Situado junto a la playa de Migjorn se encuentra el Hotel Teranka Formentera. Un remanso de paz en el que dejarse envolver por la mezcla perfecta entre arte y naturaleza.
En francés, Teranka significa 'Terre d'Ancrage' (tierra de anclaje) y, sin duda, es un lugar especial donde sentir una conexión profunda que te hace partícipe de la isla.
El hotel boutique, que abrió las puertas en el mes de julio, fue presentado el pasado jueves 13 de octubre con un cóctel al que asistieron personalidades de la isla vecina, Ibiza, desde la que se puede llegar en ferry, barco o yate.
Los socios de Ibiza Luxury Destination, su embajadora, la escritora y empresaria Fiona Ferrer, y representantes de la prensa local y nacional pudieron disfrutar de su deliciosa oferta gastronómica y una exposición de arte contemporáneo en un espacio privilegiado.
Arte para reflexionar
Amante del arte, el fundador quiso utilizar las paredes de Teranka para exponer obras contemporáneas y compartir así con sus huéspedes y visitantes una colección privada, además de exposiciones y charlas anuales comisariadas por la historiadora del arte Dalila Amor.
Precisamente fue ella quien ofreció una explicación, durante la presentación, de la exposición Controversias que cubre las paredes del hotel y el patio de esculturas. Se trata de una obra que pretende hacer reflexionar de tres maneras diferentes.
La primera parte, El hombre frente a la naturaleza, invita al espectador a cuestionar su relación con el medioambiente y las consecuencias que tienen sus actos para el planeta. Así se puede apreciar en la obra 'Destruction nº19' de Tadisha Kawamata.
La segunda, El hombre frente al hombre, pretende hacer reflexionar sobre las interacciones entre humanos. La artista iraní Naeemen Kazemi aborda el papel de la mujer en la sociedad y Arash Nazari la humanidad en el contexto de su historia y pasado.
Finalmente, El hombre frente a él mismo invita a la introspección a través de un parque de esculturas en el que artistas como Anton Bakker sugieren mirar el mundo desde un punto de vista diferente.
Deleitar el paladar
También durante la presentación, los invitados pudieron disfrutar de la primera parte del cóctel en la azotea del hotel, donde se encuentra el restaurante Nobu Formentera con vistas al Mediterráneo. Se trata de un pop-up único con un menú estelar del chef Nobu Matsuhisa.
Después, los invitados continuaron con la cena a nivel del mar en Vert Mer, creado por el chef español Juan Martín, quien pone en valor la alta calidad de los productos de Formentera y del Mediterráneo, tanto de la tierra como del mar.
Este restaurante, abierto para desayunos, comidas y cenas, se transforma al caer la noche en una cocina fusión francesa y mediterránea con el chef Emmanuel Renaut, quien ha sido galardonado con tres estrellas Michelín.
Cuidado al detalle
Además de una espectacular selección artística y gastronómica, el hotel ofrece una estancia en la que se cuida hasta el más mínimo detalle, bajo la dirección de Carmen Molina y Francisco Navarro.
Las habitaciones, de distintas categorías, se encuentran repartidas en tres edificios: Mar, Tierra y Cielo, y permiten elegir a los huéspedes si prefieren despertarse con vistas al mar o a la montaña.
Mar es el edificio principal y más cercano a la playa, cuenta con 22 habitaciones repartidas entre dos plantas con vistas a un Mediterráneo turquesa, a la piscina y a las verdes copas de los pinos que llegan hasta La Mola, el punto más alto de la isla.
Tierra es un lugar especial que, construido en piedra, evoca una pequeña aldea. Sus siete habitaciones de lujo y junior suite cuentan con terraza privada y vistas al pinar. Cielo es el sitio perfecto para quien busque mirar a las estrellas. Inmersos en la naturaleza, los huéspedes se pueden deleitar con la privacidad y vistas al mar desde la azotea de las suites.
A la experiencia cabe sumar que todos los visitantes pueden disfrutar de la piscina, gimnasio al aire libre, un espacio wellness, clases de yoga y otras actividades, como senderismo. Todo ello con una atención y un trato de primer nivel, que te hace sentir como en casa desde el momento que entras por la puerta.
Son también dignos de mención los elegantes interiores del hotel, que son obra del arquitecto Antonio Obrador, quien ha fusionado conceptos de diseño moderno con el uso de materiales tradicionales de Formentera, reflejando el patrimonio y la paleta de colores de la isla: azul, blanco y arena.
Además, Teranka sigue la política de turismo sostenible de Formentera. El hotel tiene su propio sistema de filtración de agua de primera clases. Toda el agua utilizada es filtrada y reutilizada para el riego.
También evitan los plásticos de un solo uso y se esfuerzan por utilizar materiales reutilizables y sostenibles. ¡Atenta a las zapatillas que ofrecen!