a tu atuendo, especialmente cuando se combinan con una falda lápiz.
Durante los meses fríos. En climas más fríos, las botas altas no solo son una declaración de estilo, sino también una elección práctica. Mantienen tus piernas más calientes y te protegen de las inclemencias del tiempo, mientras que te hacen lucir a la moda y lista para enfrentar cualquier desafío invernal.
Con vestidos o faldas cortas. Las botas altas pueden ser una manera increíble de darle un giro moderno a tus vestidos o faldas cortas. Ya sea que optes por un par de botas ajustadas que se mezclen perfectamente con la falda o por unas más sueltas con brillos que creen un contraste llamativo, esta combinación puede hacer que tu apariencia sea más audaz y glamurosa.
Estilo bohemio. Para un 'look' más relajado, las botas altas son ideales. Combínalas con un vestido floral fluido para lograr un estilo boho-chic que te hará destacar en cualquier ocasión casual.
Cuando debes dejar descansar a tus botas altas
Climas calurosos. En verano o en climas cálidos, las botas altas pueden resultar incómodas y poco prácticas. La transpirabilidad es clave en estos momentos, y unas botas altas pueden hacer que tus pies se sientan atrapados.
Cuando la ocasión no lo merece. A veces, menos es más. Si estás asistiendo a un evento informal o simplemente dando un paseo casual, las botas altas pueden ser demasiado para la ocasión. Opta por calzado más relajado que se adapte mejor al ambiente.
[Cinco claves para escoger el zapato adecuado para un niño]
Con pantalones anchos o largos. Este calzado puede perder su impacto cuando se usan con pantalones anchos o largos que las ocultan por completo. Este tipo de pantalones puede hacer que las botas se vean desproporcionadas y resta valor al estilo que ofrecen.