Con el aumento de oferta de las aplicaciones de citas, la existencia de las redes sociales y la sobrestimulación, las relaciones de pareja se vuelven cada vez más complejas y planificar un futuro a largo plazo puede parecer misión imposible.
A todo esto se le suman las nuevas técnicas de manipulación como el ghosting, el submarining o el slow fade, que son mucho más dolorosas que la propia ruptura.
Cuando alguien decide terminar una relación, suele hacerlo mediante una conversación en el que se explican los motivos por los que se deja a la pareja (cambio de sentimientos, discusiones constantes, necesidad de estar solo...).
Sin embargo, con técnicas como el ghosting o el slowfading, estas explicaciones nunca se llegan a dar y tu pareja desaparece de tu vida sin dejar rastro.
Los métodos de manipulación y la falta de responsabilidad afectiva en la pareja puede derivar en traumas o problemas de confianza para próximas relaciones. Esto no solo afecta a la persona que lo sufre sino también a la persona con la que establece esa conexión.
Pese a que las relaciones de pareja son complejas, hay tres pilares con los que no se debe jugar: la confianza, la comunicación y el compromiso. Si en algún momento uno de estos pilares se tambalea, la relación empieza a peligrar.
Las técnicas arriba mencionadas deciden jugar con estas bases como si fueran las fichas del parchís, lo que provoca en cualquiera que las sufre un estado de confusión y tristeza.
Desde magasIN, hoy explicamos el slowfading, un derivado del famoso fenómeno del ghosting. Este término proviene del inglés slow (lento) y fade (desvanecimiento). Conlleva que la persona con la que estás va dejando de mostrar interés poco a poco, creandóte inseguridades sobre tu rol en la pareja (¿le sigo importando?, ¿me quiere?, ¿lo estaré haciendo bien?...)
Esta técnica suele comenzar con minucias como no verbalizar su cariño por ti todos los días y llegar hasta extremos como no querer quedar contigo o priorizar otros ámbitos de su vida. Normalmente, esto tiene un gran impacto en la autoestima de quien lo sufre.
Si piensas que puedes estar sufriendo slowfading, estas son algunas de las conductas a las que deberías prestar especial atención.
1. Los mensajes de texto
Es verdad que si un día está ocupado es completamente normal que no te responda con rapidez. Pero cuando esto se vuelve algo frecuente, debes encender las alarmas: es una señal clara de desinterés.
Con el desvanecimiento de la pasión del principio pueden llegar consecuencias de este tipo, que se pueden incorporar fácilmente a vuestra rutina. Por esto hay que intentar prevenirlo a toda costa.
2. No especifica ni planea
Si sientes que eres tú la que siempre tiras del carro, puede ser una señal de slow fade. Respuestas como "ya veremos" o "no quiero hacer planes aún" suponen que tu pareja no se preocupa por organizar citas especiales contigo y que el interés por ti puede estarse desvaneciendo.
3. Falta de escucha
La comunicación es esencial en cualquier pareja así que si consideras que las conversaciones cada vez son más banales o que llevas tú el cauce de todas las que mantienes con tu pareja, debes tener cuidado.
Otro signo de que las conversaciones están cada vez más muertas es que la otra persona no muestre interés por temas importantes para ti o que sus contestaciones sean simples y cortantes.
4. Sé un poco bruja
Tu instinto nunca te va a fallar. Si todas las cosas anteriores se cumplen, pero sientes que tu pareja realmente muestra interés en ti y te demuestra su cariño a diario, entonces sigue esa corazonada.
Las señales a veces pueden darse por circunstancias que no tienen que ver con el amor o el interés que tu pareja siente por ti: si no te escribe tan a menudo porque vivís juntos u os veis todos los días, es algo común.
Pero este consejo también sirve en la situación inversa. Puede que no lleve a cabo ninguna de estas señales y que sí que esté desinteresado en ti. En cualquier caso, tu instinto es la mejor herramienta para identificarlo.
Y recuerda que si estás siendo víctima de un slow fading, lo primero es comunicárselo a tu pareja (a lo mejor no se ha dado cuenta y quiere enmendar su error). Si sigue sin mostrar interés después de varios esfuerzos por tu parte, lo mejor es dejarlo ir.