Chanel, Soraya, Conchita, Sonsoles Ónega… y el vestido de APRAMP: glamour y emoción con las líderes Top 100

"Hubo un tiempo en que caminaste sola, escribiste sola, estudiaste sola y te vestiste sola. Recuerda ese momento", dijo Monique Witting, celebrando el descubrimiento de la emancipación femenina. Se refería a ese instante en la vida de una mujer en el que entiende que realmente es fuerte, que realmente vale, que realmente su mirada transforma el mundo. Una vez que detectas ese poder ya nunca puedes volver atrás.

Todas las mujeres (todas las heroínas, todas las profesionales, todas las pioneras brillantes) que se reunieron esta noche en el Teatro Real, en la XI edición de la gala del 'Top 100 de Mujeres Líderes' en España, detectaron ese momento en sus propias biografías, se armaron de convicción, amasaron su talento, lo compartieron con el mundo y desde entonces, y para siempre, se decidieron imparables. Hoy se han aunado ante nuestros ojos en una foto de familia para la historia.

Este ranking luminoso, fundado por Mercedes Wullich y promovido ahora con pasión y generosidad por Cruz Sánchez de Lara, homenajea un año más la genialidad femenina patria, y algo aún más bello: su irremisible unión, su cogerse de la mano, su acompañarse en el camino, su auparse y sostenerse amorosamente entre sí. La fraternidad entre mujeres crea tejidos irrompibles, capaces de soportar el peso del mundo: un mundo que no siempre las ha escuchado.

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La alianza entre EL ESPAÑOL y Atresmedia, que ha retransmitido la gran celebración, ha congregado -bajo el abrazo del icónico terciopelo rojo del anfiteatro- a centenares de personas, entre las que se encontraban algunas de las personalidades más relevantes de la sociedad española, del ámbito de la política, la empresa y la cultura, en una fiesta emblemática, llena de show y relato, donde se ha puesto el foco en el poderío de tantas mujeres extraordinarias que generan destellos por donde pasan y que aún hay que reivindicar.

Uno de los momentos más espectaculares del encuentro ha sido el protagonizado por la cantante Soraya, que ha deleitado a los asistentes con una actuación en directo con su inconfundible torrente de voz: la artista ha elegido una canción que es una llamada a la esperanza, una invitación a apreciar los mil colores de la vida y contradecir a los días grises. "Necesitaba este chute de energía, el que genera esta reunión increíble de mujeres. Tenemos necesidad de conectarnos y de eso habla esta canción", ha enunciado, emocionada.

Soraya durante su actuación.

La siempre inspiradora Wullich ha cogido el relevo de Soraya y ha destacado la idea de que "el poder sirve para ser". Ha comenzado recordando una historia entrañable. "Hacernos mayores implica mirar atrás para proyectarnos con más precisión. Pienso en una anécdota de hace muchos años. El hermano menor de mi mejor amiga se había trepado al tejado de su casa y bajo una rama escuálida andaba esperando a los enemigos", ha expresado. "Su madre le dijo 'baja, por dios, que te vas a matar'. Y con una tranquilidad pasmosa él contestó: 'No me voy a matar, soy el protagonista'", ha continuado, despertando las sonrisas de público.

"Era un rebelde fiel a las películas que veía. Me gusta la idea de la rebeldía como libertad, como forma de tomar riesgos y de contradecir nuestro estatus natural". Wullich ha clamado así contra el clásico síndrome de la impostora. El deseo común es que las mujeres cojan las riendas de su vida y se sientan las protagonistas de su historia, porque lo son. Se acabó la idea de orbital en torno a otros. Mercedes ha subrayado sus verbos favoritos: "Decidir, intervenir, actuar", enfocados siempre a "controlar los tiempos, a hablar de lo que sabemos como expertas".

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Otro momento expectorante y mágico de la noche ha sido la actuación de Conchita, que se ha arrancado el último pelo de la lengua entonando un tema compuesto por ella misma en el que dice "hasta aquí", un renovado y pop "se acabó" de María Jiménez. "Estaba pensando en la cantidad de veces que me traicioné. Estaba pensando en la cantidad de veces que no dije lo que pensé. Maldita educación... se me olvidó comentar que la autoestima está muy por encima del saber estar", ha lanzado. "Son tantas las veces que callé por ti y no brindé por mí".

Conchita se ha enfrentado con su himno a "aquel gilipollas experto en dar la vuelta a la tortilla hasta que tú te sientas mal", a los que nos hicieron mordernos la lengua, a los profesionales del chantaje emocional. "Ahora he aprendido a cuidarme y hoy por fin lo puedo decir, 'no soy yo, eres tú'. A la mierda con el zen". La platea ha estallado en aplausos, emocionada, revitalizada. La artista ha confesado que de niña la educaron ferozmente en la empatía y que ahora piensa que quizá "se pasaron un poco con eso": "Claro que hay que respetar y escuchar a todo el mundo, eso está muy bien, pero respétate a ti misma. Di que no. No te hagas daño. Yo lo he aprendido con treinta y pico". Nos ha espabilado con su alegría y su franqueza. Volveremos a cantar su canción hasta que nos lo creamos del todo.

Chanel durante su actuación. CRISTINA VILLARINO

Por si fuese poco, la eurovisiva Chanel ha trufado la velada presentando Agua, su nueva y esperada canción, una balada emocionante en la que ha hecho alusión al estrés, a la culpa, a la persecución de la fama, a cómo asfixia a las mujeres como ella el éxito. Ha destacado que las mujeres son a veces "mar en calma" y otras veces "cascada": "Todo fluye, como el agua, si lo dejas salir".

Mención especial a las palabras de la prestigiosa doctora Barraquer, que ha inaugurado la nueva categoría Talento Silver, que homenajea a mujeres de más de 60 años que siguen activas y raudas dirigiendo empresas. La cirujana y oftalmóloga lidera una fundación que lleva su nombre y que trabaja en países en vías de desarrollo, "donde hay mucha gente ciega que podría dejar de serlo", como ha explicado en sus propias palabras. "La catarata es una operación común en España. Tardamos 10 minutos en llevarla a cabo. Pero la gente se queda ciega en algunas partes de Latinoamérica y en África por esa razón. Y no sólo gente anciana, sino gente de 30, 40 y hasta 18 años, como una chica que operé la segunda semana de enero en Senegal". Sin mujeres como ella el mundo no giraría como hoy gira.

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Cruz Sánchez de Lara y un discurso emocionante

Y, por fin, la mente y el corazón de todo esto. Cruz Sánchez de Lara ha clausurado la gala con un discurso emocionante. Palabras que ejercen de abrazo. "Sois alquimistas", ha dicho a sus Top 100. "Sois gestión, estrategia, perseverancia. Sois el esfuerzo del que todas sabéis tanto. Nosotras tenemos la suerte de vivir en un país con paz y libertad, por eso quiero que mi primer pensamiento sea paras mujeres que no tienen esa dicha. Nuestro corazón está con ellas. Pero también hay tragedias que suceden en España. No hace falta cruzar las fronteras", ha expresado.

"Por eso quiero hablar de mi vestido... y no es una frivolidad", ha sonreído. "Nuestra imagen forma parte del relato. Este año he decidido aprovecharme de ello y os pido que habléis, allá donde podáis, de este precioso diseño de Nacho Aguayo para Pedro del Hierro y de quienes lo han cosido a mano en el taller solidario de APRAMP, la asociación pionera en España en la Asistencia integral a las víctimas de trata con fines de explotación sexual".

Ha continuado: "Hoy algunas están sentadas entre vosotras porque forman parte de las 'magas' de mi vida. Escúchenme bien. Entre nosotros, hay mujeres valientes a las que admiro que han vivido la esclavitud. Ellas han luchado por su dignidad hasta llegar aquí". Las ha buscado con la mirada emocionada, conteniendo la lágrima.

"No podemos ser cómplices, no podemos permitir que estas cosas sigan sucediendo en nuestro país. Felicidades a mis top 100. Ya sois de las nuestras. Felicidades a las que habéis pasado a ser honorarias. Bienvenidas a este club, a esta lista de sabias trabajadoras. Nadie está aquí porque sí. Esta no es la 'lista de amigas de Cruz'. No es así. Ha habido más de 100.000 votos del público y un jurado de 54 personas de reconocida solvencia. Esta es la fotografía del brillo", ha destacado.

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Pero quizá la parte más reveladora y luminosa de su discurso haya sido esa en la que se ha referido a la autenticidad en la época "de los filtros y la Inteligencia Artificial". "Tenemos que darle ejemplo a las niñas en un tiempo en el que nos venden éxito enlatado. Nosotras ya sabemos que esto no va así. Que en la propia satisfacción no existe filtros ni Photoshop. La carcajada eterna es un producto de márketing y ser líder implica talento, actitud, y trabajo, trabajo, trabajo".

Sánchez de Lara se ha despedido con un mensaje para la grada masculina: "Gracias a los hombres que hacéis del liderazgo femenino una causa común. Sin vosotros esto no sería más difícil... simplemente sería imposible". Ese es el mensaje más profundo y radical: estamos juntos en esto. Estamos remando a una por una España más justa. Por muchos más años de Top 100.