"La elegancia debe ser la combinación correcta de distinción, naturalidad, cuidado y simplicidad. Fuera de esto, no hay elegancia. Sólo pretensión", decía Monsieur Christian Dior. Una frase que encarna de maravilla la actriz y embajadora de la casa, Charlize Theron.
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Imagen del mítico perfume J'adore de Dior desde el año 2004, la artista sudafricana plasma los valores de la casa. Lo recordamos una vez más con su capítulo en la serie In My Lady, que invita a grandes personalidades a desvelar el contenido de su Lady Dior, el bolso emblemático de la maison.
Para celebrar la nueva fragancia L'Or de J'adore de Francis Kurkdjian ("compuesto por una sobredosis de las flores blancas más icónicas de J’adore, se trata de un perfume sensual, redondo y solar, como una gota de oro líquido cayendo sobre un hombro desnudo", según afirma Dior), Charlize Theron desvela los secretos de su accesorio favorito a través de varios hallazgos.
La artista nos enseña sus objetos de uso cotidiano -incluidos los que han protagonizado las emblemáticas campañas Dior en las que ha aparecido-, todos realzados por delicados tonos dorados, el código eterno de J'adore.
Entre ellos, el suntuoso collar que lució en el Salón de los Espejos del castillo de Versalles, el zapato extraviado en 2014 y el Gel de Oro J'adore Les Adorables. El bolso de la estrella incluye también monedas de chocolate, con envoltorio dorado, ositos de oro, las míticas gominolas de Haribo, su pulsera fetiche, un globo dorado (que, según explica, es clave para dar más volumen al cabello por la electricidad estática) y un calzador, con el color en común.
El perfume icónico de Dior
Desde su lanzamiento en 1999, J'adore de Dior no dejó de conquistar. Fue el perfume femenino más vendido en Francia en 2013 y el segundo en 2014. Ideado por Calice Becker y Ann Gottlieb, con la colaboración de Sabina Belli, tuvo un éxito inmediato. Un año tras su presentación, fueron lanzados 500 ejemplares con un frasco de cristal con cristales y oro, todos realizados por Baccarat.
El frasco es especialmente reconocible por tomar inspiración en las ánforas, que recogían los primeros perfumes de la casa, y las curvas sensuales del New Look, ideado en los años 40 por el diseñador. 'Encierra' la delicada mezcla de rosa, muguet, magnolia, violeta, orquídea, clavel y ciruela, creando un aroma floral y afrutado único.
Desde su creación, fue reinventado sin jamás perder su ADN. El perfumista de la casa, François Demachy, creó en 2007, una versión más intensa, J’adore l’absolu. Tres años más tarde nació J’adore l’or y en 2013, J’adore voile de parfum.
Recientemente, Dior nos sorprendió con J’adore Parfum d’Eau, una nueva versión ultra floral cuya particularidad radica en que no contiene alcohol: solo agua y flores. Sin embargo, esta hazaña tecnológica, patentada, no afecta la persistencia de la fragancia, que ofrece una duración similar a un Eau de Parfum, según explicaba la casa.