Afrontar los desafíos de la memoria se ha convertido en una inquietud común a medida que avanzamos en la vida. Parece que, cada año que pasa, somos más despistados, olvidamos más cosas —incluso algunas de ellas aparentemente importantes— y nos preocupamos más que nunca acerca de nuestra salud cerebral.
En la sociedad moderna, mantener una memoria fuerte y ágil es fundamental para enfrentar la rutina diaria y preservar una calidad de vida a medida que envejecemos: todos queremos acordarnos de cuando éramos jóvenes, pero también, de por qué hemos ido a la cocina.
Por mucho que todos esos test visuales puedan ser eficaces, si hay alguien que puede darnos consejo es una de las mentes más agudas de la historia: el creador de Microsoft, Bill Gates. Quien además de tener una memoria brillante, ofrece todos esos secretos que le han hecho conseguirla, como el palacio de memoria, que como su propio nombre indica, supone vincular una información a una imagen.
En qué consiste 'el palacio de memoria'
Si hay algo que caracteriza al cofundador de Microsoft es su capacidad de ofrecer todos los secretos que le han hecho llegar hasta la cima, como el método para reducir el estrés y aumentar la productividad o, incluso, el secreto del éxito.
En su blog GatesNotes, el empresario escribió que su mentalidad cambió después de leer Moonwalking with Einstein: The Art and Science of Remembering Everything, de un joven escritor científico, Joshua Foer. Una obra en la que el autor se interesó en la memoria como una forma de comprender cómo funciona la mente.
Las ganas por saber cómo funcionaba le llevaron al concurso mundial de la memoria, donde la gente podía hacer cosas como memorizar el orden de una baraja de 52 cartas en solo unos minutos, pero, ¿cómo lo hacían? Construyendo un palacio en la memoria con muchas habitaciones y diferentes personas y cosas en cada habitación, representando lo que están tratando de recordar.
La memoria humana promedio es extremadamente buena en tareas sencillas y prácticamente irrelevantes, como la letra de una canción o el rostro de una persona a la que vimos hace diez años, pero es extremadamente pobre en cosas que verdaderamente son importantes para nosotros.
Somos extremadamente buenos recordando rostros o imágenes, siendo la memoria visual una ventaja de supervivencia en nuestra historia evolutiva. De hecho, personajes como Cicerón empleaba técnicas muy similares para aprenderse sus discursos de memoria.
Cómo funciona la técnica de Bill Gates
El autor del libro que cambió la vida —y memoria— de Bill Gates descubrió que las personas que ganaban los concursos de memoria utilizaban estas técnicas para visualizar cosas. En este caso, una casa con todas las cosas que tratan de recordar.
Lo ideal es emplear un sitio que conocemos profundamente, como nuestra casa. Tendremos que recorrerlo a través de nuestra imaginación, y en cada lugar o habitación distribuiremos aquella información que queremos recordar. Con el fin de recordarlo mejor, aparecen las imágenes mentales.
El objetivo de esta técnica es hacer uso de las emociones creando imágenes absurdas o ridículas. De hecho, Bill Gates pone ejemplos absurdos, ya que cuanto más disparatada o atrevida sea la fotografía mental, más difícil de olvidar resultará.
La idea proviene de un antiguo poeta griego que recordaba los nombres de todos los que murieron cuando un templo se derrumbó durante un banquete. Tenía una memoria visual de dónde estaban sentados todos.
En un primer momento, el autor del libro no estaba seguro de que estas técnicas realmente funcionaran, por lo que pasó un año practicándolas todos los días. Tal y como cuenta Bill Gates, transcurridos los 12 meses, ingresó y ganó el Campeonato de Memoria de Estados Unidos. De hecho, rompió el récord de velocidad al memorizar una baraja de cartas.
Su método se basó en asociar cada carta con una persona, acción o lugar. Recordar una imagen le ayudó a recordar tres cartas en el orden correcto, y solo necesitó recordar 17 de esas imágenes para memorizar toda la baraja.